Inicio Derechos Humanos “Ituango y Bajo Cauca: epicentros del conflicto armado en Antioquia”: Cicr

“Ituango y Bajo Cauca: epicentros del conflicto armado en Antioquia”: Cicr

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La región del Bajo Cauca y las poblaciones rurales que habitan en inmediaciones del Parque Natural Nudo de Paramillo son los nuevos epicentros del conflicto armado en Antioquia, situación que se evidencia en el número de violaciones e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) registradas en el último año en ambos territorios.

Así lo reseñó el Comité Internacional de la Cruz Roja (Cicr) en su Informe Anual de Actividades 2009, que fue presentado en la ciudad de Medellín este jueves 22 de abril. Allí se consignan por lo menos unas 800 infracciones al DIH en todo el país, cifra que muestra una reducción considerable en relación al año 2008, principalmente en actos como el desplazamiento forzado, los homicidios en persona protegida y la contaminación por armas.

Sin embargo, el Organismo Humanitario señaló su preocupación por la situación de las víctimas de violencia sexual, por los casos de ocupación de bienes por parte de grupos armados ilegales y la transformación que ha tenido en el último año el  conflicto armado, que se ha trasladado a zonas rurales alejadas y de difícil acceso, lo que hace más compleja la documentación y el conocimiento de las violaciones e infracciones al DIH.

“Esto hace que las víctimas sean menos visibles y que se conozcan menos casos de infracciones. Es una tendencia que hemos observado y eso explicaría la reducción en el número de infracciones reseñadas en el Informe”, declaró Joelle Kuhn, jefe adjunta de la Subdelegación Medellín

Para el caso de Antioquia, los enfrentamientos entre el Ejército y grupos armados ilegales, en este caso el 18 Frente de las Farc, se han concentrado en zonas rurales de los municipios de Peque e Ituango, razón por la cual el Cicr mantiene atención prioritaria en esta última localidad.

De hecho, de los 25 casos de desplazamiento masivos que el Organismo atendió en 2009 en todo el país el único que se registró en Antioquia fue en Ituango. Según el Informe, el 22 de junio de 2009 recibieron asistencia humanitaria unas 396 familias (1.033 personas en total) provenientes de 12 veredas, quienes debieron abandonar de manera forzada sus hogares por presiones de las Farc.

Como se recordará, el pasado 2 de abril se registró un nuevo éxodo forzado en este mismo municipio. Cerca de 883 campesinos de cuatro veredas se desplazaron hacia el casco urbano municipal. En sus versiones, los labriegos señalaron que la salida forzosa de sus territorios se debió a presiones de este grupo insurgente.

El Informe también señala que el Nudo de Paramillo, que cobija a los municipios de Ituango, Dabeiba, Peque y Mutatá, es la región antioqueña donde más contaminación por armas se ha detectado. La presencia de minas antipersona y munición sin explotar ha puesto en grave riesgo a la población de esta zona rural.

De otra parte, Joelle Kuhn manifestó que el Cicr mantiene un monitoreo permanente de la situación humanitaria en los municipios del Bajo Cauca antioqueño, región del departamento donde actualmente se registran graves problemas de orden público que vienen vulnerando los derechos humanos de la población civil en general.

Según Kuhn, la confluencia en esta zona de las llamadas bandas criminales o nuevos grupos emergentes, reductos de la guerrilla, la Fuerza Pública y la delincuencia común han generado un complejo panorama de seguridad que a su vez genera graves infracciones humanitarias a la población civil.

“Las afectaciones más visibles en esta región son los homicidios, los desplazamientos de núcleos familiares; es decir, no hablamos de casos masivos sino de éxodos gota a gota. También se han presentado presiones hacia la población civil y violencia sexual ejercida por estos nuevos grupos “, sostuvo la Jefa Adjunta.

Sobre este último particular, El Organismo Humanitario documentó 82 casos de violencia sexual perpetrados en 2009 en todo el país; en 45 de ellos las víctimas fueron menores de edad y adolescentes de ambos sexos, en 31 casos se trató de mujeres y en seis de ellos la afectación se produjo en hombres.

No obstante, la Jefa Adjunta expresó que dado el subregistro existente, el número de casos puede ser mucho mayor: “Los casos que se reportan al Cicr generalmente son por parte de las víctimas de desplazamiento, porque es más fácil para declarar en un ambiente más tranquilo y fuera de la zona. Pero hay muchas víctimas que están en la región y que no hablan del tema, por miedo a represalias. Por eso, los casos reportados son mucho menor de los que son en la realidad”.

Frente a los perpetradores, Kuhn señaló que la tendencia que se ha observado, en los casos de violencia sexual, es que los integrantes de los grupos armados recurren continuamente al abuso sexual, principalmente de las mujeres y adolescentes, en las zonas donde operan como mecanismo de control y presión sobre las comunidades.