Por lo menos unos 264 niños, niñas y adolescentes de los barrios más populares de Medellín están por fuera del sistema educativo. Así lo reseña
El estudio buscaba identificar el número de jóvenes por fuera del sistema escolar así como los factores que están generando la deserción. Para ello, los integrantes de
“Combos adelanta proyectos dirigidos a la infancia y a la juventud en más de 15 barrios de la ciudad y en ellos les preguntamos a los niños si conocían amigos o compañeros que no estuvieran asistiendo a la escuela. Luego, los identificamos e indagamos el por qué no están en las aulas”, explicó Gloria Amparo Henao, directora de
Dicha metodología les permitió identificar un total de 264 niños que no están asistiendo a clases siendo los principales motivos para ello la desmotivación, la falta de cupo, la violencia en los barrios, el desplazamiento forzado, la necesidad de laborar, las dificultades económicas y familiares. El informe también destaca otras variables como la negligencia por parte de los adultos y la maternidad adolescente.
Aunque las causas varían de acuerdo a la edad y al género, para los investigadores de Combos es altamente preocupante que 30 de los encuestados haya manifestado desmotivación como motivo de la deserción, lo que permite inferir que la educación no se encuentra dentro de las expectativas de realización personal de los menores de edad de los barrios populares.
Asimismo, llama la atención que si bien en los primeros años escolares las niñas encuentran más dificultades para acceder al sistema escolar, a medida que pasan los años son los hombres los que más abandonan la escuela debido, en buena parte, “al contexto de violencia que se vive en los barrios de la ciudad, los altos grados de agresividad y violencia al interior de las escuelas y colegios que involucra en su gran mayoría a los hombres, así como los problemas de orden económico de las familias, que los lleva a ingresar al mundo laboral, restringiendo o poniendo en segundo plano su formación académica”.
De acuerdo con este estudio, los sectores de la ciudad que más presentan niños desescolarizados son el centro (comuna 10) con 63; Manrique (comuna 3) con 18; Golondrinas (comuna 1) con 17; Popular (comuna 2) con 14; Altos de
No obstante, también aparecen reseñados barrios como Llanadas,
Los análisis de los resultados muestran que el género masculino presentan mayores dificultades para su permanencia en la escuela, pues de la cifra total 165 son hombres y 99 son mujeres. Asimismo, los adolescentes comprendidos entre los 13 y los 16 años representan el mayor porcentaje de población por fuera del sistema educativo, para un total de 135 de ellos que no asisten a clases.
Para los investigadores de Combos, este dato genera gran preocupación pues son estas edades las de mayor vulnerabilidad frente a problemáticas como la vinculación a grupos armados, drogadicción, delincuencia común, embarazo adolescente, explotación sexual, entre otros.
“Se trata de un momento donde el buen uso del tiempo es un factor de protección para acceder a horizontes vitales plenos de sentido”, señala el informe en sus apartes. La investigación también indagó por el tiempo que llevaban los menores de edad sin asistir a clases. El análisis arrojó que el 31% de los encuestados no ha podido asistir en lo que va corrido del año y un 20% desde el año anterior.
“Es un porcentaje muy alto de niños, niñas y jóvenes que están sin estudiar, lo que genera preocupación y desconcierto si se tiene en cuenta que son menores de edad que están expuestos a los riesgos que se viven estando por fuera del sistema escolar”, añade la investigación.
Si bien no se trata de un censo masivo o un estudio técnico en toda la ciudad sino de un diagnóstico focalizado, Gloria Amparo Henao, directora de Combos, destacó los resultados de la investigación toda vez que la metodología empleada no sólo es confiable en cuanto al levantamiento de de la información sino que además, permite sensibilizar a los adultos sobre la importancia de que los niños vayan a la escuela.
“Indagar en los barrios donde adelantamos algún proyecto nos permitió obtener información de primera mano y verificable, pues los menores de edad desescolarizados los tenemos identificados con nombres y documentos de identidad”, manifestó
El informe fue elaborado durante las primeras semanas del mes de abril, previo a