Con el NO, pierden los campesinos desplazados por la violencia

Uno de los temores de algunos promotores del NO en el plebiscito por la paz, era que el tema agrario estuviera en la agenda nacional.

La votación al plebiscito en torno a los acuerdos alcanzados en La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP, que terminó negando la refrendación de lo acordado, al imponerse el NO, requiere, entre muchos análisis posibles y necesarios, una reflexión alrededor de uno de los elementos que originó el conflicto armado que sigue vigente en Colombia: el acceso y uso de la tierra.

Y se sugiere esta reflexión ya que algunos de los sectores que promovieron el NO, tienen entre sus representantes o voceros a personas consideran que en Colombia no existen desplazados sino migrantes[1] y que ven como normal la concentración de tierra en pocas manos.

¿Qué dice el acuerdo uno sobre el desarrollo agrario integral pactado en los diálogos de La Habana?

 Entre las propuestas que más se destacan en este acuerdo está la creación de un banco de tierras de tres millones de hectáreas para adjudicarlas a campesinos pobres, así como la formalización de 7 millones de hectáreas para los campesinos que tienen problemas con la legalización de sus predios.

Igualmente se destacan la elaboración de planes de desarrollo con enfoque territorial, acciones para mejorar la salud rural, la vivienda, vías terciarias para la comercialización de los productos campesinos y la realización de un catastro multipropósito que permitirá conocer quiénes tienen la tierra en el país y al tiempo graduar de manera equitativa el cobro del impuesto predial.

La lucha por la tierra se transforma si la ciudadanía respalda los acuerdos de La Habana

Uno de los mayores aportes del proceso de paz entre el Gobierno colombiano  y las FARC-EP, es reconocer que el Estado ha tenido a los campesinos en el abandono histórico. Por este motivo el primer punto del acuerdo los reconoce como sujetos de derecho, y acepta que es necesario sacarlos de las condiciones de atraso y pobreza que padecen en la actualidad.

Ya en sus ensayos, varios de los académicos de la Comisión Histórica del Conflicto habían planteado que el problema de la tierra está entre las causas del conflicto y que sus orígenes vienen desde el año 1920.[2]

Alfredo Molano, uno de los integrantes de la Comisión Histórica, lo detalla al agregar que la Ley 135 de 1961, de reforma agraria, terminó beneficiando solo a grandes hacendados ya que apenas el 8% de las familias sin tierra lograron acceder al objetivo de la política: “El balance de la reforma agraria fue muy pobre. La concentración de tierras se intensificó; las medianas propiedades no se fortalecieron; los aparceros y arrendatarios disminuyeron; avanzó la colonización del piedemonte amazónico, Magdalena Medio, Urabá, Catatumbo y Costa Pacífica”.[3]

El fracaso de dicha reforma, según Molano y Darío Fajardo, se debió a “la hostilidad de sectores conservadores, sobre todo de la corriente laureanista, a la política reformista de los dos Lleras (Alberto y Carlos). Oposición que contó con el respaldo intelectual de Lauchlin Currie y la llamada ‘Operación Colombia’, que consideraba mejor que los campesinos se desplazaran hacia las ciudades, en donde podían ser más productivos y vivir en mejores condiciones. Es decir, la misma tesis que acogería Misael Pastrana Borrero una década más tarde, en 1971”.[4]

La desinformación reinó en la campaña por el NO

Aún en la actualidad existen promotores dichos pensamientos retrógrados que tuvieron un papel central al momento de promover el NO al plebiscito. Miguel Gómez Martínez, nieto de Laureno Gómez, fue uno de ellos. En sus columnas de opinión, Gómez Martínez ha afirmado que los acuerdos de La Habana van a llevar a Colombia a ser como Venezuela, desinformando más a la sociedad[5].

Estas afirmaciones no son fortuitas ni están desligadas del accionar de algunas élites terratenientes del país, pues Gómez Martínez escribe en portales apoyados por la Federación de Ganaderos de Colombia –Fedegan- liderada por José Félix Lafaurie, esposo de la representante a la Cámara por el Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien considera que los reclamantes de tierra no son víctimas de la violencia sino guerrilleros.

