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Garantizar los derechos es defender lo público

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Con la reflexión: “luchar por los derechos, es una conquista de lo público”, los invitados Armando Novoa, doctor en derecho y asesor de la Asamblea Nacional Constituyente y Rodrigo Osorno, socio del Instituto Popular de Capacitación y en temas de participación, provocaron el debate en la “Mesa de discusión y controversia sobre la incidencia de la participación ciudadana en la defensa de lo público.”

Este espacio, promovido por la Mesa Municipal por la Defensa de lo Público, el Instituto Nacional Demócrata y el Instituto Popular de Capacitación, tuvo lugar el pasado miércoles 30 de julio en el aula múltiple del Concejo de Medellín.

La discusión se dio en el marco de los debates sobre la venta de la participación de la Alcaldía de Medellín en ISAGEN, el proyecto Cinturón Verde Metropolitano, la fusión de UNE con MILLICOM y el debate sobre Plan de Ordenamiento Territorial –POT.

La reflexión con la cual iniciaron los invitados especiales, se argumentó en una construcción histórica del concepto de las ciudades como escenarios donde se conquistan derechos, principalmente sociales, como la educación, la salud y los servicios públicos (agua, energía y telecomunicaciones), convirtiéndolos en patrimonios públicos de la ciudad y al tiempo, transformando a las personas en ciudadano/as.

Esto significa que con la conquista de los derechos se logra ciudadanía; es decir que sin tener esos derechos no es posible ser ciudadano/a. Por este motivo, lo público, dimensionado como la garantía los derechos sociales, se vuelve un instrumento para que los estados, en este caso locales, permitan ejercer a sus habitantes una ciudadanía social.

Sin embargo, la venta de los elementos mínimos de lo público, hacia actores privados, quienes por la dinámica del mercado solo piensan en rentabilidad, va generando que la ciudad pierda el escenario de la conquista de los derechos, para volverla objeto de consumo, cambiando igualmente de esta manera, las mismas políticas públicas y los planes de desarrollo municipales.

En esa dinámica de consumo, los centros comerciales se vuelven el lugar del encuentro ciudadano, solamente para consumir, dejando de lado el espacio público como lugar de discusión, de movilización, de reflexión, de interacción social y hasta para enamorar.

Igualmente, los invitados identificaron algunas dificultades de la ciudadanía para la incidencia en las decisiones públicas:

  • No logra articular la democracia representativa con la participativa.
  • El marco legal que expone los mecanismos para la participación ciudadana en Colombia, es el más amplio de toda la Latinoamérica y su incidencia es mínima. Por este motivo, tienen mayor incidencia las prácticas y acciones ciudadanas por fuera de la ley como las movilizaciones, que las establecidas por ley.
  • La atomización de la participación, la cual termina siendo burocratizada, solo con el fin de obtener recursos y quitando la capacidad de movilización.
  • La relación clientelista entre la ciudadanía y el político. Convirtiendo la exigencia de derecho en favores hechos por el político a una población específica.
  • Identificar los motivos de la participación. Esta se presenta desde dos aristas. Una ante la participación de los mismos líderes en todos los escenarios y, otra, ante la poca participación de otros ciudadano/as en asuntos que deberían ser de todo su interés.
  • El Estado, específicamente algunos servidores públicos, no tiene interiorizada la democracia participativa para la construcción de las decisiones públicas.

 

Algunos de los asistentes agregaron otros elementos:

  • Como la identidad que tienen la ciudadanía con el modelo de desarrollo económico vigente. O la falta de conocimiento sobre las consecuencias de éste para la humanidad.
  • La cooptación del Estado por parte de grupos ilegales, haciendo que la institucionalidad y lo público terminen en manos de delincuentes.
  • La forma como algunos servidores públicos vienen asaltando lo público como el caso de la fusión de UNE con MILLICOM.

 

Frente este contexto, Armando y Rodrigo, cerraron planteando los grandes retos que tiene la ciudadanía para la defensa de lo público:

  • Se debe crear una agenda para recuperar lo público denunciando las múltiples prácticas de su cooptación como el especulación financiera y las privatizaciones.
  • Crear un discurso que ataque el modelo de consumo que está poniendo a la ciudadanía en escenarios de consumo y no de conquista de derechos.
  • Proponer límites a la participación del sector privado sobre los bienes públicos.
  • Multiplicar este tipo de conversatorios y charlas a otros escenarios para seguir compartiendo la agenda a otros ciudadano/as que les preocupa la perdida de los derechos ciudadanos.

Finalmente, los expertos concluyeron que no se debe declinar en el activismo, porque este nos invitará a seguir leyendo, interactuando y discutiendo temas de interés de la ciudadanía.