Resistiendo la Violencia Política: el caso del Instituto Popular de Capacitación

El libro fue lanzado durante la conmemoración de los 35 años de fundación del IPC, realizada el pasado 29 de agosto en Medellín.

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Créditos y agradecimientos

La relatoría de la presente publicación “Resistiendo la violencia política. El caso del Instituto Popular de Capacitación” estuvo a cargo de Juan Esteban Jaramillo Giraldo, investigador del Observatorio de Derechos Humanos y Paz del IPC, quien asumió su labor con singular rigor académico y sentido histórico, contrastando los contextos externos e internos, con lo cual develan que el principal daño ocasionado al IPC en términos políticos fue la pérdida de oportunidad para introducir transformaciones sustanciales para alcanzar una sociedad más democrática, justa y garantista de los derechos humanos y la paz.

Con la orientación de la Asamblea General de socias y socios del Instituto se determinó realizar un ejercicio de memoria colectiva sobre el daño causado al IPC, pero no centrándose de manera exclusiva en esta organización defensora de derechos humanos, sino también abarcando las constantes agresiones que atravesaron al movimiento social de derechos humanos en las últimas cuatro décadas.

Este documento, que ha sido construido colectivamente, aspira a constituirse en un insumo para la reflexión sobre la violencia política que se ha ejercido en contra del movimiento de derechos humanos nacional y regional. Si bien el caso del IPC no agota lo acaecido a dicho movimiento, sí representa uno de los múltiples casos que sirven para comprender las lógicas insertas en los procesos de violencia y resistencia política que han rodeado el ejercicio de la defensa de los derechos humanos en el país.

Las anteriores dos juntas directivas, en cabeza de Diego Herrera Duque en el rol de presidente, han particularizado el quehacer de adentrarnos en este ejercicio de memoria, del impacto político y material del daño, y de continuar por la búsqueda de la verdad. En ello, igual, el Comité de Impulso, conformado por socias y socios, activas y activos, dos de ellos en el exilio, víctimas de la práctica sistemática de agresión que se describe en este texto.

Se hace un reconocimiento a todas y todos, las socias y socios, trabajadoras y trabajadores, por el nivel de participación en este germinal ejercicio; se trata de una memoria viva en el hoy, coexistida en el ayer y sentida políticamente para un continuo futuro por profundizar la democracia y la paz.

La elaboración del texto y su publicación contó con el apoyo financiero de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, UARIV (Convenio No. 1255 de 2014; Resolución 421/16). Se agradecen aquí estos aportes, sin los cuales la publicación de este informe, los análisis, las reuniones y las asambleas de socios, celebradas previamente, así como las consideraciones finales colectivas alcanzadas una vez recopilado todo el material no habrían sido factibles.

Expresamos también nuestro reconocimiento al Comité de Impulso para la Reparación Colectiva y a las Juntas Directivas del IPC; a todas las socias y a todos los socios que contribuyeron a la presentación actual de este texto. Los partícipes de este ejercicio de memoria colectiva, por supuesto, merecen una mención especial por su militancia en la defensa de los derechos humanos y la construcción de paz, por la calidad de su trabajo y por su desinteresada colaboración con quienes estuvieron al frente de este ejercicio.

De igual manera, al maestro Hernando Londoño Berrío y Álvaro Molina, a quienes le expresamos nuestro inmenso sentimiento de gratitud y aprecio por su invaluable colaboración en la revisión del texto final y la corrección de estilo.

Finalmente, los créditos y agradecimientos son para todas y todos los defensores de derechos humanos, que con su vivencia, experiencia y agendas dan sentido y contenido a la dignidad.