En esta lógica se haya igualmente el expresidente Andrés Pastrana, hijo de Misael Pastrana, quien está en contra del proceso de paz, y el expresidente, Álvaro Uribe Vélez, a quien lo comparan con Laureano Gómez por su cercanía ideológica en temas agrarios. Su ex asesor presidencial y ahora Senador de la República, lo demostró cuando, en un evento en el extranjero, consideró a los campesinos no como desplazados por la violencia sino como migrantes para las ciudades, la misma premisa Lauchlin Currie[6]

Adicionalmente, hay coincidencia durante los periodos presidenciales de estos dos expresidentes: Uribe y Pastrana, quienes al parecer siguieron la instrucciones precisas de la llamada ‘Operación Colombia’, ya que en sus gobiernos se presentaron los mayores índices de desplazamiento forzado en el país:

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Fuente: Revista semana. Estadísticas del Conflicto Armado en Colombia.[7]

Entre los dos periodos de gobierno (1998 – 2010) se generaron 5.180.324 desplazados, representando el 75% de los 7.210.949 desplazados del país.

A esto le podemos sumar que el narcoparamilitarismo fue el principal responsable de despojo de tierra con 35% de los casos[8], y que, en su mayoría, este despojo terminó beneficiando a empresarios y políticos de la misma identidad ideológica de Uribe Vélez, como lo demuestran informes y condenas tanto por parapolítica y restitución de tierras.

Todo ello nos permite concluir que los líderes más visibles del NO tiene motivos para promoverlo porque desean poner en la agenda pública nacional su estrategia de beneficiar una élite que ha acumulado tierra de manera histórica y, al tiempo, destapar y seguir denunciando su visión sobre la población más afectada por el conflicto que son los campesinos, a quienes los ven no como desplazados sino migrantes que van de municipio en municipio, no huyendo de la violencia sino de paseo…

* Las ideas aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y en nada comprometen al Instituto Popular de Capacitación (IPC).


[1] Frase del actual Senador de la República José Obdulio Gaviria y ex asesor del ex presidente Álvaro Uribe en un evento en Estados Unidos. El país según José Obdulio. www.eltiempo.com. Agosto 13 de 2008. Para visualizar la nota visitar el siguiente link: http://www.eltiempo.com/archivo/documento-2013/CMS-4445405

[2] Coincidencias y divergencias de los 14 relatos sobre la guerra. www.lasillavacia.com. Febrero 12 de 2015. Para visualizar la nota visitar el siguiente link: http://lasillavacia.com/historia/coincidencias-y-divergencias-de-los-14-relatos-sobre-la-guerra-49558

[3] Contribución al entendimiento del conflicto armado en Colombia. Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas. Febrero de 2015. Pag 15

[4] Ibid.

[5] Primera víctimas de la paz. www.portafolio.com. Junio 7 de 2016. Para visualizar la nota visitar el siguiente link: http://www.portafolio.co/opinion/miguel-gomez-martinez/analisis-papel-legalidad-acuerdo-paz-496999

[6] “El desarrollo del campo colombiano mediante la gran empresa y el desplazamiento del campesinado fue la propuesta del economista canadiense Lauchlin Currie, asesor de varios gobiernos, cuyas concepciones aun dirigen la política agropecuaria de Colombia y marcan la visión de destacados economistas y políticos colombianos”. Héctor Mondragón. La receta Currie. Semanario de Caja de Herramientas. Edición N° 00339 – Semana del 15 al 21 de Febrero de 2013.

[7] Para visualizar la nota visitar el siguiente link: http://www.semana.com/nacion/multimedia/cifras-de-victimas-en-los-gobiernos-de-uribe-santos-pastrana-y-gaviria/492190

[8] El segundo son las FARC con el 33, 32% y  por las FARC; por el ELN más o menos el 3 o 4%; y por agentes no determinados aproximadamente un 15%. Comisión de Seguimiento a la Política Pública de Desplazamiento.