A su corta edad, Juan* siente que tiene muchas cosas por las cuales enorgullecerse: es uno de los presidentes de juntas de acción comunal más jóvenes de la ciudad; fue condecorado por el propio alcalde Alonso Salazar como joven ejemplar de Medellín, adelanta estudios superiores pues anhela sacar adelante a su familia y a pesar de crecer en uno de las zonas más conflictivas de la cuidad como lo es la comuna 13, nunca quiso (ni sabe lo que es) empuñar un arma.
Sin embargo, nada de lo anterior le sirvió para protegerse de los efectos perversos de un conflicto armado que desangra todos los barrios de la comuna
En su caso, Juan sigue sin encontrar respuestas que justifiquen su situación. Quizás su único pecado fue vivir en un territorio donde está prohibido que los jóvenes sean neutrales frente a una guerra que fuerzas externas quieren imponer. “Nos quieren meter al conflicto a las malas. Le dicen a los pelados: ‘o está con ellos o con nosotros o se va del barrio”, cuenta este líder comunitario, quien ahora pasa sus días encerrado en uno de los albergues que tiene acondicionado
Según
“Me salvaron la vida”
“Yo estaba en una reunión de presidentes de acciones comunales por los lados de Juan XIII cuando don Oved*, el presidente de Asocomunal, que se había quedado afuera del salón, vio dos pelados muy sospechosos que entraban y salían. Él escuchó cuando uno de ellos dijo: ‘sí, ahí está, esperemos que salga para no calentar la reunión’. A mí ya me habían advertido que me estaban buscando para matarme pero yo no creía porque, pues, yo no me metía con nadie ni había hecho nada raro”.
“Yo le había comentado a don Oved lo de las supuestas amenazas. Por eso el se asustó mucho ese día cuando vio a esos pelados. Estaban muy sospechosos. Antes que terminara la reunión, él entró al salón y me dijo: ‘afuera hay unos pelados que yo sé que son de
“Fui a
“Entonces fui a
“Esos pelados son capaces de quemarle la casa si no encuentran a su hijo’, le dijeron a mi mamá. Le dije entonces que saliera del barrio, que se viniera para el albergue y ya ve, aquí estamos los dos. Ya vamos para 15 días aquí, sin poder salir, sin hablar con nadie del barrio, a duras penas con una tía y un amigo. Eso llevó también sin poder ir a estudiar porque, la verdad, me da miedo caminar por la ciudad. ¡Y como estaba de encarretado! Imagínese, estaba estudiando edición de video en
“Hace como dos días me llamó don Oved, el señor que me sacó ese día de la reunión y me dijo: ‘mijo, cuídese que parece ser que ya saben donde está escondido usted’. Me pregunto si será verdad, pero eso me produce más miedo todavía. Volví y le dije a los de
“A don Oved también lo amenazaron y parece ser que fue porque me ayudó a escapar ese día de la reunión. También se va ir del barrio. ¿Por qué me amenazaron a mí? ¡Ojalá supiera! Aunque, la verdad creo que porque soy joven. Yo era el presidente de junta de acción comunal más joven de la ciudad. A mí el Alcalde (de Medellín) me condecoró una vez. Es que las cosas en la comuna (13) están muy jodidas. A los jóvenes los quieren meter al conflicto a las malas. Le dicen a los pelados: ‘o está con ellos o con nosotros o se va del barrio’.
Jóvenes en la mira
“Imagínese que los pelados de
“Ahora, ellos creerán que como yo conozco a los de la banda, también doy bala. Por aquí es así: sos un pelado, entonces das bala y por eso las fronteras. Aunque también creo que ellos pensarán que yo apoyo a la banda del barrio. Hermano, ¡pero es que trabajar aquí es muy duro! El jefe de
“Imagínese que un amigo mío y yo coordinábamos un grupo juvenil en el barrio. Hace como dos meses, los pelados de
“¿Y sabe qué me dijo el amigo mío cuando hablé con él en estos días?: ‘parcero, me va a tocar dar bala. Aquí le están tirando a todo el mundo y si no me cuido esos hijueputas (sic) van a acabar conmigo y con todos nosotros’. ¡No sabe la tristeza que me dio! Yo sí le dije: ‘marica, pues como te vas a meter en eso, vos sos guevón. Te vas a dañar la vida en eso y a dañar el proceso tan bacano que llevábamos (sic)’. Pero hermano, allá las cosas para los jóvenes son así: o estás con uno, con el otro o te vas del barrio”.
“La verdad yo no sé que hacer. A mí me dieron una ayuda por 15 días y ya se me cumplieron.
“En estos días viene mi hermano para acá también porque nos da miedo que se quede solo por allá. La casa quedó sola. Mi abuela y una tía van de vez en cuando a darle vuelta. Ojalá esos pelados no se queden con la casa. ¿Qué si eso pasa?, Claro, más de lo usted se imagina”.
“Y ya ve, me la paso aquí, encerrado, con mi mamá. Vamos a ver qué pasa. Tengo varios amigos concejales y voy a hablar con ellos a ver si me pueden ayudar. Lo que más quiero en este momento es estar en un lugar tranquilo, seguir estudiando, eso me encarreta mucho. Pero ya ve cómo le cambia a una la vida por maricadas (sic) que ni siquiera son con uno”
*Nombres cambiados a petición de la fuente