Desde las cinco y media de la mañana, las cuadrillas armadas se filaron y recibieron instrucciones para salir a vigilar las zonas aledañas a la X Conferencia de las FARC, que se desarrollará entre el 17 y el 23 de septiembre en los Llanos del Yarí, entre La Macarena (Meta) y San Vicente del Caguán (Caquetá).

Analizar y refrendar el acuerdo final suscrito con el Gobierno; y producir las disposiciones para iniciar el tránsito a un partido político; son los propósitos centrales de la X Conferencia de las FARC.

Luego de que partieran los grupos de vigilancia, los subversivos delegados a participar en la conferencia caminaron sin armas hacia el lugar de la instalación. Hombres y mujeres, algunos jóvenes y otros entrados en edad, salieron de sus caletas para filarse de pie frente a la tarima donde harían aparición los miembros del Estado Mayor.

Allí los esperaban decenas de periodistas y fotógrafos de medios nacionales e internacionales, masivos y alternativos, que se paseaban entre las filas tomando fotografías con sus cámaras, grabando videos y haciendo preguntas a los subversivos sobre su vida en la guerrilla.

A las siete de la mañana, arribaron al lugar los miembros del Estado Mayor, vistiendo camisetas blancas con la silueta del fallecido líder y fundador de las FARC Manuel Marulanda Vélez, imagen de la X Conferencia. De inmediato se entonó el himno de Colombia y luego el himno de las FARC, que cantaron tímidamente comandantes y guerrilleros.

La mañana era fría, con un cielo gris cargado de nubes que se movían pesadamente amenazando con llover. El discurso de instalación lo encabezó Timoleón Jiménez, máximo comandante de las FARC, quien dijo que con el acuerdo final de terminación del conflicto “queda definitivamente claro que en esta guerra no existen vencedores ni vencidos”.

Más adelante manifestó: “Si nuestros adversarios quieren pregonar que ganaron la guerra, allá ellos. Para las FARC-EP y nuestro pueblo, la mayor satisfacción será siempre haber logrado la paz”.

En tono enérgico, Timochenko concluyó que “el significado del acuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, es más importante de lo que parece a simple vista”, y anotó que el siguiente paso será la firma del acuerdo final, con el presidente, Juan Manuel Santos, el próximo 26 de septiembre en la ciudad de Cartagena.

Pero antes de eso, y desde marzo de 2015, el pleno del Estado Mayor de las FARC había decidido la celebración de la X Conferencia Nacional Guerrillera para abordar la discusión sobre el acuerdo final; decisión que se materializa ahora con plenas garantías del Gobierno.

Siendo la máxima instancia del grupo insurgente, y con el fin de “comprometer la palabra de toda las FARC con el acuerdo final”, la conferencia se planteó dos propósitos específicos, afirmó Timochenko; el primero será “el análisis y refrendación del acuerdo final que hemos suscrito a fin de que sea vinculante, es decir, que sea de obligatorio cumplimiento para toda nuestra guerrilla”.

Y el segundo consistirá en “producir las disposiciones políticas y organizativas para iniciar el tránsito hacia un partido o movimiento político, dentro de las cuales se encuentra la convocatoria del proceso constitutivo que deberá definir el programa, el estatuto y la dirección política”.

Hablándoles a los 200 guerrilleros y comandantes que delegaron las diferentes estructuras de las FARC, para que les representaran en la conferencia, Timochenko manifestó que en este momento la mayor preocupación de las FARC “ha de ser cómo conseguir que la paz se convierta en una realidad en nuestro país, sobre la base de la justicia social y la democracia”.

Eso, añadió, implica la vinculación de quienes están inconformes a la vida política del país; la necesidad de un mensaje nuevo, fresco y esperanzador por los cambios; la unidad de distintos sectores; y, finalmente, una forma distinta, sana y transparente de hacer política.
“Nos hayamos frente a la trascendental oportunidad de abordar esas tareas esenciales. Nuestra responsabilidad ética e histórica es hoy mayor que nunca: que las niñas y niños de Colombia tengan la real posibilidad de crecer y ser felices en un país en paz”, concluyó el máximo jefe de las FARC.