Distintos sectores de la sociedad civil antioqueña, que apoyaron la negociación del conflicto entre el Gobierno y las FARC-EP, se reunieron el pasado 3 de mayo en la Biblioteca Pública Piloto para presentar públicamente sus adhesiones a la plataforma nacional Defendamos la Paz. Su mayor objetivo es apoyar la construcción de una paz estable y duradera como derecho de todos los colombianos.
Según José Lisandro Lascarro (Pastor Alape), delegado al Consejo Nacional de Reincorporación por el Partido FARC, la plataforma “es un escenario donde participan diversas fuerzas, personalidades, visiones y formas de pensar, pero con una exclusiva responsabilidad: construir la paz; es decir, construir un escenario donde todos podamos hablar, encontrarnos en la diferencia y defender la paz”.
En ese sentido Guillermo Rivera, exministro del Interior, resaltó que “la paz es una conquista de la ciudadanía colombiana, el logro democrático más importante de los últimos 60 años en el país. Y no podemos dejar que nos la arrebaten como pretenden algunos. Está en manos también de los ciudadanos, de la sociedad civil, de las fuerzas democráticas, defender la paz”.
De ahí la importancia de que Antioquia, que tiene registrada una de las cifras más altas de víctimas del conflicto armado, se uniera a este propósito. “No porque este departamento sea un capítulo especial, sino porque la idea es extendernos como una red de defensores de la paz y llegar a cada uno de los municipios del país”, explicó León Fredy Muñoz, representante a la Cámara por Antioquia.
Hasta ahora, han sido presentadas públicamente adhesiones regionales a Defendamos la Paz en los departamentos de Cesar, Atlántico, Valle del Cauca y Antioquia. En este último, se están definiendo las dinámicas de trabajo y las vocerías en torno a las cuales continuarán sumándose personas y organizaciones, comentó Rodrigo Osorno, educador del Instituto Popular de Capacitación (IPC).
Agenda de trabajo, en construcción
Aunque la plataforma Defendamos la Paz apenas está construyendo su agenda, ya hay temas en los que sus integrantes han concentrado esfuerzos. Uno de ellos ha sido generar opinión pública sobre la inconveniencia de las seis objeciones que presentó el presidente Iván Duque a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Aunque aquellas se hundieron en el Congreso, la decisión final deberá tomarla la Corte Constitucional.
Con las objeciones, el Gobierno actual pretende “menoscabar el corazón del Acuerdo de Paz, que es la JEP como garantía de los derechos de las víctimas”, aseguró el exministro Rivera. Y agregó que, además de ese “atentado contra la paz”, hay sectores políticos que han presentado proyectos de reforma constitucional para impedir que avance la implementación de los Acuerdos.
También advirtió acerca de la existencia de mitos y falsas noticias “que pretenden minar la credibilidad en la JEP y en los Acuerdos de Paz”. Ante eso, añadió que “la labor que tenemos nosotros para desarrollar es clarificarle a la ciudadanía qué es realmente lo que está consignado en los Acuerdos y qué se ha alcanzado a implementar”.
No obstante, hay otros temas que desde ya son prioridad en la agenda, como la continuidad del proceso de paz. Para el representante Muñoz, esto se traduce en avanzar en la consecución de una paz completa, que involucre a todos los actores armados. Por eso, insistió en la necesidad de que se reinstale la mesa de diálogos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
También hizo énfasis en que se debe revisar el contenido de la Ley 1908 de 2018, que propone fortalecer la investigación y judicialización de organizaciones criminales. Como la considera “insuficiente”, expresó que “debe hacérsele modificaciones para que sea más generosa con los combos y bandas que están pidiendo pista para venir a hacer parte de este proceso”.
A pesar de este panorama, que evidencia la necesidad real de defender la paz, Pastor Alape resaltó que los excombatientes creen que el país está cambiando: “La gente se está movilizando en clave de construcción de paz y, por primera vez, tuvimos un Congreso que se paró firme frente a todas las amenazas a la JEP e irresponsabilidad del Gobierno actual para impulsar, con suficiente fuerza, la implementación del Acuerdo de Paz”.
Este fue el pronunciamiento público que se leyó durante el evento de adhesiones: Defender la paz de Colombia, un llamado perentorio y una tarea clave del momento.
