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ESMAD agredió a periodista durante paro minero en Caucasia

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Con una lesión en la cabeza y temeroso por su vida, se encuentra el periodista Éder Narvaéz Sierra, oriundo de Caucasia, quien fue agredido por hombres del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) cuando cubría las protestas registradas durante el paro minero en esa población del Bajo Cauca Antioqueño.

Ni el chaleco ni el carné de reportero sirvieron para evitar la agresión contra este joven, que es Consejero Departamental de los Medios de Comunicación del Bajo Cauca ante el Instituto de Cultura de Antioquia. Al momento de ser atacado, Éder grababa la forma como los policías golpeaban a un hombre. Ver video

“Yo tenía mi chaleco puesto, yo estaba grabando con mi cámara las agresiones que en ese momento le estaban propinando a una persona en el piso. En el video se escucha cuando yo digo que soy de prensa, que tengo el chaleco, también les mostraba mi carné, pero ellos me apuntaron con el arma que tienen, me cogieron, me agredieron y me hicieron una herida en la cabeza”, relató el Éder. 

En una clara violación de la libertad de prensa, a este reportero los uniformados lo retuvieron y lo llevaron cerca de una tanqueta donde le quitaron la cámara, el chaleco de periodista y la memoria del celular. Además lo señalaron de ser uno de los agitadores.

“Me tomaron una fotografía diciendo que yo era uno de los líderes de esa protesta, que no era periodista, y que me iban a tomar la foto para denunciar que yo era un infiltrado ahí. Eso me preocupa mucho, siento que corre riesgo mi integridad y la de mi familia”, afirmó el periodista, quien denunció su caso ante la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP). La agresión ya fue rechazada por la Asociación de Periodistas de Antioquia (APA)

Con una herida abierta en su cabeza, luego de ser fotografiado y agredido verbalmente, Éder les solicitó atención médica a los uniformados pero afirma que estos nunca se la brindaron. El joven emprendió camino por su cuenta y más tarde fue auxiliado por una conocida que lo llevó a un hospital. Ver declaraciones de Éder Narváez

Esta agresión ocurrió el domingo 21 de julio en el puente Carlos Lleras Restrepo, a la entrada de Caucasia, donde hasta ahora los desmanes dejan millonarias pérdidas por daños en vías, andenes, semáforos y edificaciones.

A cinco días de paro, el balance del Secretario de Gobierno de Antioquia, Santiago Londoño, es de 7 vehículos incinerados, 33 personas capturadas, 25 policías heridos y 33 civiles lesionados en todo el departamento.

 

Jóvenes manifestantes recibirían comida, agua y hasta marihuana

Se complican las denuncias sobre jóvenes que estarían siendo pagados para adelantar desmanes en medio del paro minero en el Bajo Cauca Antioqueño. Según el Secretario de Gobierno de Antioquia, además de dinero, estos adolescentes estarían recibiendo drogas a cambio de propiciar disturbios.

“Primero sabemos que hay una estructura, y estamos mirando exactamente de dónde viene, que efectivamente ha pagado a los grupos de jóvenes para que estén en las calles. Ellos han recibido comida, agua e incluso tenemos noticia de que han recibido marihuana, por parte de estos organizadores, para estar en las calles. Estamos investigando quiénes están detrás, de dónde vienen estos recursos (…) y quién está financiando estas aristas del paro”, señaló Santiago Londoño.

El funcionario recordó que hasta ahora han ocurrido desmanes en Caucasia, Tarazá y Cáceres, en este último municipio resultaron heridos 10 policías y un civil por la explosión de una granada, además un grupo de manifestantes intentó incendiar la Casa de Justicia y un centro asistencial. En el corregimiento El Jardín, de esta población, todavía persiste la presencia de un grupo de encapuchados que ayer enfrentó a la policía.

Entre tanto en Tarazá un grupo de camioneros denunció que más de 50 vehículos de carga permanecen inmovilizados en una estación de gasolina, luego de que la vía a la Costa Atlántica fuera bloqueada. La carga de al menos 35 camiones habría sido saqueada.

