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Repensando la seguridad desde lo comunitario

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La seguridad alimentaria, la seguridad en salud y la seguridad comunitaria, son algunas de las situaciones que afectan la seguridad humana y que fueron priorizadas por cuatro comunidades de Medellín, en desarrollo del proyecto Iniciativas Ciudadanas para Mejorar la Seguridad Comunitaria: Trabajando con Comunidades Vulnerables para Enfrentar la Violencia Urbana en Medellín”, coordinado por el Observatorio de Seguridad Humana de Medellín (OSHM), adscrito al Instituto de Estudios Regionales de la Universidad de Antioquia (INER).

La investigación fue socializada en la capital antioqueña el pasado 7 de noviembre, en desarrollo del seminario internacional “Ciudad latinoamericana: crimen, violencias y alternativas comunitarias de seguridad”.

Libardo Andrés Agudelo, investigador comunitario del OSHM, explicó que el proyecto se realizó en la comuna 1 (Popular), con el grupo poblacional de mujeres; en la comuna 6 (Doce de Octubre), con niños y niñas; en la comuna 8 (Villa Hermosa), con población LGBTI y desplazados; y en la comuna 13 (San Javier), con jóvenes.

Sobre las situaciones o hechos que afectan la seguridad humana para estos grupos poblacionales, Libardo Agudelo reveló que, de acuerdo con el estudio, para las mujeres las principales afectaciones radican en la seguridad personal, en la económica, en la alimentaria y en la salud.

Para la población LGBTI, las principales dificultades se relacionan con la seguridad personal, la comunitaria y la salud. El investigador agregó que este grupo poblacional resulta afectado por presiones de grupos armados y que su condición sexual implica condicionamientos.

En el caso de los jóvenes, las afectaciones se situaron en la seguridad personal, la comunitaria, la económica, en el reclutamiento y en la estigmatización. Por su parte, los niños y niñas identificaron problemas con la seguridad personal, la alimentaria, la comunitaria y la salud.

Finalmente, Libardo Agudelo se refirió a la difícil situación de la población desplazada, cuyas principales afectaciones de seguridad humana están relacionadas con la seguridad alimentaria y la comunitaria. Este grupo poblacional, según la investigación, resulta vulnerado por un Estado no garante de derechos y enfrenta una participación condicionada en la ley de víctimas –Ley 1448 de 2011-.

El investigador anotó que el estudio también abordó la temática de las políticas públicas. Allí se pudo establecer que no hay realmente una participación plena en la construcción de políticas públicas sino que hay una participación condicionada.

La investigación también analizó el campo de impunidad y justicia, en el cual se identificó que ante las ineficacias del Estado,  en los territorios las organizaciones armadas ilegales asumen un rol de administradores de justicia.

En cuanto a las iniciativas comunitarias de seguridad humana, Libardo Agudelo destacó programas institucionales como Buen Comienzo y Escuelas Populares del Deporte. Por parte de la comunidad, se destaca el proyecto Huerta Escuela, en el barrio El Pinal y Sol de Oriente, que aporta a la seguridad alimentaria con incidencia en la población infantil.

 


“Seguridad humana desde abajo”

Heidy Cristina Torres, directora del Observatorio de Seguridad Humana de Medellín, explicó sobre la metodología que se ha utilizado “Iniciativas Ciudadanas para Mejorar la Seguridad Comunitaria: Trabajando con Comunidades Vulnerables para Enfrentar la Violencia Urbana en Medellín”

De acuerdo con la directora, una de las principales características de este estudio es que los investigadores comunitarios son parte activa del proyecto, es decir, no son meros enlaces como suele ocurrir en una investigación tradicional. Los investigadores comunitarios son quienes habitan los territorios estudiados. Ellos investigan y hacen parte activa del proceso análisis.

Heidy Cristina reveló que este proyecto se construyó, en una primera fase, con la participación de la comunidad durante el año 2012. Fue así como se definieron los objetivos y el enfoque de la propuesta. En la segunda fase se realizó un diálogo de sabes para coproducir conocimiento. En la tercera fase, denominada “Del campo a la interacción”, se implementó la metodología y realizaron pruebas piloto. Finalmente, en la cuarta fase, se llegó a la materialización de una ecología de saberes, donde la presentación de resultados se construyó a varias manos.

Yhoban Camilo Hernandez Cifuentes
Periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Candidato a Magister en Ciencia de la Información con Énfasis en Memoria y Sociedad, Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA. Coordinador de la Agencia de Prensa IPC entre 2012 y 2018. Actualmente periodista en Hacemos Memoria. Trabajando por esa Colombia excluida y vulnerada, por aquellos que no son escuchados y por la anhelada paz. Aficionado a la literatura, al rock, a las huertas y a las buenas películas.