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Las “convivir” se convirtieron en verdugos de niños de la calle de Medellín

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Se estima que en Medellín unos 2.500 niños y adolescentes se encuentran en situación de calle.
“Desde hace muchos meses los ‘convivir’ vienen persiguiendo a los jóvenes en situación de calle, a veces con la complicidad de algunos agentes de la Policía. Los desaparecen, los golpean, los asesinan y el hecho de que a nadie le importe, eso no va conmigo”.


La aseveración es de Jorge*, un joven de 18 años de edad que hasta poco más de un año integraba las estadísticas de niños y adolescentes que habitan las calles de Medellín. Ahora, gracias a un proceso re-educativo que adelantó en la Fundación Hogares Claret, no sólo ha cambiado su vida sino que además siente que tiene las condiciones necesarias para hablar en nombre de sus “compañeros”, como él mismo dice, y denunciar los atropellos que padece a diario este grupo poblacional.

 

Con esta convicción acudió Jorge al recinto del Concejo de Medellín, donde este miércoles 28 de abril se debatió sobre las acciones realizadas por la Administración Municipal para garantizar el cumplimiento y el respeto de los derechos de la niñez. Durante varias horas aguardó pacientemente el uso de la palabra para expresarle a los Corporados y los Secretarios Municipales presentes en el Cabildo lo que él considera “una grave violación a los derechos de la niñez y adolescencia en situación de calle”.

 

Sin embargo, el momento no llegó y tuvo que conformarse con el minuto y algo más de tiempo que le cedió, de su propia intervención, el personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas. Pese a la brevedad, las palabras de Jorge fueron contundentes.

 

“En el centro de Medellín, los llamados ‘convivir’ agreden constantemente a los jóvenes habitantes de calle y algunos agentes de la Fuerza Pública han hecho caso omiso de esta situación. No desconozco la admirable labor que viene realizando la Policía de Infancia, que nos han ayudado mucho, pero sí es muy preocupante que se sigan presentando casos de torturas, desapariciones y asesinatos y que no se haga nada al respecto”, manifestó.

 

Ya en las afueras del recinto, Jorge le narró a la Agencia de Prensa IPC las situaciones de las que ha sido testigo y que dejan al descubierto cómo estos grupos ilegales de vigilancia privada ejercen justicia por mano propia, acciones  que ya han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la propia Personería de Medellín.

 

“Desde el 15 de enero no tenemos noticia de un joven, amigo mío entre otras cosas, llamado Fredy Córdoba, de 15 años de edad. Los ‘convivir’ lo capturaron en Prado Centro, porque supuestamente estaba robando. En la calle se dice que ‘lo enmaletaron’. ¿Qué significa eso? Que lo desaparecen o lo asesinan y dejan su cuerpo por ahí abandonado”, señaló.

 

Si bien ahora su vida ha dado un giro radical gracias a su proceso re-educativo, este joven no se olvida de los amigos que aún permanecen deambulando por las calles. Prueba de ello es que familiares y personas cercanas a estos menores de edad lo consultan constantemente sobre el paradero de algunos jóvenes de quienes hoy no se sabe nada.

 

“La semana pasada, la madre de un joven habitante de calle me llamó para que le ayudara a encontrar a su hijo. Yo lo conocía, sé que le decían ‘El Zarco’ y está desaparecido desde hace dos meses. Estuve indagando y lo que me dicen en la calle es que a él lo montaron en un Twingo negro por el sector de los Puentes (Avenida Oriental) y que lo más seguro es que no aparezca vivo”, agregó.     

 

Razones de peso tiene para creer dicha versión: “En abril pasado el cuerpo de una amiga mía, llamada Jesica, fue encontrado degollado en el Río Medellín, por los lados de la Universidad de Antioquia. Ella se mantenía con un combo de pelados de Prado Centro y lo que todos dicen en la calle es que ‘El Carnicero’ se la llevó en el Twingo negro, porque supuestamente era una ladroncita”.

 

En este punto del relato, Jorge toma un segundo aliento, pues recordar a este personaje no le trae gratos recuerdos: “Hay un hombre al que le apodan ‘El Carnicero’. Es uno de los ‘convivir’ de Prado Centro, y se moviliza en un Twingo negro. Yo lo conozco, porque en diciembre de 2008, cuando yo todavía vivía en las calles, me atacó. Me pegó dos puñaladas simplemente porque estaba caminando por los lados de la Plaza Minorista”.

 

Lo que más le sorprende a este joven es que pese a que han pasado más de 18 meses desde aquel incidente que por poco lo cuesta la vida, los hombres que lo atacaron continúan con sus prácticas y en los mismos sectores, no obstante las denuncias que los mismos habitantes de calle han formulado ante efectivos de la Policía.

 

“Lo que pasa es que los comerciantes del centro los legitiman, por así decirlo, porque le pagan a esta gente. Ellos cobran cada semana y todos pagan. Se mantienen armados. Usted los ve en todos los parques del centro: Bolívar, Berrío, Botero; por la Facultad de Salud Pública, por Bolívar, Prado Centro. No hay lugar del centro que no esté controlado por los ‘convivir”, explicó.

 

Gracias a los nuevos aprendizajes que le ha dado la vida, Jorge no se quiere quedar sólo en el recuento de los hechos. Es consciente que la colaboración con las autoridades judiciales y de Policía será fundamental para detener esta situación que viene agudizándose en los últimos meses, pero que ha sido recurrente en los últimos dos años.

 

“Yo estoy dispuesto a denunciar ante las autoridades, porque no es justo que se haga esto con los niños que están en las calles, como tampoco es justo que algunos agentes de Policía hagan caso omiso a estas situaciones. A mí me tocó ver a agentes de Policía que le decían a los ‘convivir’ que ‘bien pueda haga lo quiera’ o que nos decían a nosotros cuando denunciábamos: ‘resuelvan ustedes ese problema’. Yo sé que todos los Policías no son así, pero los niños y jóvenes habitantes de calle también tienen derechos y hay que hacerlos respetar”, sentenció.      

 

*Nombre omitido por solicitud de la fuente