Como una manera de rendir tributo a las personas que han sido desaparecidas forzosamente en América Latina, investigadores sociales, movimientos de víctimas y activistas de derechos humanos de esta parte del continente se darán cita este martes 11 de agosto en el seminario internacional: Desaparición forzada en América Latina: pasos hacia la construcción de una memoria histórica.
Durante el Encuentro, que tendrá lugar en el teatro Camilo Torres de
El espacio también busca generar una profunda reflexión entre todos los sectores sociales sobre las serias implicaciones que tiene la desaparición forzada en el tejido social de las comunidades que la padecen.
“La complejidad misma del fenómeno señala la imperiosa necesidad de una mirada multidisciplinaria, máxime si se tiene en cuenta que está presente como instrumento de los Estados de América Latina para eliminar sistemáticamente los opositores visualizados como enemigos internos”, señalaron responsables del Evento.
Allí se escucharán intervenciones de personalidades conocedoras de este flagelo, como Santiago Corcuera Cabezut, relator del Grupo de Trabajo sobre Desaparición Forzada e Involuntaria de las Naciones Unidas, quien presentará los resultados de un informe elaborado por este organismo en 2006, en el que se hace un seguimiento especial al tema de la desaparición forzada.
Según apartes del informe, los pobres resultados por parte de la justicia para investigar, sancionar y prevenir este delito contrastan con la normatividad jurídica de los países, que se ha ampliado y perfeccionado en los últimos años. Asimismo, Santiago A. Cantón, secretario ejecutivo de
El encuentro también contará con la presencia de José Pablo Baraybar, coordinador del Equipo Peruano de Antropología Forense (Epaf), organización no gubernamental creada en 2001 con el fin de exhumar e identificar los cuerpos sin vida que han sido hallados en fosas comunes a lo largo del territorio peruano y que constituyen el fiel reflejo de la barbarie que dejó la guerra política que envolvió a dicho país entre 1980 y 1998.
Gracias a su labor,
Junto a ellos estará además Claudia Samayoa, coordinadora de
La exposición de casos por parte de familiares de personas desaparecidas complementará la visión académica e institucional propuesta por el Seminario. El día 12 de agosto la jornada abrirá con el relato de Fabiola Lalinde, madre de Luis Fernando Lalinde y quien es recordada por la llamada Operación Sirirí.
Ese día, los asistentes rendirán un homenaje a la historia de esta madre, que por espacio de 18 años buscó la verdad sobre el paradero de su hijo hasta el día en que el Ejército Nacional admitió que lo había asesinado y enterrado en una fosa común, tras considerar que se trataba de un guerrillero.
A su testimonio se sumarán los sobrevivientes de la masacre de Trujillo (Valle) así como de los familiares de las personas que el comandante paramilitar Ramón Isaza se llevó de la vereda
Según el artículo 3º del Estatuto de Roma, la desaparición forzada es un crimen de lesa humanidad, al tratarse de “la aprehensión, la detención o el secuestro por un Estado o una organización política, o con su autorización, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a admitir tal privación de libertad o dar información sobre la suerte o paradero de esas personas, con la intención de dejarlas fuera del amparo de la ley por un periodo prolongado”.
En Latinoamérica, los antecedentes de la desaparición forzada datan de los años 60 en Guatemala, fenómeno que también se dio en las décadas de los 70 y 80 en los Estados de Argentina y Chile, periodo en el cual estuvieron bajo dictaduras militares. Países como El Salvador, Uruguay, Perú y Colombia han utilizado sistemáticamente la desaparición forzada como uno de los métodos de control social y político más efectivos y aterradores.
En Colombia, la desaparición forzada constituye un drama humanitario y social de incalculables proporciones. El Comité Internacional de
El Seminario es organizado por