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Participación y democracia: claves para construir la paz

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Construir la paz, requiere que en la pos-negociación haya una ampliación de la democracia como forma de resolver los conflictos desde la participación efectiva, el diálogo y la concertación. En ese escenario, es principalmente la sociedad civil la que debe incidir en asuntos como la transformación del modelo económico y el modelo de desarrollo que, en el caso colombiano, han profundizado el conflicto armado.

Esta fue una de las principales reflexiones expuestas en la cátedra “¿Posconflicto o transición a la paz? El papel de la educación y la cultura en tiempos de cambio social”, realizada el 12 de septiembre en la Universidad Autónoma Latinoamericana –UNAULA.

La jornada fue convocada por la Maestría en Educación y Derechos Humanos de esa universidad, desde la Línea de Investigación: Cultura Política, Educación y Derechos Humanos; y por el Instituto Popular de Capacitación -IPC. Universidad Autónoma Latinoamericana e IPC reflexionan sobre la educación en el pos conflicto

Para el IPC, este escenario de reflexión, pedagogía de paz y deliberación pública, es la primera de una serie de actividades, en conjunto con la Universidad Autónoma, para extender a la sociedad las discusiones sobre posconflicto, reconciliación y paz.

 

El pos conflicto debe ser el arribo de la democracia

“El posconflicto es el advenimiento de la democracia como forma de resolver los conflictos. El posconflicto no es ausencia de conflictos es ausencia de guerra, porque los conflictos en sí mismos no son malos, lo malo es cuando se tramitan por la violencia.”

Con esta explicación, Víctor Guerrero, investigador de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, asegura que “la guerra es enemiga de la democracia y es un mecanismo de perpetuar a las élites en el poder; política, económica y socialmente hablando.”

Esta situación suele generar que luego de algún proceso de negociación, haya incrementos en los hechos de violencia. Para ejemplificarlo, el docente recuerda que después de la constitución de 1991, al concluir el aucerdo de paz con el M-19, Colombia vivió un pico máximo de violencia y confrontación armada, en el año 1993, con una avanzada fuerte del paramilitarismo que, para él, podría entenderse como “un miedo de las élites a la democracia.”

De manera que si se quiere lograr una paz sostenible, el fortalecimiento y la ampliación de la democracia es un imperativo, puesto que serían la movilización y la participación ciudadana las que ayudarían a construir una sociedad más justa y plural.

En ese sentido, Jaime Zuluaga, director Académico del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz –INDEPAZ, argumenta que la construcción de la paz no solo implica la superación del conflicto armado, también implica una transformación del modelo económico y de desarrollo que por su naturaleza es generador de violencia.

Para el profesor, los cambios en los modelos económico y de desarrollo deben hacerse desde la sociedad civil organizada, es decir que esos asuntos no pueden quedar exclusivamente en cabeza del Gobierno o de la guerrilla sino que deben estar en el campo de los ciudadanos.

“Por primera vez el Gobierno habló de desarrollo económico con justicia social, eso es importante. También habló de ampliar la democracia, es decir, reconoce que la democracia colombiana es muy estrecha. Pero el modelo de desarrollo y la construcción de la democracia que queremos es tarea de los ciudadanos, de la sociedad civil”, destaca Jaime Zuluaga.

Al respecto, José Girón, analista del Observatorio de Derechos Humanos del IPC, plantea que en Colombia es necesario transformar las relaciones entre sociedad y Estado. Si eso no ocurre, los grupos armados se reestructurarán y reactivarán nuevamente.

El analista llama la atención de que en acuerdos anteriores el país no se ha preocupado lo suficiente de la etapa posterior a la negociación. Por ello pregunta si es que los procesos de paz en Colombia se han enfocado más en la manera como se desmovilizan los actores armados y menos en la forma como se debe transformar la realidad social del país.

Para concluir, Jaime Zuluaga plantea varios desafíos en la construicción de paz en Colombia. Entre ellos se destacan la necesidad de hacer un remezón en el Estado, principalmente en la Justicia, las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad; y el imperativo de construir una paz territorial, para lo cual se requiere desmontar autoritarismos sub-nacionales y redes de poder económico y político, tanto de narco-paramilitarismo como de guerrillas.

 

Dos décadas de transición hacia la paz

Colombia está en transición hacia la paz desde hace dos décadas. Y va a seguir construyendo paz, porque en zonas donde ha habido tanta violencia, como es el caso de Antioquia, han surgido iniciativas de resistencia de la sociedad civil.

