Por lo menos 27 personas fueron retenidas dentro de los predios de la Universidad de Antioquia por un piquete de policías del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía Nacional y un número indeterminado de hombres vestidos de civil, supuestamente adscritos al cuerpo de inteligencia Sijin.
Los hechos se presentaron entre las cuatro y las cinco de la tarde en el escenario deportivo de la ciudad universitaria, sector del campus que a esa hora estaba colmado de estudiantes y visitantes.
De acuerdo con las versiones recogidas por la Agencia de Prensa IPC, el piquete del Esmad ingresó por las porterías ubicadas sobre la Avenida Regional y guiados, al parecer, por los hombres de la Sijin, procedieron a capturar de manera irregular a varias de las personas que estaban en ese sector de la universidad.
“Estaba sentado aquí con otro compañero y llegó un integrante del Esmad y sin mediar palabra me cogió a golpes, en la reacción salimos corriendo y agarraron a uno de mis amigos”, narró uno de los testigos del hecho, mientras que otro agregó que uno de los hombres vestidos de civil señaló a uno de los jóvenes que estaba en ese momento en el lugar y le dijo “ese es, ese es”, y procedieron a su captura.
Los testigos de la incursión policial al campus universitario denunciaron la presencia de un número no determinado de agentes de civil que participaron en el operativo e, incluso, corretearon a los estudiantes, algunos de los cuales pudieron librarse de ellos y huir.
El suceso alteró las actividades académicas y administrativas del Alma Mater, no obstante la rapidez del operativo, que según las denuncias instauradas ante funcionarios de la Unidad Permanente de Derechos Humanos (Updh) de la Personería de Medellín terminó con 27 retenidos, cuyas identidades han sido reservadas para proteger su integridad.
Lo anterior se suma a una cadena de situaciones irregulares que se vienen presentado en la Universidad de Antioquia, alterada inicialmente hace por lo menos quince días cuando circuló a través de Internet y en impresos un panfleto en el que se amenazaba a por lo menos 30 estudiantes de diversas facultades, varios de ellos pertenecientes al movimiento estudiantil universitario.
La situación se agravó el jueves 12 de marzo con el asesinato de un ex estudiante de la Facultad de Derecho, identificado como Jaime Andrés Isaza, quien fue baleado por una pareja en uno de los corredores del bloque 14.
Esta serie de acontecimientos llevaron al gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, a autorizar, “si fuera preciso y cuantas veces fuese necesario,” el ingreso de los miembros de la Fuerza Pública a los predios del Alma Mater para contener la presencia de grupos armados ilegales y todas aquellas actividades que se consideren delictivas.
En reacción a la incursión policial de este viernes, un nutrido grupo de estudiantes se tomó las instalaciones del bloque administrativo y obstruyeron la evacuación de por lo menos cien funcionarios que a esa hora habían recibido la orden de salir inmediatamente del campus universitario, lo que creó zozobra entre el cuerpo directivo y académico allí presente.
A esta hora, funcionarios de la Updh de la Personería de Medellín y organizaciones no gubernamentales tratan de establecer las identidades de las personas retenidas, el lugar al que fueron conducidas y la legalidad del operativo.
Lo que más temen ahora los estudiantes y, en general, la comunidad universitaria, es la presencia masiva y encubierta de miembros de organismos de inteligencia al parecer adscritos a la Policía Nacional, lo que violaría no sólo la autonomía universitaria sino las garantías necesarias para el desarrollo de la actividad académica y la libertad de pensamiento.
