A principio de la década de los ochentas se empezó a conformar en Brasil un grupo de campesinos que reclamaba acceso a la tierra, acumulada en su mayoría en manos de grandes terratenientes. Con el paso de los años ese reclamo social cobró fuerza y en 1984 se constituyó el Movimiento sin Tierras (MST), que desarrolla su lucha partiendo de la ocupación de predios.

Los campesinos que hacen parte del MST son personas de origen agrario que viven en la ruralidad o en las zonas urbanas, y que carecen de predios para vivir y cultivar. Por eso decidieron ocupar grandes territorios, haciendas y fincas que, a su juicio no están siendo productivos, tienen deudas con el pago de impuestos al Estado o recurren a trabajos forzosos o con prácticas esclavistas. Su estrategia consiste en entrar masivamente a esos terrenos, montar campamentos para sobrevivir y reclamar al Gobierno la titulación individual o colectiva de predios para los labriegos.

De esa manera, los miembros del MST reclaman una reforma agraria profunda que implica transformaciones sociales para la población rural que en Brasil, como en otros países de América Latina, atraviesa conflictos ligados a la concentración de la tierra, la minería a gran escala, el uso de la violencia y la agroindustria; asuntos que serán analizados en Medellín durante el III Encuentro de Pensamiento Latinoamericano, titulado: “Tierra, Memoria y Paz despliegues de lo posible”, en el que líderes del Movimiento sin Tierra compartirán su experiencia.

III Encuentro Pensamiento Critico

El encuentro se realizará entre el 5 y 6 de octubre en Medellín en el auditorio Rafael Uribe Uribe de la Universidad Autónoma Latinoamericana, este se propone como una experiencia de “diálogo de saberes” en la que sea posible debatir, discutir, confrontar conocimientos producidos en la academia y en la institucionalidad con otros saberes no científicos ni institucionales tales como los aportados por los movimientos y organizaciones sociales, artistas, campesinos, entre otros.

Para ello se contará con la presencia de expertos como el sociólogo, periodista y escritor Alfredo Molano, quien ha dedicado su trabajo a reflexionar en torno a las poblaciones campesinas de Colombia; el experto en temas de economía agrícola en América Latina Luciano Concheiro representante del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO); César Jerez Martínez, Fundador y redactor de la Agencia Prensa Rural y líder del movimiento de zonas de reserva campesina y de la Cumbre Agraria; la licenciada Fátima del Rosario Soto, representante del Consejo de Educación Popular de América Latina (CEAAL) e integrante desde el 2001 del Centro de Educación en Apoyo a la Producción y al Medio Ambiente, A.C. (CEP – Parras, a.c.) en México; el representante a la Cámara por Antioquia, humanista y pacifista, Víctor Correa Vélez; y el vocero nacional del paro agrario del 2013, 2014 y 2016, Ricardo Herrera.

También participarán el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y el Centro de Investigación y Educación Popular -CINEP-.

Como preámbulo al evento,entrevistamos a María Mendosa, lideresa del MST en Brasil, quien relatódetalles de su vivencia personal en la adquisición de la tierra y se refirió a las principales apuestas del movimiento.

Siendo niña, María migró junto a su familia a la ciudad soñando un futuro promisorio. Pero allí se encontraron conla exclusión y el desempleo que hacen parte de la realidad urbana. Fue entonces cuando se integraron al MST y, junto a otro grupo de personas,decidieron retornar en el año 2002 al estado de Pernambuco para instalarse en un campamento y reclamar la tierra que nunca habíanpodido tener. Años más tarde recibieron un título de propiedad y María se empoderó como lideresa del movimiento, luego de estudiar Ingeniería Agroecológica en Venezuela. Hoy por hoy, ella apoya la lucha de otras personas que añoran regresar a la ruralidad y reclaman una reforma agraria.

1. María ¿Cuáles son los objetivos de los procesos de ocupación del Movimiento sin Tierra?

Nosotros tenemos tres objetivos principales. El primero esla tierra y eso justifica la ocupación. Es decir, si la tierra está ociosa, no cumple con su función social, entonces está aptapara ser destinada a reforma agraria. Por eso nosotros hacemos la ocupación como denuncia de ese territorio como un pasivo de esa reforma.

El segundo objetivo es la lucha por la reforma agraria, que no es solamente la distribución de la tierra, porque también tiene la cuestión del acceso al predio, a salud, a educación, al trabajo, a la mejoría de la calidad de vida. Entonces tenemos otro proceso que es la reforma agraria en su sentido más amplio.

Y en tercer lugar está la transformación social,eso tiene que ver con el enfrentamiento de la estructura social que tenemos ahora, que es una estructura capitalista. Nosotros representamos el otro modelo, el modelo socialista, que viene desde otros principios: que el ser humano sea el ente central, y no la plata, no el capital.

2. ¿Cuál es la principal barrera que han encontrado en este proceso?

La dificultad central consiste en los intereses que hay alrededor de la reforma agraria. Esa es una barrera que tenemos porque el Gobierno y muchas personas no están preocupados con ese proceso de democratización de la tierra. Eso es un problema porque prolonga nuestra estadía en los campamentos por larguísimos años antes de que nos titulen la tierra. Y esa espera juega con los sentimientos, con los sueños de las familias que están allá.

