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Resumen ejecutivo

El fenómeno de la extorsión entendido generalmente como una práctica de los grupos armados ilegales para obtener dinero, se ha venido convirtiendo en un impuesto criminal que ejercen dichas agrupaciones para garantizar una supuesta seguridad bajo lógicas de protección violenta.

En esta investigación realizada en la subregión antioqueña del Bajo Cauca, se encontró que a través de la extorsión se vulneran derechos como la vida, el trabajo, la libertad, la seguridad, la libre locomoción en el territorio, la salud –física y mental-, y la educación, entre otros.

Los sectores más afectados son la minería, la ganadería, la agricultura extensiva, el comercio y el transporte. También se encontró que sectores informales como los paga-diarios tendrían que pagar extorsión a los grupos armados ilegales, cuando no pertenecen a las bandas pos-paramilitares.

Entre los actores ilegales que incurrirían en estas prácticas en la región, están “Los Urabaños” o “Clan Úsuga”, que bajo una estrategia de alianzas y franquicias agrupa a otras bandas pos-paramilitares como “Los Paisas”, “Las Águilas Negras” y “Las Autodefensas Gaitanistas”. Así mismo las guerrillas de las FARC y el ELN.

Los montos de las extorsiones que cobran estas agrupaciones irían desde los $70.000 hasta los $800.000 mensuales para pequeños mineros y pequeños y medianos comerciantes; y desde $1’000.000 hasta 3’000.000 para medianos mineros y comerciantes al por mayor. En relación con la ganadería los cobros serían de entre $1.000 y $10.000 mensuales por cabeza de ganado, y para el transporte comenzarían desde $30.000 mensuales para pequeños automóviles.

Pero también hay que señalar que durante la presente investigación se encontraron quejas contra algunos miembros de la fuerza pública que estarían incurriendo en prácticas extorsivas, especialmente en lugares donde hacen retenes.

En la indagación se encontró además que los grupos ilegales usarían diferentes mecanismos para generar temor en sus víctimas, entre ellas, homicidios y desplazamientos ejemplarizantes, como principal forma de castigo a quienes no pagan la vacuna. Pero además, se identificaron otras estrategias para hacer más efectivo el pago de las extorsiones. Entre ellas las siguientes:

a.     Reuniones colectivas

“Los Urabeños” o “Clan Úsuga” habrían reunido a grupos de personas que pertenecen a gremios o sectores comerciales para informales de manera grupal que en adelante van a ser extorsionados. Las citación a estos encuentros extorsivos se haría bajo amenazas. Hasta ahora, según la información encontrada, habrían citado as mineros, transportadores, comerciantes y paga-diarios

b.   Pagos por encomienda

Para evadir la acción de las autoridades y evitar hacer el cobro de manera presencial, en ocasiones los grupos ilegales les pedirían a sus víctimas que envíen el pago de las extorsiones vía encomienda en vehículos de transporte público.

c.    Pagos en especie

Las agrupaciones ilegales no solo cobrarían dinero, en ocasiones también extorsionarían a sus víctimas exigiéndoles pagos en especie con bienes como alimentos, medicinas, herramientas de trabajo, ropa, entre otros.