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“Coronell me formó en periodismo investigativo”

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Tras diez años de hacer periodismo investigativo en Noticias Uno y de trabajar con Daniel Coronell, uno de los periodistas más renombrados del país, Carolina Marín goza de un retiro voluntario en Yopal, capital de Casanare. Allí habló con la Agencia de Prensa IPC sobre sus experiencias.


¿Cómo empezó su vida profesional como periodista?

Estudié en la Universidad Externado de Colombia. Lo que me gustaba era el periodismo deportivo y durante el segundo semestre empecé prácticas voluntarias para salir con experiencia de la universidad. Hice un año de prácticas en Canal Capital y después llegué a Noticias Uno, a la sección de deportes. Fue un camino duro porque en el año 2002 todavía era difícil que los hombres les creyeran a las mujeres que hablaban de fútbol.


¿Cómo fue ese ingreso a Noticias Uno?

Al principio difícil porque tenía el acento paisa muy marcado, como de niña mimada, pues yo soy de Manizales. Tuve que trabajar mucho para neutralizar el acento y leer bien. Era tanto el machismo, que mis compañeros de la misma sección, deportes, decían que a Daniel Coronell no le gustaba mi voz y que yo no podía leer. Entonces yo hacía las notas, las escribía, las editaba, pero mis compañeros las leían. Un día se me quitó el miedo y le dije a Daniel Coronell que yo quería que él me dijera qué era lo que no le gustaba de mi voz, para corregirlo. Y él me respondió: “Nunca te he escuchado leer. Métete a la cabina”. Me metí y cuando salí, le dijo a mi jefe inmediato: “Esta niña lee desde hoy en Noticias Uno. ¿Quién le dijo que yo había dicho que no podía leer?”.


¿Desde cuándo pasó a cubrir otros temas?

En el noticiero querían notas diferentes de otros deportes, además del fútbol. Entonces un día me mandaron a cubrir un evento de equitación. Entonces busqué y busqué, y encontré a un caballito que había sido zorra de un reciclador, y en ese momento era campeón de salto. El caballito se llamaba Doctor Bulling. Hice la nota y el jefe de deportes de ese entonces le puso “El asno que salta” dentro de la continuidad de los deportes. Entonces Daniel Coronell leyó y preguntó: “¿Qué es esto del asno que salta?”. Le contaron que era una nota de una practicante, sobre un caballo que fue zorra de reciclaje y ahora era campeón de salto. “¿Cómo se llama la practicante?”. Carolina Marín, le respondieron. Él ni siquiera sabía cómo me llamaba. Entonces me mandó a llamar y me preguntó si ya había escrito la nota. Le respondí que sí. “Quiero leerla”, dijo. Yo estaba que me moría del susto. Porque Daniel es sin duda el mejor periodista de este país. “Nos vemos a las 2:00 de la tarde para editar los dos esta nota”, me dijo. Efectivamente entramos a esa hora a edición y terminamos al otro día como a las 11:00 de la mañana.


¿Y por qué le trabajaron tanto a una nota?

A Daniel no le gusta la sección de deportes, pero se enamoró de esa historia. Yo describí el cuento de cenicienta en el caballo. Que este caballo no tenía una zapatilla de cristal, sino una herradura de cristal. Y su hada madrina fue un policía que lo rescató cuando era zorrero. Y cuando terminamos de editar, Daniel dijo: “ahora dejémoslo en manos del respetable público”. No la metió en deportes, sino que fue una nota de media tabla. Media tabla se la llamaba a las notas que se empleaban para refrescar el bloque tan duro con que inicia el noticiero, noticias de violencia, paramilitares, guerrilla, corrupción. Esa nota tuvo una recordación impresionante. Luego se la vendieron a Univisión y a Telemundo y yo solo sé que cambió el rumbo de mi vida periodística. Daniel empezó a explorar en mí cosas que yo ni si quiera sabía que tenía, que es ese amor por el periodismo investigativo. Que mis trabajos le sirvieran a alguien.


¿Cuáles han sido sus mayores logros ejerciendo el periodismo investigativo?

En 2010 gané, con un grupo de compañeros, el premio Simón Bolívar por un especial que hicimos sobre Agro Ingreso Seguro. Pero una de mis mayores satisfacciones profesionales fue lograr la libertad del almirante de la Armada, Gabriel Arango Bacci. Tumbé la prueba del supuesto recibo que le firmó a la mafia. Él estuvo encerrado en el Cantón Norte de Bogotá durante un año y ocho meses.


¿Por qué ese caso? ¿Cómo pudo hacerlo desde Noticias Uno, cuando es un medio que siempre se ha enfrentado a los hombres con poder en vez de defenderlos?

Porque al almirante le habían hecho un montaje. Daniel Coronell desde un principio me preguntó: “¿Usted le cree a Arango Bacci?”. Sí, le respondí. “¿Tiene pruebas?”. Sí. “¿Tiene documentos?”. Sí.  “Entonces hágalo”. Esa era la filosofía de Daniel. Él siempre nos decía: “Si su mamá dice que lo quiere, verifíquelo”.  Cuando Daniel dice algo es porque tiene fundamentos.


¿De qué manera logró tumbar las pruebas que tenían desde la Fiscalía?

