En el municipio de Valvidia fue asesinado este martes 8 de mayo el barequero Luis Alberto Torres Montoya, integrante del Movimiento Ríos Vivos. Luis Alberto tenía 35 años de edad, era padre de tres hijos y fue asesinado mientras realizaba sus labores de barequeo de oro en la ribera del río Cauca en el sector conocido como El Pescado ubicado en el corregimiento Puerto Valdivia, Norte de Antioquia.

La denuncia fue hecha a través de un comunicado por Ríos Vivos, movimiento que congrega a campesinos, mineros y pescadores afectados por la construcción de la represa Hidroituango desarrollada por EPM sobre el cauce del Río Cauca en el Norte de Antioquia.

Luis Alberto Torres Montoya. Foto: Ríos Vivos.
Luis Alberto Torres Montoya. Foto: Ríos Vivos.

Con la muerte de Luis Alberto, quien hacia parte de la Asociación de Pequeños Mineros y Pesqueros de Puerto Valdivia, ya son dos los integrantes de Ríos Vivos asesinado en menos de ocho días.

La víctima anterior fue Hugo Albeiro George Pérez, de 47 años, integrante de la Asociación de Víctimas y Afectados por Megaproyectos ASVAM El Aro del municipio de Ituango, quien también fue baleado en Puerto Valdivia junto a su sobrino Domar Egidio Zapata George, mototaxista de 23 años, el pasado el pasado 2 de mayo.

Hugo Albeiro tenía 12 hijos de los cuales 10 son menores de edad, sin contar una nieta que también estaba a su cargo. La familia George vive en la finca Manzanares en la vereda Filadelfia de Ituango, donde viven de la agricultura y también al barequeo de oro.

Estos asesinatos ocurren en medio de las denuncias que ha liderado Ríos Vivos en las últimas semanas ante el taponamiento del río Cauca, causado por tres derrumbes en el túnel de desviación del afluente en la zona donde EPM construye la represa.

A la fecha se han reportado tres emergencias de este tipo, que han ocasionado un represamiento aguas arriba de la presa y una reducción del caudal del río aguas abajo. La primera obstrucción parcial del túnel se presentó el domingo 29 de abril. Ese día en horas de la tarde EPM informó que la situación había sido superada. Pero al día siguiente, lunes 30 de abril, se presentó un nuevo derrumbe que la empresa atribuyó a una falla geológica. La última contingencia ocurrió una semana después, en la madrugada del lunes 7 de mayo, cuando la compañía de servicios públicos domiciliarios informó en un comunicado que “se produjo un nuevo derrumbe, lo que ocasionó un taponamiento total en el túnel de desviación del río Cauca”.

En este contexto, para Ríos Vivos es “nefasto” que la muerte de estos dos miembros de su movimiento ocurra “en momentos en que las comunidades se encuentran preparando una nueva jornada de movilizaciones de protesta en procura de que EPM reconozca las nuevas afectaciones que ha traído a la zona, con su proyecto Hidroituango”.

Por ello la organización exigió una vez más que el Ministerio del Interior ponga en marcha el Plan de Protección y Prevención Colectiva del Movimiento Ríos Vivos.

De otro lado, le pidió a la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) que se pronuncie con urgencia sobre “la visita técnica de emergencia realizada al proyecto Hidroituango tras la obstrucción de los túneles generados por el proyecto mismo”. Y a la Procuraduría Ambiental que “investigue con celeridad los hechos ocurridos en torno a los derrumbes, desecación de caudal, planes de contingencia que han dado lugar a la emergencia social, económica y ambiental en el área de afectación de Hidroituango”.

EPM inundó cuarto de máquinas para reanudar el cauce del río

Justamente en la mañana de hoy EPM informó que dado el nivel que actualmente alcanza la cota del embalse, en las próximas horas comenzará a verter agua por la casa de máquinas de la futura central de generación de energía. Con esto, el agua se encauzará de nuevo al río Cauca, con el propósito de que retorne a su caudal tradicional para esta época de invierno”. Ver comunicado

La medida causará una millonaria pérdida económica, pero la empresa precisó que se tomó esta decisión dando prelación a “la protección de las comunidades y el ambiente en primera instancia y la de la infraestructura del proyecto en segunda”.

Aunque el vertimiento de aguas incrementará el nivel del río Cauca en las próximas horas, EPM afirmó que esto “no representa un riesgo para la ciudadanía”, pero sí es necesario que las comunidades ubicadas aguas abajo del proyecto, que habitan en los municipios de Ituango, Briceño, Valdivia y su corregimiento de Puerto Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia y Nechí sigan las recomendaciones de seguridad de las autoridades y organismos de atención”.

Debido a estas contingencias y a las medidas que se debieron tomar para evitar una emergencia mayor, la empresa de servicios públicos informó que “el proyecto no entrará en ejecución en la fecha estimada (30 nov 2018) y en la actualidad se evalúa, en función de los impactos, el tiempo estimado de su futura entrada en operación”.