Acompañar los procesos de transformación educativa, social, política, cultural y económica, de las sociedades latinoamericanas y del Caribe, es el objetivo del Consejo de Educación Popular en América Latina y el Caribe (Ceaal).

El director de esa red, Oscar Jara, quien participó de la VII Conferencia Latinoamericana y  Caribeña de Ciencias Sociales (Clacso), que se desarrolló la semana pasada en Medellín, habló con la Agencia de Prensa IPC sobre la importancia de pertenecer a Clacso, los retos de la educación popular, su ponencia en el evento que tuvo en general más 30.0000 asistentes y las diferencias entre procesos de educación popular y tradicional.

¿Cómo fue el acercamiento con Clacso?

Desde hace tiempo veníamos buscado un mayor acercamiento entre los procesos de educación popular y los procesos de investigación en Ciencias Sociales, y Clacso es la red de instituciones y personas más importante de esa rama. Solicitamos hacer parte de Clacso, nos incorporamos como red internacional asociada, y así podremos tener fluidez y acceso a las producciones que Clacso realice, y  estará la posibilidad de participar de los grupos de trabajo con educadoras populares, y ofrecer a clacso, que sus investigaciones puedan tener una derivación a la educación popular, para que no  se quede en un ámbito investigativo, sino que llegue a los movimientos sociales y organizaciones populares con los que trabajamos.

¿Qué pretendía con su ponencia en Clacso?

El objetivo principal era realizar una reflexión crítica sobre los procesos de educación popular y las perspectivas de cambio social en América Latina, lo cual implica posiciones políticas, estrategias de acción, y analizar las características de un mundo tan cambiante. En ese orden de ideas,  el dilema es: ¿nos vamos a adaptar a esos cambios que se nos imponen? o desde los procesos de educación popular podemos incidir en cuales son los cambios que la gente desea, y cuales son las acciones de incidencia popular para lograr esos cambios, y ahí los procesos generan capacidad de movilización y de organización que permiten reforzar los cambios políticos, económicos, sociales y ambientales en beneficio de las mayorías.

 ¿Porqué son importantes los procesos de educación popular?

Los procesos de educación popular son dialógicos, horizontales, colectivos, generan relaciones de poder democráticas entre quienes participan, eso nos habilita para cuestionar los esquemas autoritarios y verticales que se nos imponen. Por otro lado se rescata y se valora el conocimiento de la gente común, la sabiduría del pueblo, y esos valores nos posibilitan imaginar nuevas formas de relación e imaginar un mundo mejor. Los procesos de educación popular movilizan, integran, apoyan y pertenecen a las dinámicas organizativas y transformadoras.

Además contribuyen de forma crítica a construir políticas educativas, de salud, económicas, y formas de organización social, para que no solo dependamos de las acciones del gobierno, sino que se cree un poder popular.

¿Qué opina de la educación tradicional?

Siempre ha existido un debate sobre la calidad educativa, y la conclusión tiene que ver con el derecho a la educación de todas las personas. Debemos ver si queremos una educación que simplemente se adapte a la lógica de este cambio, que está dominado y controlado por los poderes hegemónicos o queremos una educación para orientar la sociedad hacia el cambio que queremos para las grandes mayorías de la población.

La discusión es entre la educación tradicional: vertical, autoritaria, dirigida al mercado, al consumo, a preparar la mano de obra para la producción, versus los procesos de educación popular: solidaria, organizativa, basada en el desarrollo sustentable, respetando los derechos de la naturaleza, de relaciones horizontales, que eliminan las formas de discriminación, opresión e inclusión. Esa es la confrontación de la época.