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Nuevo Amanecer celebrará su fiesta barrial en medio de clima de zozobra

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No obstante el clima de tensión y zozobra que han generado los recientes problemas de orden público, los habitantes del barrio Nuevo Amanecer, en el corregimiento Altavista, se preparan para celebrar este domingo 6 de diciembre la IV Feria de la Multiculturalidad, encuentro que se ha convertido en todo un referente de identidad para la comunidad de este sector de la capital antioqueña.

 

Desde las 7:00 de la mañana y por espacio de 12 horas, los residentes de este barrio, habitado por los damnificados del incendio en la invasión Mano de Dios, le harán el “quite” a las dificultades con las que conviven a diario para compartir al ritmo de chirimías, comparsas, grupos artísticos, actos simbólicos, encuentros deportivos, entre otras manifestaciones.

 

También será la oportunidad para que los pobladores, en su gran mayoría desplazados del Pacífico colombiano y de zonas rurales del departamento de Antioquia, exhiban lo mejor de sus raíces culturales gracias a la instalación de toldos de comidas típicas y la realización de actividades como la denominada “Tendedero de la memoria”.

 

“Ésta consiste en una especie de galería compuesta por fotos, retratos y otros objetos personales que den cuenta de su lugar de origen, de su cultura y de sus raíces”, señaló Sonia Goez Urrego, coordinadora de Inclusión Social de la Corporación Cedecis, organización que tiene proyectos de intervención en la zona.

 

Se estima que de los 2.900 habitantes que residen en este barrio actualmente, un 70% corresponde a población afrocolombiana y por lo menos un 25% provienen de municipios del Oriente, Norte y Occidente antioqueño. “La Feria constituye un esfuerzo por construir convivencia entre comunidades que se han visto forzadas por las circunstancias a habitar un espacio en común. Eso no es fácil y por eso surgió esta iniciativa que, afortunadamente, ajusta su cuarta versión”, agregó Goez Urrego.

 

Y es que si existen elementos que marquen la historia de Nuevo Amanecer son la dificultad y la tragedia. Muchos de los que hoy residen allí formaron, a mediados de los noventa, la invasión Mano de Dios, en las laderas del cerro Pan de Azúcar. Huían de la violencia que azotaba las zonas rurales en muchas regiones del país. Pero un 6 de marzo de 2003 un voraz incendio consumió más de 650 humildes viviendas y dejó a cerca de 3.500 familias en la calle.

 

La solidaridad de la ciudad no se hizo esperar. Los damnificados fueron albergados en el colegio Sol de Oriente, en la comuna 8, a la espera de soluciones de vivienda. El entonces alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, lideró la construcción del barrio Nuevo Amanacer, que contó con recursos del Ministerio de Vivienda, Ambiente y Desarrollo Territorial y la Gobernación de Antioquia.

 

La construcción del barrio no significó un cambio de suerte para la gente de Mano de Dios. Desde septiembre de 2007 pesa sobre Nuevo Amanecer una acción de grupo, figura jurídica instaurada por 100 familias cansadas de que nadie respondiera por el mal estado en que fueron entregadas sus viviendas. De un total de 470 unidades habitacionales construidas, por lo menos 140 presentan fallas estructurales, humedades, grietas y malos acabados.

 

De hecho, el Simpad emitió en 2008 orden de evacuación sobre varias de ellas debido al riesgo que implicaba para las familias residir en ellas. En un informe presentado en febrero de 2007, las Contralorías Nacional, Departamental y Municipal entregaron un informe producto de un proceso de auditoría concurrente en donde señalan 144 hallazgos administrativos, 45 disciplinarios, nueve penales y seis fiscales que involucran 4.337 millones de pesos que debían ser investigados por las autoridades competentes.

 

Se estima que un 70% de la población residente en Nuevo Amanecer son afrocolombianos desplazados del Pacífico.
Como si fuera poco, en octubre del presente año dos de los más reconocidos líderes de Nuevo Amanecer, Jorge Murillo y Janeth Martínez, quienes se habían apersonado del litigio jurídico, tuvieron que abandonar de manera forzosa el barrio debido a las amenazas de muerte que grupos delincuenciales profirieron en contra de ellos.

 

Los nombres de ambos dirigentes barriales aparecieron en una “lista negra” que tenían en su poder hombres armados al mando de alias Valenciano, quien comenzó a disputarse el dominio del corregimiento con grupos vinculados con alias Sebastián. De dicha lista han sido asesinados en las últimas semanas por lo menos dos personas.

 

Situaciones como estas han afectado sensiblemente los espacios de participación formal, como las juntas de acción comunal, y el proceso de reclamación jurídica ante la Alcaldía de Medellín prácticamente se encuentra detenido. Lo preocupante es que el temor se ha extendido a todo el corregimiento.

 

“Pero a pesar de tanta dificultad, los grupos organizados de Nuevo Amanecer; es decir, los juveniles, los de mujeres, los de hombres, se han apersonado de la organización de la Feria y han contagiado a la gente. La tensión es evidente, pero por lo menos para esa fecha, la comunidad está entusiasmada a participar”, mencionó Alba Giraldo Aristizábal, edil de la Junta Administradora Local de Altavista.

 

“Los habitantes sienten que ese día será una ocasión ideal para manifestar su rechazo a los hechos recientes de violencia e intimidación. Había una actividad que siempre lideraba Janeth y las mujeres han decidido continuar con ella, para rendirle un homenaje a su labor”, añadió Goez Urrego.


La actividad, incluida en la programación de la XIX Semana por los Derechos Humanos, servirá de preámbulo para la celebración del “Carnaval de Derechos Humanos”, que tendrá lugar el Parque Central del corregimiento, el miércoles 9 de diciembre desde las 2:00 de la tarde.