Inicio Derechos Humanos Muerte de líder en Oriente antioqueño despierta inquietudes y temores

Muerte de líder en Oriente antioqueño despierta inquietudes y temores

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  •   Labriego asesinado denunció en 2010 irregularidades en el Cañón del Melcocho
  •   El levantamiento de su cadáver sólo se realizó 72 horas después de su muerte

Los extraños acontecimientos que rodearon el asesinato del líder campesino Andrés Álvarez Orozco, ocurrido el pasado 7 de abril en zona rural del municipio de Carmen de Viboral, despiertan nuevos temores y zozobras entre organizaciones sociales y campesinos del Oriente antioqueño. Al momento de su muerte, Álvarez Orozco se desempeñaba como vicepresidente de la junta de acción comunal de la vereda El Porvenir, corregimiento El Melcocho, municipio de Carmen de Viboral. 

 

Según las primeras informaciones, en horas de la tarde del jueves 7 de abril, hombres encapuchados llegaron hasta la residencia de Álvarez Orozco, en la vereda El Porvenir, donde esperaron varias horas hasta que el campesino regresara de sus actividades y, cuando éste arribó a su vivienda acompañado de su esposa y sus dos hijos, se lo llevaron amarrado en una mula con rumbo desconocido.

Tras advertir que no regresó en toda la noche, familiares y amigos partieron en su búsqueda en las primeras horas de la mañana del viernes 8 abril. El cadáver del líder campesino fue hallado en horas de la mañana en un paraje boscoso a unos ocho kilómetros (aproximadamente) de su casa. Pese a que a las autoridades municipales y de Policía fueron informadas inmediatamente sobre este hecho, sólo hasta el domingo 10 de abril, en horas de la madrugada, se produjo el levantamiento del cuerpo sin vida del labriego por parte de los profesionales forenses.

Lo anterior genera hondas preocupaciones entre los pobladores de la región, toda vez que, pese a los esfuerzos realizados por las autoridades locales, organismos humanitarios y líderes campesinos, no hubo respuesta efectiva por parte de las autoridades competentes para practicar con prontitud la diligencia de levantamiento de cadáver, con lo cual se pueden afectar las evidencias que conduzcan a esclarecer este crimen.

“No entendemos dónde pudo fallar la coordinación. Lo que informan las autoridades es que el mal tiempo que imperó durante el fin de semana no hizo posible el arribo de la comisión al lugar de los hechos”, señaló Jonh Jairo Serna, vocero de la Mesa de Derechos Humanos y Protección Humanitaria del Oriente Antioqueño, entidad que ha estado al tanto de la situación desde el momento mismo de la trágica desaparición del dirigente comunal.

Al parecer, ninguna entidad oficial tiene explicaciones al respecto. La Agencia de Prensa IPC se comunicó con las autoridades de El Carmen de Viboral. Mientras el personero municipal, Leonardo de Jesús Aristizábal manifestó no tener conocimiento de los hechos en particular; la secretaria de Gobierno local, Beatriz Cecilia Álvarez declaró que sólo entregaría información al finalizar el consejo de seguridad programado para las 4:00 de la tarde de este lunes 11 de abril.

Pero lo más preocupante es que con el asesinato de Álvarez Orozco se incrementan los niveles de tensión en la región conocida como Cañón del Melcocho, ubicado en límites de las localidades de El Carmen de Viboral y Cocorná. Como se recordará, A principios de 2010, la Agencia de Prensa IPC dio a conocer una serie de denuncias formuladas por pobladores de esta zona natural sobre situaciones irregulares cometidas contra las comunidades por parte de miembros del Ejército Nacional, en algunos casos utilizando reinsertados de las Farc.

En sus denuncias, las comunidades señalaron que los ex guerrilleros fabricaban minas antipersona con la aquiescencia de los uniformados y luego las ocultaban en parajes boscosos junto con explosivos y armas. Las caletas eran halladas semanas después por el Ejército Nacional y presentadas como “resultados positivos operacionales contra los grupos terroristas que operan en el Oriente antioqueño”.

Entre los señalamientos también figuraban actos calificados como “abuso de autoridad” y atentatorios contra el Derecho Internacional Humanitario, como la realización de bloqueos alimentarios así como constantes señalamientos a los campesinos por parte de algunos uniformados de ser “auxiliadores de la guerrilla”.

En marzo de 2010, la Mesa de Derechos Humanos y Protección Humanitaria denunció que varios de los labriegos que elevaron sus quejas ante los organismos humanitarios fueron amenazados de muerte, al parecer, por reinsertados del grupo insurgente. Entre los intimidados se encontraba Álvarez Orozco.

De acuerdo con Jonh Jairo Serna, vocero de la Mesa de Derechos Humanos, no se tenía conocimiento de nuevas amenazas contra el dirigente campesino. “Tampoco se tenían reportes de presencia de grupo armado ilegal alguno en la región. El Ejército tampoco tenía presencia en la zona”, aseguró Serna, quien además agregó: “Se habla de amenazas contra otros habitantes de la zona, pero hasta el momento no hay nada confirmado”.

No obstante, otra versión tienen los campesinos. Una pobladora de la zona, que pidió expresa omisión de su nombre, informó a la Agencia de Prensa IPC sobre la persistencia de hechos irregulares en el Cañón del Melcocho, como la llegada de “forasteros” que se estaban dedicando a la siembre de cultivos ilícitos. También advirtió sobre la presencia de grupos armados que, incluso, ya habían intimidado a labriegos de la región, situación que estaba generando temor entre los habitantes.

“Todas estas situaciones fueron informadas en su momento a las autoridades, pero no entendemos por qué no se actuó a tiempo”, señaló la fuente. Pese al hecho, los habitantes del Cañón del Melcocho han manifestado su deseo de continuar en el territorio. “Hay temor entre la gente, pero todos han decidido permanecer en sus veredas”, añadió el integrante de la Mesa de Derechos Humanos.