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En Urabá tejen redes para buscar los desaparecidos

Indígenas y campesinos de esa región creen que la construcción de confianza con instituciones del Estado, el acompañamiento de organizaciones internacionales y los aprendizajes y experiencias sobre la búsqueda de personas desaparecidas, pueden aportar a la búsqueda de las casi cinco mil personas desaparecidas en esa región de Antioquia.

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Luis Domicó Domicó era el gobernador de la comunidad indígena Saundó en Chigorodó, Urabá antioqueño, cuando fue desaparecido el 15 de septiembre de 2013, al parecer, por un grupo guerrillero que hacía presencia en la zona. Luego de no saber de su paradero en dos días, alrededor de 180 indígenas recorrieron durante dos semanas la Serranía de Abibe en busca de su líder. No lo encontraron.

Nicanor*, un indígena de Chigorodó, dice que aún hoy se preguntan qué pasó con Luis Domicó y por qué lo desaparecieron. Siguen buscándolo. Se han reunido con miembros del grupo armado, ya desmovilizado, pero no tienen información que les permita encontrar al líder. Una de sus esperanzas es que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) pueda encontrarlo.

En esa región, la UBPD, la Organización Indígena de Antioquia (OIA) y el Instituto Popular de Capacitación (IPC) están conformando una red para apoyar la búsqueda de las personas desaparecidas, de la cual hacen parte indígenas, campesinos y afrodescendientes. En esa red han salido a flote los aprendizajes, experiencias y formas de buscar que han adelantado las comunidades, así como las recomendaciones de cara a la búsqueda que hará la Unidad de Búsqueda en esa región.  

Alexis Espitia, consejero de Derechos Humanos de la OIA, dice que tejer redes es fundamental, “entre más se fortalezcan estos lazos y redes de trabajo será mucho más beneficioso y mucho más fuerte. Además, genera confianza entre las organizaciones y se consolida una fuerza para blindar a las organizaciones por las mismas condiciones de conflicto armado en la región.”

Agrega una líder de Apartadó que “el trabajo en red no solo me fortalece a mí, sino como organización; en esos trabajos de red no solo se entrelazan conocimientos, saberes, también se entrelazan solidaridad, compromiso, empeño en los objetivos que uno quiere lograr y en los que uno decida para esas personas que estamos buscando los seres queridos.”

Ella cree que ese trabajo en red permite la participación comunitaria y el diálogo con actores e instituciones donde antes era más difícil dialogar.

De acuerdo con un informe elaborado por el IPC y la OIA, y entregado a la Unidad de Búsqueda, “la búsqueda debe ser un proceso amplio, donde se cuente con la ‘gente del pueblo’, las personas y organizaciones que trabajan en la zona, que permita hacer puente con las comunidades y conocer mejor las dinámicas sociales de la región.”

Por eso desde este trabajo en red se vienen recogiendo los aprendizajes y las sugerencias de las comunidades indígenas, que serán tenidas en cuenta por la Unidad en el proceso de búsqueda de los indígenas desaparecidos, dado que se debe construir confianza y aprender de las experiencias previas.

Una indígena asegura que “todos tenemos una manera diferente de buscar, porque mientras algunos nos atrevemos a ir a las instituciones, a los territorios donde ocurrieron los hechos, hay otras personas que tienen otras maneras de buscar y no lo hacen de manera directa, pero se apoyan en otras personas para continuar su búsqueda.”

En ese sentido, la red genera confianza entre las personas “y va generando un sentido de solidaridad que nos hace recordar y vivir que todos estamos sobre la misma intensión, y es la de buscar las personas desaparecidas. Es que la búsqueda no es solo mía, no es solo de mi vecino, la búsqueda es un asunto de todos y para todos.”

El informe del IPC y la OIA dice, luego del diálogo con las comunidades indígenas Emberá y Senú de Urabá, que debe haber diálogo con las autoridades indígenas. Nicanor dice que desde el Consejo de Paz de la OIA vienen construyendo con todas las comunidades la información sobre los indígenas desaparecidos. Por eso la recomendación de otro líder es que en la búsqueda “se debe realizar comunicación con las autoridades, en instancia departamental se debe tener comunicación con la OIA, y a nivel local con los gobernadores. Se debe seguir el conducto regular.”

De ahí de que en este trabajo en red debe construirse confianza, solicitar acompañamiento de organizaciones internacionales como la Cruz Roja, ONU y MAPP-OEA; y tener en cuenta el acumulado de experiencias de las comunidades. Por esto, Pablo Barrios, coordinador del convenio entre el IPC, la OIA y la Unidad de Búsqueda con el cual se busca el acercamiento con las familias de las víctimas, cree que los encuentros en los que han participado indígenas, campesinos y afros para conformar una red que apoye en la búsqueda de los desaparecidos, genera solidaridades: “al citar a estas familias que perdieron a sus seres queridos se evidencia que hay otras familias con el mismo sufrimiento, eso genera solidaridades, para que puedan trabajar juntas, no solo compartiendo sino denunciando.”

Juan Camilo Gallego Castro
Periodista de la Universidad de Antioquia. Autor de los libros "Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor" (Sílaba Editores, 2016) y "Con el miedo esculpido en la piel" (Hombre Nuevo Editores, 2013). Algunas de sus crónicas han sido publicadas en Frontera D (España), El Espectador, Verdad Abierta, Pacifista!, Universo Centro y Hacemos Memoria.