De nuevo intentan desalojar a indígenas reclamantes en Urabá

Foto: Robin Domicó. Hogar provisional construido por los indígenas Emberá que retornaron a El Tigre en Chigorodó.

Otro intento por desalojar a 104 indígenas que retornaron sin acompañamiento institucional a la vereda Guapá León del municipio de Chigorodó, denunciaron este jueves 7 de abril líderes de esa comunidad del Urabá antioqueño que el pasado 23 de febrero fue atacada por un ejército privado que destruyó sus viviendas.

“El inspector de Turbo llegó con policías de carabineros, no llevó a la Policía de Chigorodó o de Turbo sino que llevó fue a los carabineros. Llegó diciendo que iba a desalojar, pero un compañero le dijo que no podían desalojar y lo comunicó por teléfono conmigo”, denunció Robin Domicó, líder de los nativos quien se encontraba en Apartadó.

Según Domicó, este intento de desalojo ocurrió justo el día en que un nutrido grupo de indígenas salió hacia Apartadó para participar en una reunión de reclamantes de tierras, quedando solo 15 aborígenes en Guapá León.

“Cuando me comunicaron al inspector yo le dije: usted está es amenazando a una comunidad indígena a la que cobijan unas leyes especiales. Y nosotros lo vamos a demandar a usted por Bogotá, porque sabemos que si lo demandamos aquí en Urabá no va a pasar nada. Entonces ya él me dijo, dejemos así y mejor el martes hablamos en Apartadó”, relató el líder nativo.

Domicó agregó que en Urabá algunas instituciones se están negando a recibir las denuncias de los campesinos sobre este tipo de desalojos u otras agresiones a los reclamantes de tierras, de ahí que los líderes decidan llevar sus quejas hasta Bogotá.

Ya el pasado 15 de febrero los indígenas habían denunciado públicamente la presencia del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, en su territorio, según ellos, con el interés de desalojarlos del lugar. Una semana después, el 23 de febrero, 60 hombres armados con palos y machetes quemaron los ranchos de los nativos y les quitaron los celulares para evitar que grabaran las agresiones.

Tras los ataques, Robin Domicó lleva varios días sin visitar el lugar a donde retornaron sus compañeros porque, dice, hay hombres preguntando por él. “Son los trabajadores de Jaime Uribe siempre van a la comunidad y preguntan y preguntan cuándo va el líder. Andan con pistolas y radios de comunicación, y yo no creo que una persona siendo civil que porte una pistola, sea buena. Entonces la gente me dice que no vaya todavía”.

La comunidad de Guapá León, anotó Domicó, existió desde los años setenta hasta 1996 cuando fueron desplazados por los paramilitares. En esa época vivían allí 150 personas. Los nativos salieron luego de que fuera asesinada Deyanira Domicó, la madre del grupo familiar, y desaparecieran a su hijo Alirio Domicó.

El año del desplazamiento de los indígenas de Guapá León coincide con otros éxodos que se dieron de manera sistemática en distintas zonas de Urabá entre 1996 y 1997 por presiones de las Autodefensas Unidas de Colombia para forzar la venta de predios. El caso ya está en proceso de restitución de tierras.