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Problemas de seguridad urbana requieren políticas metropolitanas

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  • Frente a un problema en común como la seguridad, integralidad en políticas
  • Así lo expresaron asistentes al Encuentro Metropolitano de Seguridad

Sólo mediante el diseño de políticas públicas de largo plazo, que logren vincular a cada uno de los municipios del Valle de Aburrá y que aborden las causas estructurales generadoras de violencia, se podrá combatir de manera efectiva uno de los más grandes retos, hoy por hoy, en materia de gobernabilidad para esta subregión: la seguridad y la convivencia.  

 

Así lo concluyeron los asistentes al encuentro metropolitano “Los Municipios tienen la palabra en seguridad, convivencia y reconciliación”, organizado por el Grupo Antioquia de Caminos para la Reconciliación Social y Política y la Secretaría de Gobierno de Medellín, con el apoyo de la agencia de cooperación internacional Trocaire y la Unión Europea.

El encuentro, realizado el pasado viernes 27 de mayo en el Museo de Antioquia, congregó a más de 100 personas entre líderes sociales de los municipios metropolitanos, directores de organizaciones no gubernamentales y funcionarios de la Administración Municipal como el Asesor de Paz y Convivencia de la Secretaría de Gobierno de Medellín, Jaime Fajardo Landaeta.

Por espacio de ocho horas, los asistentes compartieron diagnósticos sobre la situación de inseguridad que vive cada una de las localidades de la subregión, conocieron los avances y retos de las iniciativas que en materia de seguridad y convivencia ha adelantado el municipio de Medellín (sin duda uno de los más afectados por el flagelo de la violencia urbana) y avanzaron en la deliberación sobre la necesidad de contar con políticas públicas metropolitanas para enfrentar los problemas que genera el deterioro de la seguridad.

Y es que si algo dejó claro el encuentro es que la violencia urbana no conoce fronteras ni límites administrativos, máxime en contextos como el actual, donde las organizaciones criminales han tejido toda una red en torno a actividades ilícitas que van mucho más allá de la capital antioqueña, lo que conlleva también una comprensión más global de este fenómeno así como a una articulación más decidida entre las autoridades subregionales. “Hoy en día, estas estructuras organizadas en forma de red pueden tener un nodo en Medellín y extender fácilmente su accionar a Bello, Girardota o Itagüí”, sostuvo José Girón, coordinador del proceso de concertación y participación ciudadana “Diálogo Diverso”.

De hecho, las presentaciones de los líderes sociales provenientes de los municipios dejaron entrever cómo el deterioro de la seguridad y las afectaciones a los derechos humanos derivados de la confrontación entre bandas delincuenciales constituyen hoy la principal preocupación de los habitantes de Itagüí, Bello y Copacabana, por citar algunos ejemplos. “Pero siempre se ha mirado el tema de la seguridad como un problema de Medellín, cuando para estas bandas no existen fronteras. Por ello la importancia de la reflexión que propuso este evento: no más políticas focales, pensemos en políticas territoriales”, añadió Girón.

Para Ramón Moncada, presidente de Conciudadanía, lo anterior también implica vincular más a la sociedad en el diseño de las políticas públicas de seguridad, pues en  últimas son las comunidades quienes padecen los efectos de la violencia urbana, así como avanzar en la construcción del concepto de “ciudad-región”, donde los alcaldes  comiencen a pensar más en la integración de las políticas públicas que en la ejecución de programas puntuales para problemas locales.

“Ahora prima la división territorial por municipios y tenemos un ente administrativo como el Área Metropolitana del Valle de Aburrá sólo para temas de movilidad y medio ambiente. Pero considero que deberíamos tener una figura de orden territorial, que no deje el tema de la articulación de las políticas a un asunto de buenas voluntades”, conceptúo Moncada.

Si bien se trata de un planteamiento que comienza a agitarse desde organizaciones no gubernamentales y líderes sociales del Valle de Aburrá, para el Asesor de Paz y Convivencia de la Alcaldía de Medellín la complejidad del fenómeno de la violencia actual debe llevar, más temprano que tarde, a que se piense en la construcción de agendas comunes en materia de seguridad.

“Hay problemas comunes a dos, tres o todos los municipios del área metropolitana. Hay combos que operan en varias localidades. El narcotráfico se mueve en toda la región. Hay municipios que son centro de llegada de los grupos ilegales, otros que son refugio para los cabecillas y otros que son importantes para la operatividad. De ahí que sea importante una integralidad en las políticas y la construcción de una agenda común”, aseveró Fajardo Landaeta.

Al final del encuentro hubo una petición expresa por parte de los asistentes: que los aportes e ideas surgidas durante la jornada se conviertan en propuestas dentro de los planes de gobierno de los candidatos a las alcaldías locales y, por qué no, puedan incluirse en los futuros planes de desarrollo.