Frente a este panorama, el Secretario de Gobierno informó que “la troncal está abierta y se han quitado todos los árboles que habían cortado –los manifestantes- para impedir el paso. Pero todavía hay una limitación hasta que no tengamos el control de todos los puntos, porque no queremos exponer a los vehículos en el paso.”

Foto: Paro Minero en Facebook

Sobre la situación en Caucasia, Santiago Londoño relató que desde las 2 de la mañana la policía, el ejército y la Alcaldía vienen limpiando los escombros de la troncal y recuperando las fachadas y el ornato público.  Allí “hay una situación de relativa calma, está la policía patrullando por la mayor parte del pueblo y no hemos tenido enfrentamientos”.

En general, en el resto del departamento hay un parte de tranquilidad a excepción de Briceño, donde, vía mensajes de texto, un grupo de comerciantes denunció amenazas para cerrar sus negocios en solidaridad con el paro minero.

“De todos modos nos parece compleja la situación porque Briceño no es un municipio minero por excelencia y la minería que hay en Briceño, que es poca, está realizándose de manera normal, allá no están en paro. Entonces estamos investigando con la Sijín y con el señor alcalde de dónde vienen estas amenazas, lo cierto es que han logrado atemorizar a algunos de los comerciantes y tanto el transporte público como el comercio han cesado desde antier”, aclaró Santiago Londoño.

 

Fracasó negociación. Mineros se ratifican en el paro

Sin acuerdo terminó en Medellín la reunión del domingo 21 de julio para tratar de conjurar el paro minero. En el encuentro realizado en la Gobernación de Antioquia, estuvieron presentes delegados del Gobierno Nacional y 25 negociadores del Comité Nacional de Paro, provenientes de todas las regiones del país integradas a la protesta minera.

Pese a los acercamientos, los labriegos se pararon “dignamente” de la mesa, como afirmó el presidente de la Confederación Nacional de Mineros de Colombia (CONALMINERCOL), Ramiro Restrepo Guerrero, al indicar que “el Gobierno insiste en su posición radical de no negociar mientras haya bloqueos y paro, y nosotros también seguimos en una posición radical de no levantar las concentraciones.”

El dirigente minero reveló que luego de 5 días de paro, en el Bajo Cauca Antioqueño, habría unas 20 mil personas congregadas y en todo el país serían 200 mil labriegos protestando. Y agregó: “sigue sumándose más gente a la protesta y nos mantenemos firmes en la posición de un cese indefinido de actividades hasta que no logremos un acuerdo que nos permita trabajar dentro del marco de la ley.”

Según un comunicado del Comité Nacional de Paro, “el Gobierno, en cabeza del Viceministro del Interior, Dr. Carlos Eduardo Gechen, bloqueó cualquier posibilidad de discutir el Pliego de Peticiones, presentado el 12 de julio.  Esto ocurrió a pesar de que en la mesa de negociación también se encontraban funcionarios de varios ministerios, con ánimo de discutir nuestra propuesta, consistente en hacer un reconocimiento a la minería informal y derogar el decreto 2235, entre otros puntos esenciales.”

Justamente el decreto 2235 de 2012, por medio del cual se autoriza a la fuerza pública para quemar la maquinaria utilizada en lo que el Gobierno calificó la minería ilegal, es uno de los cuellos de botella de esta negociación, como lo reconoció Ramiro Restrepo.

“El Gobierno dice que es una herramienta eficaz, según ellos, que les permite identificar perseguir y a los criminales que se han infiltrado en la actividad minera. Para nosotros es un peligro, no solo para el patrimonio, sino para la integridad física de las personas”, indicó el dirigente minero.

Con el apoyo del episcopado colombiano se espera que en las próximas horas pueda realizarse una nueva reunión para ponerle fin a este cese de actividades y lograr un acuerdo que les permita a los mineros informales del país formalizar y legalizar su actividad.

 

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Yhoban Camilo Hernandez Cifuentes
Periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Candidato a Magister en Ciencia de la Información con Énfasis en Memoria y Sociedad, Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA. Coordinador de la Agencia de Prensa IPC entre 2012 y 2018. Actualmente periodista en Hacemos Memoria. Trabajando por esa Colombia excluida y vulnerada, por aquellos que no son escuchados y por la anhelada paz. Aficionado a la literatura, al rock, a las huertas y a las buenas películas.