Con esta idea el profesor Jaime Zuluaga, argumenta que la paz es una construcción y que va más allá de poner una fecha definiendo el fin de la guerra.

Aún en medio del conflicto armado, desde los años noventa en el país se han dado procesos como el movimiento nacional por la paz y, en años más recientes, en la situación de las víctimas han sucedido cambios favorables, expone el académico.

Con este planteamiento coincide el docente Víctor Guerrero, quien agrega que Colombia ha transitado por varios procesos de negociación que le han dejado enseñanzas. Entre ellos destaca la Constitución de 1991 como salida democrática, participativa y consensuada.

Yendo un poco más allá, Víctor Guerrero destaca que durante el gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, aparecen en Colombia otros léxicos oficiales que van enviando un mensaje de transición hacia la paz. Entonces “términos como memoria histórica cobran fuerza porque hemos sido un país de amnistías y porque la memoria pone en evidencia mitos y mentiras institucionales”, construidos por las élites en medio del conflicto.

A la par con lo anterior, otro cambio en el lenguaje está dado en el campo de las víctimas con el reconocimiento de sus derechos a la verdad, la justicia y la reparación; y en el mismo reconocimiento del conflicto, desconocido como tal durante la presidencia de Álvaro Uribe.

Pero en este transitar hacia la paz, José Girón, hace pregunta ¿Cómo creer en la paz y cómo atreverse a construirla cuando solo se sabe de la guerra? Desde allí, hace un llamado a la necesidad que tiene Colombia de transformar valores y creencias orientados al autoritarismo y a la resolución violenta de los conflictos.

Por eso José Girón concluye que es necesario trabajar por un cambio cultural para que la sociedad sea más proclive a la paz, el diálogo y la concertación como forma de resolver los conflictos. En esa perspectiva, en Colombia es necesario poner la vida, en todas sus expresiones naturales, como valor central en la sociedad.

 


Contexto político en América Latina envía señales positivas a la paz en Colombia

Al analizar el contexto en el cual se dan las actuales negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, en La Habana (Cuba), el director Académico del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz –INDEPAZ, Jaime Zuluaga, refirió que la situación de la geo política regional cobra gran relevancia para este proceso de diálogo.

De acuerdo con el docente, varios escenarios políticos de América Latina le dan señales a la guerrilla de que sí es posible competir desde la política sin necesidad de continuar por el camino de las armas. Para ello, citó los casos de los presidentes Dilma Rousseff, en Brasil; Sálvador Sánchez Cerén, en El Salvador; Pepe Mujica, en Uruguay; y Daniel Ortega, en Nicaragua; quienes hicieron parte de movimientos guerrilleros.

Otra señal importante, es que por primera vez la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños –Celac, envió un mensaje hablando de la independencia de Puerto Rico, última colonia estadounidense. Así mismo, se destaca el camino recorrido por la Unión Latinoamericana de Naciones –Unasur y la importancia que viene adquiriendo para la región, en comparación con la Organización de Estados Americanos -OEA. Estos asuntos, dan luces de que la geopolítica en Latinoamérica se está moviendo en otro campo diferente al del “proteccionismo” norteamericano. 

En cuanto al contexto del conflicto colombiano, el profesor Zuluaga, indica que en el presente escenario de diálogos también han cambiado las condiciones, comparado con procesos de negociación anteriores, pues en la actualidad las guerrillas no están en un momento de expansión y victoria militar, como ocurriera en otros tiempos, lo cual sería producto de una sostenida política contra insurgente que, sin embargo, tampoco ha podido derrotar a la insurgencia.

Desde el punto de vista económico, actualmente la negociación de paz resulta de gran relevancia para las políticas económicas y de desarrollo del Gobierno y para las élites colombianas, si se tiene en cuenta que algunos de sus principales proyectos, como la minería a gran escala y la agro-industria, tienen lugar en las zonas rurales del país. 

Yhoban Camilo Hernandez Cifuentes
Periodista egresado de la Universidad de Antioquia. Candidato a Magister en Ciencia de la Información con Énfasis en Memoria y Sociedad, Escuela Interamericana de Bibliotecología de la UdeA. Coordinador de la Agencia de Prensa IPC entre 2012 y 2018. Actualmente periodista en Hacemos Memoria. Trabajando por esa Colombia excluida y vulnerada, por aquellos que no son escuchados y por la anhelada paz. Aficionado a la literatura, al rock, a las huertas y a las buenas películas.