En investigación uno tiene que fijarse en los detalles más mínimos. Y era imposible que un tipo de la trayectoria de Arango Bacci le firmara un recibo a la mafia por cien mil dólares, y hasta con una huella dactilar. Empecé a buscar si era posible falsificar una huella. En el centro de Bogotá conseguí que hicieran un sello con mi huella, pero con sello quedaba muy rústico. Luego lo intenté en polipropileno. Le pedí a Arango Bacci que me diera su huella y la imité. Luego le pedí ayuda a la dactiloscopista más experimentada de la Registraduría Nacional. Ella estuvo revisando durante una hora y no pudo determinar cuál había sido puesta directamente por el dedo del almirante y cuál por el sello de polipropileno.


¿Cómo fue trabajar con Daniel Coronell y con Noticias Uno?

Yo creo que él es un formador de periodistas investigadores. En la Externado no me ponían trabajos: me decían que llevara las notas que había hecho los domingos para el noticiero. Para mí la universidad fue Noticias Uno y mi papá periodístico Daniel Coronell. Entrábamos a las 8 o 9 de la mañana y salíamos a eso de las 11 de la noche, de miércoles a domingo. Y Noticias Uno queda como en un búnker. Si no se tiene que salir en todo el día, uno ni cuenta se da a qué horas se hizo oscuro. Y en el tiempo en que Daniel estuvo amenazado, había más escoltas que periodistas dentro del noticiero. Pero era la familia que había escogido y a veces nos las ingeniábamos para divertirnos. Un fin de semana jugamos a secuestrar los limones que llevó uno de nuestros compañeros. Daniel era el encargado de proyectar las pruebas de supervivencia. Cuando salí del noticiero después de diez años, no sabía qué hacer los domingos en la casa. Mis papás no sabían qué hacer conmigo y yo no sabía qué hacer con ellos.


Por qué cree que Daniel Coronell se fue para Univisión si él fue el fundador de Noticias Uno.  ¿Por las amenazas y persecuciones del DAS en la era Uribe? ¿Por mejor paga? ¿Por tener mayor alcance periodístico?

Cuando se tienen hijos, uno ya tiene que cuidarse por ellos. Y yo creo que eso pasó con Daniel. Cuando las amenazas empezaron a tocar a sus hijos, simplemente tomaron la decisión de irse para Estados Unidos, él y La Tata, su esposa, que era la presentadora del noticiero. Ellos volvieron, pero creo que eso siguió pesando. Porque el panorama del país no iba a cambiar mucho para ellos. Y Daniel es un periodista que no se puede quedar callado. Él sabe que yo renuncié porque él se fue para Univisión. “El día que tú vuelvas, regreso a Noticias Uno”, le dije.


Pero aun en Estados Unidos, sigue haciendo trabajos investigativos sobre Colombia.

Sí, y todo lo que habla está respaldado por alguna prueba. Esa es una de las cosas que aprendí de él, a quitarle el miedo de ir a buscar documentos y pruebas. A visitar Registradurías, a leer las normas o leyes que menciono en los artículos.


En Noticias Uno usted también hizo la voz de la sección Top Secret, ¿en qué consiste la sección y cómo fue esa experiencia?

Todos teníamos que llevar noticias para el Top Secret, podían ser nacionales o internacionales. Era sobre la vida secreta de los famosos. Pero no los famosos de farándula, sino de los otros famosos, políticos y personas con poder. Era una sección de comentarios y chismes. A Daniel le gustaba porque yo ponía matices en la voz. A veces quería leerlo con voz sexy, otras veces con voz alegre y así. El público fue familiarizándose con mi voz.

Top Secret del 11 de octubre de 2009 https://www.youtube.com/watch?v=uvrcPbFbeWo


¿A qué se ha dedicado tras salir de Noticias Uno?

Me llamó Clara Elvira Ospina, directora en ese entonces de Noticias RCN. Cada que había un tema investigativo, me buscaban, por haber trabajado en Noticias Uno. Pero de todos modos era muy diferente. RCN es una fábrica de noticias. Mientras que Noticias Uno es un noticiero investigativo en el que tienes una semana para investigar la noticia que vas a sacar el fin de semana. En RCN tienes una hora para sacar una noticia. Es distinta la forma de hacer periodismo. Ahora trabajo en formación para el empleo para Comfacasanare.


¿Qué recomienda a los periodistas que desean hacer periodismo investigativo?

El problema de la mayoría de los periodistas es que se quedan con el “por encima”. Voy y pregunto, y si tú me dices lo que necesito, ya queda listo. Pero ¿y en dónde están las pruebas de lo que se dice? Los periodistas no leen a nivel general y se quedan solo con la parte que llama la atención. Van a las audiencias y se quedan solo con las preguntas de la Fiscalía. No esperan al contrainterrogatorio, en donde pueden ser tumbadas las pruebas presentadas. ¿Por qué? Porque al medio día hay que sacar una noticia y toca vender el show mediático.

Esa necesidad de estar buscando las pruebas (o de tumbarlas) me llevó a empezar mi carrera de derecho. Creo que los periodistas deberíamos tener más bases sólidas del derecho. A veces somos irresponsables al hablar de presunción de inocencia, de cohecho, coautoría, cosas que no conocemos lo suficiente. También debemos aprender a leer con minucia, esculcar cada documento, ver las fechas de publicación y verificar que nada haya sido alterado.