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Empresarios deben comprometerse con el trabajo decente en Medellín

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El impedimento de los gobiernos locales para regular a las empresas, en cuanto a calidad de empleo, dificulta el éxito que podría tener la política pública de trabajo decente que está creando Medellín. Para los expertos el mayor reto no será aplicarla en el sector oficial, sino comprometer a los empresarios para que generen empleo de calidad. Por eso las organizaciones sociales proponen la firma de un pacto con el sector privado.

Esta tesis toma fuerza si se considera que la tasa de trabajo informal en Medellín subió al 47% durante el último trimestre de 2011, según las estadísticas del DANE. Aunque el consuelo de muchos es que el desempleo disminuyó en la capital antioqueña, al pasar del 12.3% al 10.9%, la realidad es que la tasa continúa por encima del promedio nacional y sobrepasa a las de Manizales, Bogotá, Barranquilla y Cartagena.

Por esta razón Luz Nelly Osorno, analista del Instituto Popular de Capacitación, considera que la administración municipal debe revisar las condiciones y garantías del empleo que se genera en Medellín, porque el problema del trabajo decente trasciende el tema salarial y la generación de puestos laborales.

“Yo sé que la administración municipal no puede regular a las empresas porque eso le compete al Gobierno Nacional y al mercado, pero si puede verificar que el sector privado genere trabajo decente con los recursos públicos que se le entregan. Muchas empresas reciben dinero a través de los clúster pero no siempre crean empleo de calidad”, explicó Luz Nely.

Para el representante de la Escuela Nacional Sindical, Juan Bernardo Rosado, “la idea de que los gobiernos locales poco pueden hacer por la generación de empleo, es un prejuicio que choca contra la propuesta de una política pública de trabajo decente.” Así lo dio a conocer durante un foro realizado en el Concejo de Medellín a propósito del tema.

Esta dificultad estaría ligada a la falta de un nuevo estatuto del trabajo que, según el líder sindical, les devuelva beneficios a los empleados y ayude a defender los principios laborales de la Constitución de 1991; entre ellos el de “impulsar, promover y defender la descentralización y la facultad de los gobiernos locales para diseñar y definir su destino y manejo de recursos”, expresó Juan Bernardo.

Por su parte, Luz Nely Osorno manifestó que “se debería realizar un pacto social con los empresarios para que se comprometan a generar trabajos decentes. Nosotros consideramos que el trabajo es una de las formas de generar redistribución de la riqueza y por eso se necesita un compromiso real de los privados.”

Ese pacto también debería incluir el compromiso de los empresarios de absorber la mano de obra que está generando la ciudad, agregó Luz Nelly, al señalar que “en el plan de desarrollo de Medellín se hace mucho énfasis en el tema de inclusión laboral, pero existen vacios a la hora de vincular a los nuevos profesionales”

En ese sentido el concejal, Juan Felipe Campuzano, manifestó que “el problema es que las universidades y las instituciones educativas están formando empleados y creen que con una cátedra de emprendimiento ya están formando empresarios.”

A esto se sumaron las declaraciones de Juan David Pérez Ortiz, gerente seccional de la ANDI, quien dio a entender que es necesario promover el interés de los profesionales en el sector productivo y señaló que “de los 2 mil 740 investigadores activos que hay en Medellín, sólo el 5% trabaja en transformación productiva, mientras que el 95% lo hace en ciencias básicas, según cifras del Observatorio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colciencias.”

Un agravante, en el tema de formación laboral, es que falta participación de los jóvenes, porque según Luz Nely Osorno, los adolescentes estudian lo que pueden y no lo que quieren. “El imaginario es que hay que formarlos para lo que la ciudad necesita, que es una Medellín competitiva. Además falta responsabilidad de las empresas porque, nuevamente, la pregunta es si habrá suficiente oferta y demanda para enganchar a todas las personas que se están graduando.”

Esta es una de las razones por las que las organizaciones sociales piden que la Administración Municipal incluya de manera amplia el concepto de trabajo decente en el plan municipal de desarrollo, porque consideran que falta profundidad en ese punto.

 

Trabajo decente un concepto tímido en el Plan de Desarrollo de Medellín

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el concepto de trabajo decente “se basa en el reconocimiento de que el empleo es fuente de dignidad personal, estabilidad familiar, paz en la comunidad, democracias que actúan en beneficio de todos, y crecimiento económico, que aumenta las oportunidades de trabajo productivo y el desarrollo de las empresas.”[1]

Debido a que su dimensión es tan amplia, al parecer “en Medellín existe cierto temor para hablar de trabajo decente, porque realmente ese concepto le exige a una administración que implemente estrategias para poder generarlo”, expresó Luz Nely Osorno.

Para la experta del IPC el concepto de trabajo decente de la OIT “significa contar con un empleo productivo que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo, protección social para las familias y mejores perspectivas de desarrollo personal. Eso lo hace más interesante que la noción de trabajo digno que se incluyó en el Plan de Desarrollo de Medellín, porque ese término se reduciría a un contrato laboral con prestaciones sociales.”

Bajo estos argumentos las organizaciones sindicales y sociales piden que se incluya de manera expresa el concepto de trabajo decente en el plan de desarrollo, con el propósito de garantizar el compromiso de la administración municipal durante el cuatrienio y de ejecutar una política clara.

Juan Bernardo Rosado, de la Escuela Nacional Sindical, afirmó que “el plan de desarrollo tiene muchos puntos en los que se podría incluir el tema del trabajo decente. El plan puede incluir en varias líneas el programa de formación en ciudadanía laboral, el cual queríamos que fuera una cátedra obligatoria pero parece que hay restricciones en el tema.”

Estas sugerencias buscan lograr que la política pública de trabajo decente sea eficaz, para mejorar las condiciones laborales de las personas que actualmente están empleadas y para ayudar a resolver el problema de los 205 mil 345 desempleados que tenía Medellín en el último trimestre de 2011, según el DANE.

Para reducir esa cifra, la Mesa de Trabajo de la ciudad propone crear 60 mil nuevos empleos durante el cuatrienio. Pero la pregunta siempre apuntará a lo mismo ¿De qué calidad serán esos empleos? Por eso se requiere una política clara y el compromiso de los empresarios para garantizar trabajos dignos y decentes.

Yhoban Camilo Hernandez Cifuentes
Periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Candidato a Magister en Ciencia de la Información con Énfasis en Memoria y Sociedad, Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA. Coordinador de la Agencia de Prensa IPC entre 2012 y 2018. Actualmente periodista en Hacemos Memoria. Trabajando por esa Colombia excluida y vulnerada, por aquellos que no son escuchados y por la anhelada paz. Aficionado a la literatura, al rock, a las huertas y a las buenas películas.