La paz no es un tema, es una experiencia

En la mesa central de izquierda a derecha: Alejandra Cardona, Laureano Gómez, Marieta Quintero, Ariel Gómez y Milton Santacruz

El 29 de mayo de 2015 la Universidad Autónoma Latinoamericana (Unaula) y el Instituto Popular de Capacitación (IPC) realizaron en Medellín la cátedra abierta “La educación ante los desafíos de la paz en Colombia”.

Al evento asistieron estudiantes de primaria y secundaria, universitarios, profesores de colegios y docentes de universidades, miembros de organizaciones sociales y un grupo de monjas de una institución educativa.

Las principales conclusiones de la discusión, en palabras de Ariel Gómez, docente e investigador de la Maestría en Educación y Derechos Humanos de la Universidad Autónoma Latinoamericana, son las siguientes:

1.  No es posible pensar la paz sin pensar el acto educativo, es decir, no es posible pensar la transformación de una sociedad como la nuestra sin pensar en que es necesario generar estrategias de tipo pedagógico y experiencias de socialización en las que sea posible experimentar que la vida se puede construir con valores, con principios y con creencias diferentes a los de la guerra.

2.   La tierra aparece como un tema central no solo para explicar el conflicto armado colombiano, sino para entender qué tenemos que hacer para poder pensar en la paz. Es decir, tampoco es posible pensar la paz en este país sin pensar el tema de la tierra. Y ese tema va mucho más allá de la restitución, va más allá de entender los sentidos que le otorgamos al territorio, va más allá de entender que el territorio está asociado a la identidad, a los arraigos, a la construcción cultural, a la vida misma.

3.   La paz no es un tema, la paz es una experiencia. Es decir, la paz no es un contenido para memorizarse o para leerlo. En ese sentido el desafío de los maestros es una imaginación creativa que nos permita generar experiencias, estrategias, vivencias en las que sea posible vivenciar la paz.

4.   Es importante entender que hay condiciones objetivas para poder construir paz, y esas condiciones objetivas pasan por pensar el tema de la desigualdad, del despojo, de construir escuelas y llevar luz eléctrica a los lugares que lo necesitan. Pero también es importante pensar en condiciones subjetivas. La profesora Marieta Quintero nos hablaba de las emociones morales, de cómo las emociones son también un dispositivo tan importante para poder construir paz, de cómo el mundo íntimo y subjetivo es tan importante para entrar en relación con otros y otras.

5.   La memoria es un tema del que tenemos que aprender mucho. Entender que NO hay una memoria sino que hay múltiples memorias, así como hay múltiples formas de haber experimentado la guerra, el conflicto armado y también la paz.

6.   La voz de la academia es una voz, no es la voz. Es importante que esa voz entre en contacto con la voz del pueblo, con la voz del campesino, con la voz del indígena, para que ese diálogo de saberes nos permita construir una sociedad basada en principios de diversidad y de pluralidad humana y NO en principios de homogenización.

7.   La conclusión más importante para mí es que hay mucha gente interesada que cree en el tema. Y la asistencia en el auditorio, la diferencia intergeneracional, la presencia de estudiantes de colegio, de jóvenes, de maestros de escuela, de maestros de universidades, de estudiantes universitarios, de monjas, de líderes de organizaciones sociales, lo que demuestra es que hay mucha gente que sí cree en la paz, que cree que es posible construir una sociedad distinta, pero que está buscando las pistas para poder aportar de múltiples maneras.

Los ponentes de la cátedra fueron: Marieta Quintero, coordinadora del Colectivo Nacional de Educación para la Paz; Alejandra Cardona, integrante de la mesa interinstitucional Voces de Paz; Laureano Gómez, miembro de la asociación de víctimas reclamantes Tierra y Paz de Urabá; Milton Santacruz Aguilar, docente del programa Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra.

La cátedra abierta “La educación ante los desafíos de la paz en Colombia”, recibió el apoyo del Colectivo Nacional de Educación para la Paz, el Museo Casa de la Memoria de Medellín, la mesa interinstitucional Voces de Paz, la Corporación Pasolini en Medellín, el grupo de investigación Diverser y la Licenciatura en Pedagogía de la Madre Tierra.