“Si no hay acuerdo en 2015, será muy difícil”, Javier Ciurlizza

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Javier Ciurlizza, director de Programa para América Latina y El Caribe de International Crisis Group, en la cátedra abierta: “Las relaciones internacionales y retos para la paz en Colombia”, analizó, entre otros asuntos, los siguientes aspectos del proceso de paz en Colombia: Ver video

Los dos principios esenciales del proceso de negociación entre el Gobierno colombiano y las FARC –– 1. Nada está acordado hasta que todo esté acordado 2. Negociar en medio de la guerra –– significan un gran avance frente procesos anteriores con esa guerrilla, como fue el de San Vicente del Caguán en 1998, donde las partes estaban más preocupadas por cómo desmilitarizar la zona de despeje que por negociar acuerdos.

Un elemento particular del actual proceso de negociación, es que ha cambiado la relación de fuerzas entre Gobierno y guerrilla, pues las FARC pasó de contar con 20.000 hombres en 2002, pasó a tener entre 7.000 y 8.000 combatientes en 2010. En ese sentido, el presiente Juan Manuel Santos entiende que la mejor manera de resolver el conflicto es mantener la ofensiva militar.

Un elemento muy importante de este proceso es que las características del conflicto y las condiciones de negociación no son estáticas, sino que han ido cambiando, eso se refleja en situaciones como el secuestro y posterior liberación el general Alzate.

Sin embargo, el caso del general Alzate revela una tensión cada vez más grande entre el Gobierno y las fueras militares. Ese es un problema que hay que manejar, es muy importante que las fuerzas militares participen en la construcción de la paz.

El pronóstico de International Crisis Group sobre el proceso de paz en Colombia, es que el tiempo se está acabando. Si no hay acuerdo en el año 2015 será muy difícil culminar la negociación. Además hay temas pendientes como el hecho de que el ELN aún no está en una mesa de negociación; la desconfianza de la población civil en el proceso, principalmente en los territorios región, más que en las ciudades; y los problemas de violencia en las regiones, bien sea por narcotraficantes, bandas criminales o economías ilegales.

Este último asunto es importante si se considera que una eventual desmovilización de las FARC dejaría un vacío que en el mejor de los casos entraría a llenar el Estado, pero que también podría ser ocupado por los grupos armados ilegales interesados en la producción y tráfico de cocaína.

 

Retos de la comunidad internacional

En el ámbito económico el proceso de paz en Colombia tiene varios problemas:

1. Las organizaciones internacionales no se han recuperado de la crisis económica, principalmente en Europa. Esto indica que el proceso está en un escenario en el que hay menos plata.

2.  Pero además, el proceso se desarrolla en un momento en el  que Naciones Unidas y otros actores tienen problemas para mostrar eficacia en la resolución de crisis agudas, como en el caso de Siria y Sri Lanka, por ejemplo.

3. Y en relación con lo anterior, el tercer factor es que quienes han puesto la plata en Colombia están distraídos atendiendo situaciones de crisis más complicadas en otros países.

Pero el proceso de paz en Colombia genera expectativas porque puede tener novedades. Por ejemplo, en Colombia no se usarían las estrategias básicas de sostenibilidad y construcción de la paz, usadas tradicionalmente por Naciones Unidas, como serían la llegada de una fuerza militar externa o la asistencia técnica a la desmovilización y el desarme porque Colombia es un Estado que, pese a sus dificultades, tiene capacidad de controlar el territorio; y también porque una fuerza militar externa tendría riesgos, debido a la presencia de bandas criminales.

Lo que haría una misión internacional en Colombia sería respaldar la solución de situaciones de crisis por ejemplo, en el caso del general Alzate, Cuba y Noruega enviaron delegados para recibir al uniformado cuando fue dejado en libertad. Otra labor, sería trabajar en escenarios de verificación del cese al fuego; esto es importante porque aunque en La Habana haya acuerdos, hay dificultades para implementarlos en Colombia.

Otro asunto es el proceso de desarme, porque las FARC no van a aceptar una foto entregando armas al Gobierno, se verían como una guerrilla derrotada. Lo que puede pasar aquí es lo que ocurrió en Irlanda del Norte con el grupo IRA, que entregó las armas a una comisión internacional secreta.

En este contexto, surge la pregunta por ¿qué organismo internacional debería guiar el proceso de posconflicto en Colombia?

· La misión de apoyo al proceso de paz de la OEA está desde el 2003 en Colombia, el problema es difícil que las FARC acepten.

· Naciones Unidas tiene mucha experiencia, el único problema es que la presencia de esa entidad en el territorio colombiano pasaría por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, y el Gobierno de Colombia no querría estar en un consejo de seguridad junto a países como Haití, África y Sudán.

· Estados Unidos, difícilmente sería aceptado por las FARC por situaciones como las que ocurren con la OEA

· UNASUR podría ser aceptado por las FARC, pero tiene la desventaja de que todavía es un cascarón vacío y no tiene experiencia en estos procesos.

· Podrían ser países latinoamericanos como Brasil, Argentina y Chile, que han venido trabajando por mantener la paz con estrategias como los Cascos Blancos.

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