“El posconflicto necesitará recursos de manera urgente”, Laura Gil

Laura Gil, internacionalista, politóloga y analista política, hizo algunos de los siguientes análisis durante la cátedra abierta: “Las relaciones internacionales y retos para la paz en Colombia”:

 

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La coyuntura del proceso de paz en Colombia ––marcada por la superación de la crisis que generó el secuestro y posterior liberación del general Alzate, a manos de las FARC–– permite ser optimista en que el proceso de paz seguirá avanzando.

Pero aunque hoy se puede prever la posible firma de un acuerdo, los tiempos se están agotando. Este proceso no aguanta mucho más: el Gobierno cada vez enfrenta más dificultades para defender la mesa de diálogos en Colombia. Por eso llegó el momento de ponerle fecha límite a la negociación.

Y eso es complejo porque se puede afirmar que, desde el inicio del proceso, hay una evolución en el discurso de las FARC, pero es un cambio que ha tomado mucho tiempo, por ejemplo: ya las FARC reconocieron a las víctimas pero aún no reconocen los crímenes de lesa humanidad.

Otro asunto para analizar es el principio de negociar en medio de la guerra; esa metodología ya se está resquebrajando y eso lo evidencian situaciones como el secuestro del general del Ejército Rubén Darío Alzate, por parte de las FARC. Esas situaciones que pasan en Colombia han incidido en la mesa de diálogos en La Habana (Cuba), lo que contradice el dicho de que lo que pasa en La Habana se queda en La Habana y lo que pasa en Colombia se queda en Colombia.

Un  tercer aspecto importante a considerar es que Colombia ha firmado muchos procesos de paz pero no ha pensado en el posconflicto, el cual requiere recursos para reconstruir la sociedad para reparar el daño causado. Ese pos conflicto va a requerir una movilización sustancial de recursos y eso se necesitará de manera urgente, inmediata, porque este proceso de paz no aguanta una intervención escalonada, ya que eso aumentaría el riesgo de incidencia de los enemigos de la paz.

Retos de la comunidad internacional

 

En el proceso colombiano de paz nada debería pasar por Naciones Unidas. De 22 agencias que tiene esa organización en el país, la mayoría sobreviven con recursos colombianos. En este momento hay una puja grande entre la ONU y el Gobierno, porque esa entidad propone un fondo canasta para decidir sobre cómo se gastarán los recursos que reciba el país para el posconflicto.

Y hay que analizar que en el proceso de negociación, la labor de Naciones Unidas se ha limitado a acompañar los viajes de las víctimas a La Habana, pero esa organización no ha logrado instalar espacios de discusión política ni ha generado interlocución política.