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Misión de Observación Electoral detecta primeras anomalías en Antioquia

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La Misión de Observación Electoral (MOE) cuenta con el apoyo de 350 observadores en Antioquia.
Una nueva modalidad de trasteo de votos denominada “voto prepago”, sumado a múltiples denuncias sobre compra de líderes sociales para que movilicen a sus comunidades el día de las elecciones, son las principales irregularidades electorales detectadas hasta ahora por la Misión de Observación Electoral (MOE) en Antioquia.

 

Según Patricia Fernández, coordinadora regional de la MOE, gracias al seguimiento que vienen realizando desde noviembre de 2009 en 75 municipios de ocho subregiones del departamento, se ha logrado detectar un novedoso mecanismo para el trasteo de votos, llamado “voto prepago”, donde el delito no se comete el día de las elecciones sino durante el proceso de inscripción de cédulas.

 

“Este fenómeno ya fue detectado en Bello y funciona de la siguiente manera: se concentran las cédulas en determinados puestos de votación, trayendo a los votantes de otros municipios, pero durante el periodo de inscripciones”, señaló Fernández, quien recordó que por esta irregularidad, el Consejo Nacional Electoral anuló el pasado 10 de febrero la inscripción de 200 mil cédulas en la ciudad de Barranquilla.

 

Igual de preocupante son las denuncias recibidas por esta iniciativa de carácter independiente sobre la compra de votos. En su recorrido por las subregiones, los observadores han documentado quejas de pobladores de Medellín, Bello, Bajo Cauca y Urabá, quienes afirman que las maquinarias políticas vienen ofreciendo gruesas sumas de dinero a los líderes sociales y comunitarios para que éstos movilicen a sus comunidades durante los comicios.

 

“Se habla en Antioquia de hasta mil millones de pesos por paquete de votos. Es decir, ya no se paga a las familias por voto, sino que se recurre a los líderes y se les paga 20, 50, 100 millones de pesos por paquetes. Mientras más gente asegure que llevará a las urnas, más dinero recibe el líder. Es una compra al por mayor”, agregó Fernández.

 

Estas no son las únicas preocupaciones de la MOE en Antioquia. La delicada situación de orden público que se vive en subregiones como Urabá, Bajo Cauca, Nordeste y la propia capital, Medellín, podrían incidir negativamente en el desarrollo del debate electoral. Si bien los observadores no han recibido denuncias sobre presiones a la comunidad por parte de grupos armados, sí han percibido un fuerte temor entre las mismas para ejercer su derecho al voto.

 

“Una líder del Bajo Cauca nos dijo: ‘ojalá no me llegue la cédula nueva por estos días, para no tener que salir a votar”. Eso da cuenta que la gente tiene miedo. No es que allá una presión por parte de este o aquel grupo armado, pero ese temor hace que no se genere un debate político serio. Eso va en detrimento del ejercicio democrático, pues la gente, para no ponerse en riesgo, termina votando por un candidato impuesto”, señaló Jonh Lindsay Poland, uno de los observadores internacionales que acompañó a la MOE en sus recorridos por las subregiones.

 

Ambiente enrarecido

Si algo caracteriza al actual proceso electoral es la incertidumbre al interior de las campañas por cuenta del referendo re-eleccionista que permitiría un eventual tercer periodo del presidente Álvaro Uribe Vélez. Para los observadores de la MOE, es claro que mientras no se defina la suerte este proyecto de iniciativa popular, actualmente en manos de la Corte Constitucional, no arrancará en forma el debate político propio de un periodo de elecciones.

 

De ahí que los esfuerzos de los partidos políticos estén concentrados, hasta el momento, sólo en aspectos relacionados con la financiación y la inversión publicitaria, tal como lo anotó la Coordinadora de la Misión.

 

“Lo que hemos registrado en el departamento es que hay un ambiente pre-electoral muy frío. No hay debate, no hay confrontación de las propuestas. Pero lo que sí se observa es unas campañas muy concentradas por el tema de la financiación, amarrando los votos, ya que no pueden salir a hacer el debate abierto hasta tanto no se defina el panorama político nacional”, indicó Fernández.

 

En ese sentido, la Misión llamó la atención de los partidos políticos para generen los controles pertinentes a fin de evitar el ingreso de dineros provenientes de la ilegalidad así como de personas con nexos con grupos al margen de la Ley.

 

Al respecto, La MOE Regional Antioquia cuestionó el hecho de que familiares de políticos investigados por sus vínculos con el paramilitarismo hoy se encuentren aspirando a cargos en el Congreso de la República, fenómeno que se ha denominado “política en cuerpo ajeno”.   


La Misión de Observación Electoral (MOE) es una iniciativa de carácter independiente integrada por organizaciones de la sociedad civil, que desde el 2006 viene realizando observación a todas las etapas del proceso electoral en el país. En Antioquia, la MOE la integran la organización Concuidadanía, Pastoral Social de Urabá, la Universidad de San Buenaventura, el grupo interuniversitario Kavilando; la Fundación Oleoductos de Colombia y Viva la Ciudadanía y cuenta con la participación de 350 observadores.