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Peregrinación Por la Vida y la Paz: un unísono de exigencias al gobierno Duque

El 28 de octubre salió de Medellín una delegación con más de 150 personas, que participará de la Peregrinación a nivel nacional. El 4 de noviembre se concentrarán en Bogotá, en donde exigirán al Gobierno Nacional garantías para la vida y cumplimiento del Acuerdo de Paz.

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La violencia contra exguerrilleros y líderes sociales no cesa en el país. También aumentaron las masacres. Mientras en 2017 hubo once, en el 2019 la cifra aumentó a 36. Según el informe de masacres entregado por Indepaz, en lo que va del año se han ejecutado 68 masacres que han dejado 270 víctimas. En 2019 la cifra de desplazados llegó a 124.000 y este año un informe de la Oficina de las Naciones Unidas dice que en lo que va de 2020 ha habido más de 17.000 personas desplazadas. Estas y otras son las causas que han convocado la Peregrinación por la Vida y la Paz que se lleva a cabo en el país.

La Delegación de Antioquia, integrada por excombatientes de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Antioquia, la Guardia Indígena y representantes de la sociedad civil, cruzó el 29 de octubre por el Oriente antioqueño, después de instaurar la Peregrinación de Antioquia en Medellín, con un encuentro cultural en el Parque de los Deseos. Esta peregrinación, que se realiza a nivel nacional, tiene como objetivo exigirle al Gobierno garantías para la vida y el cumplimiento del Acuerdo de Paz.

Fancy Orrego, más conocida como Erika Montero, exguerrillera de las Farc, hoy es integrante del Consejo Político Nacional y lidera junto a Cristina Ibarra e Ingrid Melgarejo, el Mecanismo de Monitoreo y Verificación en Medellín, habla de algunas de las razonas por las cuales diferentes firmantes se encuentran y marchan para reclamar garantías.

“Los liderazgos sociales cuentan más de 600 víctimas en lo que va de la firma de los Acuerdos, y nosotros los firmantes tenemos 236 compañeros asesinados en distintas partes del país y, sumado eso, no solo a la falta de garantías por la vida, sino también al incumplimiento de los acuerdos de paz, hay bastantes demandas, en el sentido de que la agenda negociada y firmada por las partes está bastante atrasada: los PDET no se ejecutan. El Estado se lava las manos y los municipios no tienen con qué cumplir programas de gobierno que se presupuestaban desde antes del Acuerdo y todo se va quedando en la palabrería, se va quedando en el papel.”

El representante a la Cámara, Omar Restrepo, dice que la Peregrinación “la hacemos porque no se están implementado los Acuerdos que tienen como propósito generar condiciones básicas para avanzar a un país con una democracia amplia, profunda e incluyente; que desmonten los grupos paramilitares; que se avance hacia una paz completa que incluya al ELN y disidencias del EPL y a otras que se marginaron del proceso”.

De los asesinatos a excombatientes después de la firma de los Acuerdos, más de la mitad han ocurrido en el gobierno de Iván Duque y a esto se le suma el asesinato de 167 indígenas en el mismo periodo. En este sentido, Negaribí Borja Dominicó, guardia mayor de la Guardia Indígena que acompaña la delegación de Antioquia, recalca algunas de las razones de su adhesión a la peregrinación: “los Acuerdos hablaban de que cuando las Farc como guerrilla saliera de los territorios, estos iban a ser protegidos y, en este sentido, la Guardia Indígena sería el principal actor garante de la protección de sus territorios, cosa que el Gobierno incumplió. En este momento, nuestros territorios están llenos de actores armados como los paramilitares y la guerrilla del ELN, a esto se le suma que la mayoría de comunidades indígenas del departamento tenemos nuestros territorios plagados con minas antipersonal”, minas que han dejado cinco indígenas muertos en Antioquia, sin embargo, el Comité Internacional de la Cruz Roja registra en el país 181 víctimas, de las cuales 27 perdieron la vida.

La Peregrinación cruzó por Marinilla y Doradal, Antioquia, y Guaduas, Cundinamarca, donde se encontraron con otras delegaciones hasta su llegada a Bogotá. Incluso, a su paso por Doradal la delegación hizo un acto de reconciliación con Ramón Isaza, antiguo comandante de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio.

La Peregrinación Por la Vida y la Paz tiene delegaciones de departamentos como Norte de Santander, Valle del Cauca, Caldas y Antioquia, sin embargo, esperan que el encuentro que se dará en Bogotá el 4 de noviembre, cuando todas las delegaciones lleguen a la capital, cuente con la participación de movimientos sociales, instituciones y personas que se sumen a las exigencias hechas al Gobierno de Iván Duque.

“En la Plaza Bolívar vamos a lanzar nuestra voz de rechazo y de protesta por los asesinatos, exigir al Gobierno las garantías, la implementación de los Acuerdos de Paz en su totalidad. Si no se implementan es difícil conquistar la paz, porque aún tenemos causas que siguen generando violencia”, agrega Restrepo.

Finalmente, Orrego manifiesta: “los firmantes nos preguntamos, qué es lo que quiere el gobierno no solo con incumplir los acuerdos, sino también con asesinarnos y asesinar el apoyo al proceso mismo. Porque lo que nosotros negociamos en La Habana, no es para los excombatientes, sino que es para el pueblo colombiano y hoy exigimos cumplimiento por parte del Estado, por eso estamos marchando hacia Bogotá”.