“Colombia debe resolver problemas estructurales para alcanzar la paz”, Felipe Sánchez

Estas fueron algunas de las principales reflexiones hechas por Felipe Sánchez, director de la oficina Antioquia para la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, durante la cátedra abierta: “Las relaciones internacionales y retos para la paz en Colombia”, convocada por la Universidad de Medellín, el Instituto Popular de Capacitación IPC y la Universidad Autónoma Latinoamericana:

 

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Aunque en Colombia se firme el acuerdo de paz, no va a haber una solución inmediata. La paz se tiene que construir. Teniendo en cuenta esto, la Oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas en Colombia considera que el país tiene al menos tres problemas estructurales que requieren atenderse con más urgencia para hacer posible la construcción de la paz:

1. La impunidad: La justicia colombiana no está funcionando como debiera, el nivel de impunidad es muy alto, eso genera la sensación de que quienes quebrantan la ley no tienen consecuenticas.

Esta situación puede generar problemas con los desmovilizados de las FARC, porque muchos podrían pasarse a las bandas criminales pensando que hay pocas probabilidades de que los capturen.

2. El país requiere una política pública de desarrollo social: Colombia es considerado un país de renta media, pero a nivel de América Latina ocupa el tercer lugar en desigualdad social, después de Haití y Guatemala. Esto indica que en Colombia la riqueza está mal distribuida y hay que cambiar esa situación, porque la desigualdad en la riqueza implica una vulneración a los Derechos Humanos y más a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC).

La política social actual no propone el reparto equitativo de la riqueza, por ello genera desigualdad.

3. Corrupción: En Colombia hay dinero, el problema es ¿dónde está? Esta situación hay que superarla

El país no está preparado para el posconflicto, eso es cierto, porque eso implica empezar a construir paz y empezar a resolver los problemas estructurales que propician la violación de derechos humanos. Pero ese no es un problema exclusivo de Colombia, es común a otros países de América Latina.

Finalmente, hay que decir que a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas le preocupa que muchos frentes de las FARC en Antioquia (subregiones de Bajo Cauca y Urabá), en el sur de Córdoba y en Bolívar, están muy vinculados con las bandas criminales y metidos en la lógica del narcotráfico. Eso sin duda es un problema para la desmovilización.

Retos de la comunidad internacional en la construcción de la paz

Los retos son enormes y difíciles de lograr. En la actualidad la comunidad internacional apoya el proceso de paz. La pregunta es: ¿hasta qué punto la cooperación internacional tendrá capacidad económica para apoyar este proceso?

En la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Colombia aparece como un país de renta media, lo que significa que tiene recursos para enfrentar los retos del posconflicto. Entonces lo que requiere el país es una reforma fiscal profunda que permite obtener los recursos que requiere el posconflicto.

De manera que el posible escenario de la cooperación internacional en el posconflicto, estaría más enfocado en apoyos técnicos y políticos que en la posibilidad de recursos económicos.

Pero Colombia no se puede dar el lujo de que este acuerdo de paz fracase por falta de recursos. Hay que buscar alternativas porque este proceso ha costado muchos intentos y hay una posibilidad de resolverlo positivamente.

Colombia no es Haití ni Guatemala, aquí hay recursos, hay que ver cómo obtenerlos, sobre todo de quienes se han beneficiado con la guerra, para ello sería necesaria una política fiscal generosa.