Los bombardeos, los cultivos de uso ilícito y los ataques a la infraestructura petrolera, han tenido un fuerte impacto ambiental en los territorios de mayor conflicto en Colombia.  El desafío ahora, en un escenario de construcción de paz,  será preparar los ecosistemas impactados y garantizar su protección.

El debate comienza a visibilizarse de manera tímida, pero falta mucho por profundizar y sobre todo por hacer en cuanto a la defensa y conservación de la naturaleza. Seguramente las FARC están conscientes de ello, y por eso durante la X Conferencia Nacional Guerrillera, el comandante del Bloque Jorge Briceño, Mauricio Jaramillo, alias “El Médico”, dio las primeras puntadas sobre el tema.

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Maucio Jaramillo, alias «El Médico», en conferencia de prensa durante la X Conferencia Nacional Guerrillera de las FARC que se desarrolla en los Llanos del Yarí entre Meta y Caquetá.

En conferencia de prensa, Jaramillo dijo que en sus áreas de influencia, el grupo guerrillero ha buscado proteger el medio ambiente y los recursos naturales, tras lo cual se refirió específicamente al Parque Natural La Macarena, en el departamento del Meta, “que ha sido objetivo de los cultivadores de coca y de los aserradores”.

El Bloque Oriental, añadió, asumió el cuidado de este parque “como una tarea central. Tuvimos que evitar que se metieran los aserradores, inclusive agentes del Estado que estaban buscando la posibilidad de encontrar un mecanismo de saqueo de maderas y de estar buscando minerales”.

Pero, agregó Jaramillo, la zona natural de La Macarena también fue un escenario de guerra, y por eso “en este parque se desarrolló gran parte de la actividad militar contra nosotros: el Plan Colombia y el Plan Patriota. A este parque, inclemente, le echaron miles de toneladas de explosivos. Sin embargo nosotros permanecimos en el área y creo que cumplimos la tarea con el país de ser salvaguardas de esos recursos naturales”.

Sin embargo, no siempre las FARC han logrado incidir en la conservación del ambiente, en la Sierra Nevada de Santa, por ejemplo, “ha sido muy duro porque la marihuana y la coca se hicieron incontrolables”.

La pregunta que deja esta intervención, es ¿quién cuidará esos lugares cuando las FARC se reincorporen a la vida civil? El mismo Jaramillo deja entender que deben ser los campesinos los salvaguardas de esos territorios y “entiendo que ya están en una mesa de concertación con el Gobierno y que tienen mesas de interlocución”.

Por su parte, expresó “El Médico”, las FARC han hablado con entidades ambientales del Estado para demandar su apoyo, porque “tienen que participar y tienen que mirar cómo es qué los campesinos pueden tener recursos para poder hacer parte de estas medidas de cuidado”.

El desafío también demanda que las organizaciones medioambientales se fortalezcan, indicó Jaramillo, para que con su labor contribuyan a evitar la destrucción de la naturaleza. Pero tal vez el reto mayor, será que el Estado priorice la protección de los recursos por encima de los intereses económicos y garantizando recursos financieros, técnicos y humanos, para su conservación.