3. ¿Cómo es vivir en un campamento y cómo empieza ese proceso?

Bueno, eso de vivir en el campamento es una experiencia única que creo debería ser evidenciada por toda la gente, porque es una escuela, es un proceso de formación, no es fácil, no es sencillo pero es muy formador. Y formador no es exactamente en lo académico, es formador como ser humano. No es fácil vivir en un campamento en el que tú estás luchando por la tierra y no tienes certeza que vas a tenerla. Entonces eso requiere mucha resistencia, mucha voluntad y creer en aquello que estás haciendo.

Uno llega a la tierra muchas veces en la madrugada,y al día siguiente, en el amanecer, ve todas las cositas montadas: la escuela, las casas, las familias organizando, haciendo la comida de manera colectiva, recogiendo lo que tienen para que todo el mundo coma, para que todo el mundo duerma, para que todo el mundo tenga las condiciones mínimas de vivir allí. Ese es un proceso de humanización muy grande en todos los espacios que se vive.

4. Usted vivió en un campamento, ¿cómo recuerda su proceso?

Mi papá y mi mamá siempre fueron del campo, nosotros nos criamos en el campo y no teníamos la tierra, éramos trabajadores del campo y nos fuimos para la ciudad por las cuestiones de empleo. No teníamos a donde ir y nos fuimos  para la ciudad, pero las dificultades económicas llegaron también allá y fue cuando conocimos el MST. Llegaron diciendo que tenían un campamento, que si nosotros nos queríamos ir. Como vimos que no íbamos a conseguir nada en la ciudad porque no pudimos construir vida ahí  y creíamos que era posible tener la tierra, aunque sabíamos que no iba a ser fácil, decidimos ir al campamento. Pasamos por ese proceso y para mi fueron de los mejores momentos que hemos pasado, desde el punto de vista de esa vivencia social que uno tiene, de ese sentimiento colectivo, de comprender cómo se da la lucha por la tierra. Eso fue muy formador.

Hoy ya somos asentados, la familia la tenemos en nuestra tierra y seguimos en el MST porque hay otras cosas que conseguir, otras cosas qué construir y otros debates que deben ser hechos que no solamente pasan por la tierra, es el principal, es el fundamental y el inicio de todo pero no es la única cosa, hay otros procesos porque como dijimos tenemos tres objetivos y hay algunos que todavía no han sido cumplidos; tenemos la tierra pero no tenemos reforma agraria y mucho menos transformación social, entonces todavía hay tareas por cumplir.

5. Después de que las personas tienen la tierra, ¿qué sigue?

Hay procesos colectivos y procesos individuales, porque nosotros tenemos un sistema que son las villas, en las que se construyen las casas y las personas producen. Y se puede tener la casa dentro de la tierra propia o se puede tener en una villa colectiva donde las personas viven en el mismo espacio.

Pero cuando llega la titulación de la tierra hay otros desafíos: tengo la tierra pero no tengo crédito, no tengo infraestructura, no tengo un puesto de salud, no tengo una escuela, no tengo acceso a cuestiones mínimas de sobrevivencia para garantizar un buen desarrollo de la vida en ese espacio. Entonces sigue la lucha desde esa perspectiva de garantizar los derechos sociales básicos que cualquier persona debe de tener. Por eso tener la tierra no es suficiente o no es solo eso lo que nosotros luchamos.

Y también hay que tener procesos de producción que vienen desde el campamento. Pero no es una producción que venga a incentivar el uso de agroquímicos, sino que es una producción agroecológica, con responsabilidad social, económica y política, porque si novamos a caer enlo mismo que está establecido.

6. En un mundo donde las ciudades son tan importantes, donde por ejemplo el empleo y la educación superior se vuelven indispensables, ¿por qué volver al campo y por qué reivindicar la identidad de los campesinos?

Las ciudades están insostenibles, no caben más personas y las condiciones sociales son difíciles. Por eso la gente que vivió toda su vida en el campo ya no es capaz de vivir en la ciudad y, si vive, vive con depresión porque no sabe qué hacer allí; va a hacer trabajos que históricamente nunca ha hecho y en los que no obtiene muchos ingresos porque no tiene una profesión. Y si bien el acceso a la universidad ha aumentado, todavía no hay acceso para todos. Entonces la gente que vivió toda su vida en el campo quiere regresar porque es lo que sabe hacer, lo que ha hecho toda su vida.

Pero ahí hay un campo de discusión abierto, porquetodavía hay tierras vacías pero hay gente que no regresa. Sin embargo, si nadie quisiera regresar nosotros no hacíamos más ocupaciones, porque no habría gente que quisiera organizar sus procesos de ocupaciones. Pero desde hace 32 años hacemos ocupaciones y siempre hay gente que quiere ocupar. Por eso puedo decir quesí hay mucha gente queriendo volver a su estado de origen, porque la ciudad no es su campo, así como no era el de mi familia, y seguramente no es el campo de muchas otras familias que están allá; y cuando nosotros regresamos nos pusimos bien, nos pusimos donde nos sentíamos confortables porque era donde crecimos nosotros, era donde teníamos la familia, donde vivíamos.