Gustavo Petro (40.3% de los votos a nivel nacional, equivalentes a 8.5 millones de votos) y Rodolfo Hernández (28.15%, equivalente a 5.9 millones) definirán el 19 de junio el presidente de Colombia de los próximos cuatro años.
La principal sorpresa de estas elecciones fue la votación de Hernández, quien desplazó al candidato Federico Gutiérrez, perfilado como el segundo en intención de voto. “Nadie tenía en los cálculos una votación y un porcentaje como el que sacó Rodolfo Hernández. Diez días antes de las elecciones empezaron a verse encuestas que lo ponían como segunda opción, cercano a Federico”, explica Juan Carlos Escobar, profesor del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de la Universidad de Antioquia. Para él, las encuestas estuvieron cercanas a los porcentajes que Petro y Gutiérrez obtuvieron al final, pero fue la última encuesta la que mostró que Hernández estaba creciendo.
Escobar considera que Rodolfo Hernández captó “un voto indeciso que no quiere estar en medio de la polarización y que encuentra ahí una propuesta que, además, tiene mensajes muy directos, que no se anda con asuntos filosóficos, sino que dice que va a acabar con los ladrones y la corrupción, con un lenguaje muy simple y fácil de entender para la gente; con la simpleza de decir que no va a cobrar el salario, que va a acabar con los ladrones. Son cosas que pegan en un electorado que está cansado de la división”.
Incluso en su discurso al conocer los resultados, Rodolfo Hernández aseguró que “hoy perdió el país de la politiquería y la corrupción, hoy perdieron las gavillas que creían que serían gobierno eternamente, hoy ganó la ciudadanía, hoy ganó Colombia”.
Para Fernando Valencia, abogado y profesor de la Universidad de Antioquia, una primera lectura de estas votaciones indica que “ha finalizado la era Uribe”, pero advierte que “la derecha está mostrando que prefiere lanzarnos al vacío antes que permitir un cambio”. Entiende, además, que el voto por Rodolfo es “un rechazo al sistema y a este gobierno” y que el país ahora se enfrenta a dos versiones de cambio, a las que califica como “pragmática” y “desesperada”.
En principio, el candidato Federico Gutiérrez anunció que apoyará a Rodolfo Hernández, como lo hicieron algunas líderes del Centro Democrático como María Fernanda Cabal y Paloma Valencia.
En este escenario se activa el voto “antipetro”, como lo define el profesor Juan Carlos Escobar y esa seguirá siendo “la consigna de muchos sectores como el Uribismo, incluso otros que están por fuera, como sectores cercanos al Fajardismo, de una activación muy fuerte ‘antipetro’, que será muy complicada de derrotar”.
Si bien Petro apeló en su discurso a la familia y a las personas indecisas, el escenario para que triunfe en segunda vuelta será muy complicado, dado que se instaló un voto en contra de lo que él representa y de lo que es su propuesta de cambio. No está claro aún a quién apoyará Sergio Fajardo en segunda vuelta o si promueve el voto en blanco, como lo hizo en 2018.
En su discurso Petro aseguró que su apuesta es por un “cambio real”, que permita la paz y la justicia social, “ahora se trata de ver lo que vamos a hacer con Colombia. Qué es lo que la sociedad colombiana quiere de su país. Queremos invitar a la sociedad colombiana a hacer un cambio de verdad, un cambio hacia adelante, un cambio constructivo, una era nueva de mucha más capacidad para el pueblo”. Para él, se acabó una era en la política colombiana, con la derrota del presidente Duque y su partido Centro Democrático en las urnas.
Una jornada electoral tranquila
“La jornada electoral en Antioquia se ha ajustado, prácticamente, a una total normalidad”, aseguró el gobernador Aníbal Gaviria, durante su balance de las elecciones en el departamento. Una posición similar tiene Verónica Tabares, coordinadora regional de la MOE en Antioquia, para quien “esta fue una jornada tranquila, con calma, sin demasiados contratiempos”, a pesar de las 93 irregularidades que reportaron en el día.
De acuerdo con la MOE, las irregularidades reportadas por la ciudadanía sucedieron en los municipios Andes, Bello, Caldas, Cañasgordas, Caucasia, Chigorodó, Copacabana, Entrerríos, Envigado, Girardota, Guarne, Itagüí, La Ceja, Medellín, Necoclí, El Peñol, Remedios, El Retiro, Rionegro, Sabaneta, San Jerónimo, Yarumal y Yondó.
El informe señala que hubo 20 reportes sobre posibles irregularidades en el voto libre, 23 sobre presuntas irregularidades en publicidad y medios, 47 irregularidades por parte de autoridades electorales, dos sobre posibles irregularidades en la función pública y una presunta irregularidad en seguridad. Las principales dificultades tuvieron que ver con que hubo jurados y votantes que portaron camisetas con lemas que favorecían a una campaña específica y en algunos casos hubo suplantación de la identidad.
Sin embargo, agrega Tabares, no hubo “nada grave que indique un nivel de fraude electoral, podemos concluir que fue una jornada que se desarrolló de manera tranquila, en calma, que tuvo una participación que se mantiene en el promedio del 2018”.
En Antioquia, el candidato Federico Gutiérrez fue el más votado, en donde obtuvo el 48.8% de los votos, equivalentes a cerca 1.4 millones de votos. A pesar de ganar en el departamento, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández obtuvieron la mayoría de los votos y definirán el próximo presidente de Colombia el 19 de junio.
