Encuentro regional sobre la paz territorial en Bajo Cauca

En el auditorio de la Universidad de Antioquia Seccional Bajo Cauca, se reunieron cerca de 150 personas para hablar sobre los “Desafíos y oportunidades desde los territorios a la luz del acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”.

Artículo del periódico Región al Día para Agencia de Prensa IPC

Escrito por: Robert Nieto

Este encuentro fue organizado por el Instituto Popular de Capacitación -IPC-, y hace parte del desarrollo del proyecto “Agendas territoriales hacia la paz, la reconciliación, la equidad, la inclusión y la democratización  de la vida social y política en las subregiones de Urabá y Bajo Cauca antioqueño”, financiado por el Fondo Sueco Noruego (FOS).

En el evento participaron varias entidades como el Centro Nacional de Memoria Histórica, la Misión de Observación Electoral -MOE-, la Alianza Bajo Cauca, entre otras.

En el primer momento del encuentro se brindó un contexto nacional y los nuevos escenarios que vivirá Colombia en los próximos 10 años.

En la primera intervención, Álvaro Villarraga, director del  Área de acuerdos de la verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, habló sobre el “Proceso de Paz, desafíos y oportunidades en los territorios”.

Para Villagra la paz debe tener veeduría desde el nivel local para garantizar que se cumplan los acuerdos. El alcance de la paz en últimas depende de la movilización ciudadana.

Diego Herrera, Presidente del Instituto Popular de Capacitación -IPC- manifiesta la necesidad de incluir en los planes de desarrollo de los Gobiernos locales los temas de La Habana. “Hay que transformar la cultura política en la sociedad; eliminar la lógica del favor, del menor esfuerzo y la ilegalidad; transformar desde una perspectiva cultural y pedagógica, en el cuerpo de valores y prácticas”.

En gran medida el conflicto armado en nuestro país fue agudizado por la desigualdad en la tenencia de la tierra, hoy los campesinos ni siquiera puede usar sus propias semillas, deben emplear las semillas de grandes multinacionales. Para María Soledad Betancur, unvestigadora del IPC, “el asunto no se trata de la tierra sino de territorio y sujeto; para que el campesino tenga identidad, tenga capacidad de ser productor y de ser reconocido, pues actualmente se le trata como un subordinado de un gran propietario”.

La paz duradera solo es posible con la participaciòn de toda la sociedad, la cual debe ser participe de la veedurìa en las administraciones municipales, para que estos den cumplimiento de los Acuerdos de La Habana en el territorio. Para Camilo Vargas, coordinador de la Misión de Observación Electoral -MOE- “La sociedad debe participar y aportar para su mejoramiento y bienestar, lo que permitirà generar una mayor gobernabilidad y alcanzar la paz duradera”.

En el segundo panel: los desafíos del Bajo Cauca a la luz del nuevo contexto nacional de acuerdos con las guerrillas, Edgar Alonso Correa Ospina, director de la Universidad de Antioquia Seccional Bajo Cauca, consideró las labores que la “Alianza del Bajo Cauca” está realizando; buscando entre otras cosas “generar una cultura de legalidad para que las personas se motiven a acudir a las urnas y ejerzan su libre derecho al voto sin presión de ningún tipo”.

John Fredy Bedoya Marulanda, docente e investigador del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia, analizó cómo la informalidad y la ilegalidad afectan el desarrollo de la región.

En su intervención, Jorge Diego Sierra, Investigador del Instituto Popular de Capacitación, IPC presentó un análisis de los Programas de Gobierno de los candidatos a las alcaldías en los seis municipios del Bajo Cauca, de cara a las elecciones locales de 2015. Según él, el 59 por ciento de la población bajocaucana vive con las necesidades básicas insatisfechas, sin embargo, en su mayoría, los programas  de gobierno no parecen tener en cuenta estos factores, así como tampoco los puntos de acuerdos en los Diálogos de La Habana.

Según Jorge Eliecer Rivera Franco, director de la Fundación Jardín Hidrobotánico, los colombianos debemos prepararnos para convivir con distintos sectores económicos y políticos y defender políticamente sus intereses; además de unirse para crear una fuerza capaz de incidir en las transformaciones que genere los acuerdos finales de La Habana. “Hay una deuda histórica de todos los gobiernos colombianos con la población campesina; deuda que se refleja en la pobreza, en la precariedad, en la exclusión, en la carencia de tierra, de tecnología y de educación”.

Parte de las conclusiones del evento fueron:

*La inequidad en la tenencia de la tierra ha sido gran causal del conflicto armado por lo que urge cambios en las políticas agropecuarias que dignifiquen al campesino.

*Para que en Colombia haya paz, además de cumplir con los acuerdos de La Habana, el Estado debe generar empleo y proyectos productivos para mitigar la pobreza; además, debe reparar a las víctimas del conflicto y garantizarles sus derechos.

*La paz debe construirse con o sin La Habana a partir de los territorios, por tanto es necesario que temas como posconflicto, restitución de tierras, reparación y atención a víctimas, derechos humanos y reintegración social deben ser tenidos en cuenta en los programas de gobierno y planes de desarrollo.

* Se debe perdonar y aprender a convivir con los ex actores del conflicto armado.

*Debe haber cambios de mentalidad en la ciudadanía, abandonar la apatía política y la cultura del facilismo.

*En el aspecto educativo, se debe incluir en los Planes Educativos Institucionales temas de equidad y respeto de género

*La comunidad debe hacer participación ciudadana no sólo ejerciendo su derecho al voto sino también haciendo aportando a la construcción de programas y planes de gobierno y haciendo control social o veeduría.

*Para llegar a la paz hay que erradicar otro tipo de violencias como la que se perpetra en contra de las mujeres.

*Visibilizar las comunidades negras e indígenas de los territorios.