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‘Duque está profundizando el extractivismo, por el temor de que llegue un presidente de izquierda a la Casa de Nariño’: Álvaro Pardo

En Colombia no hay una política ambiental consecuente con los compromisos internacionales adquiridos por el presidente Duque de reducir el 51% de las emisiones de CO2 para 2030, dice Pardo en esta entrevista, por eso otorgar la licencia al primer proyecto de fracking en el país profundiza el extractivismo y es incoherente con la supuesta intención de enfrentar el cambio climático.

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Álvaro Pardo Becerra, economista y exdirector técnico de minas del Ministerio de Minas y Energía, dice que, si Colombia quiere cumplir en 2030 con la reducción del 51% de las emisiones de CO2, como se comprometió el presidente Duque, tiene que suspender ya la extracción de carbón y desescalonar la extracción de hidrocarburos.  Eso implica reemplazar el parque automotor por vehículos eléctricos en quince años, que la industria utilice fuentes limpias de energía, que el transporte masivo y de carga sea eléctrico y que se sustituya el uso del petróleo.

Sin embargo, a la par que hace estas propuestas, critica las decisiones del actual Gobierno, el cual dio vía libre al primer proyecto de fracking en el país, que estaría en Puerto Wilches, Santander. En esta entrevista, Pardo se refiere a esa decisión, al posible temor de que un presidente de izquierda llegue a la Casa de Nariño y al poco compromiso de Duque de combatir el cambio climático, a pesar de que muestra una posición distinta fuera del país.

IPC. La Anla otorgó la licencia ambiental para el proyecto piloto de fracking en Colombia. ¿Cuál es su lectura, teniendo en cuanta que Duque en campaña dijo que no haría fracking?

Álvaro Pardo. Esa fue una propuesta politiquera de campaña que después no cumplió. Ecopetrol arrancó por encima de la comunidad, cometió irregularidades en la audiencia pública ambiental de hace tres semanas. Esto de la licencia ambiental se veía venir. Ya con eso le da rienda suelta al primer piloto de fracking en Colombia.

Mi lectura es que este Gobierno teme que a la Casa de Nariño llegue uno de izquierda el 7 de agosto. Y que ese nuevo gobierno va a parar todas las medidas que apoyen el extractivismo en Colombia, como licencias para hidroeléctricas, licencias mineras, petroleras y para fracking. En este momento están corriendo, no se imagina la cantidad de títulos mineros que están dando en este momento. Ante ese temor están sacando de todo.

Es una operación de tierra arrasada la cantidad de nuevos proyectos que vienen de energía solar, de energía eólica en La Guajira. Esto es profundizar el extractivismo, con el temor de que llegue un gobierno y les pare esos proyectos.

IPC.  ¿El fracking es coherente con el compromiso de Duque de reducir el 51% de CO2 para 2030?

A.P. No es coherente. Llevar la ambición al 51% implica cerrar minas de carbón y desescalar los hidrocarburos, porque si no, no tienen cómo, es que no hay compromisos sectoriales de cómo van a reducir ese CO2. El que menos compromisos sectoriales tiene es el Ministerio de Minas y Energía.

He hablado con la gente del Ministerio de Ambiente y me dicen que ese compromiso se lo inventó el presidente Duque. Las cuentas dicen que escasamente alcanza a reducir el 38%. Pero Duque quiere pasar como el gran héroe ambiental y deja embalado el país. Él se va ahora y dirá que los demás no cumplieron la palabra.

La reducción implica cerrar minas ya, reducir hidrocarburos y no hacer fracking ni exploración offshore.

IPC. A la par de los compromisos internacionales, la deforestación sigue avanzando, por ejemplo…

A.P. Todo eso son anuncios para lograr una vitrina internacional. Uno dentro del país no ve nada que esté avanzando. Son anuncios. Un ejemplo: los estudios de impacto ambiental de Anglo Gold Ashanti en Jericó o el estudio de Minesa en Santurbán los han debido anular de una vez, pero el Gobierno lo que hace es archivar para darles la oportunidad de que vuelvan a presentar el estudio. Lo que hacen es postergar el problema sin resolverlo de fondo. De manera que la realidad dentro del país es que no hay una política ambiental consecuente con los compromisos adquiridos a nivel internacional.

IPC. Al referirse a las fuentes de energía renovable, ¿por qué usted asegura que el Gobierno hace “una creación improvisada de un marco regulatorio para la creación de nuevas hidroeléctricas”, uso de gas natural e hidrógeno?

A.P. Porque hay fuentes que en mi concepto no son energías limpias. Ni el gas ni el hidrógeno son completamente limpios. Entonces lo que está haciendo el Gobierno es improvisar, mostrando estas como si se trataran de verdaderas fuentes de energía limpias como las generadas por el viento y el sol, o el agua, con algunos tipos de hidroeléctricas.

IPC. Sin embargo, internacionalmente las hidroeléctricas son consideradas como generadoras de energía limpia…

A.P.  Uno no puede decir que Hidroituango genere energía limpia cuando causa un desastre ambiental gigantesco. En la parte baja, por ejemplo, acabó con toda la pesca. Los pescados subían por todo el río y ahora no pueden desovar porque construyeron un muro.

IPC. Entonces la energía eólica es un ejemplo de energía limpia, pero su desarrollo no está exento de conflictos con comunidades étnicas, como se puede ver hoy en La Guajira.

A.P. Si bien la energía eólica y la solar son energías limpias, hoy se está replicando el esquema tradicional del extractivismo, desconociendo temas ambientales y sociales, desconociendo derechos ancestrales, en ese sentido digo que están improvisando. Ese es un modelo de transición energética corporativa, que obedece al interés de las nuevas empresas de posicionarse en el país y monopolizar la generación de energías limpias. Todo arrancó mal porque el Gobierno va regulando y sacando normas a favor de una transición energética corporativa.

Hoy los países están hablando de diversificación energética, pero en Colombia ya no les importa la transición energética, tampoco el cambio climático, les importa superar la crisis energética para seguir creciendo sus economías. Es la mala hora de la lucha contra el cambio climático.

IPC. Usted dice que debería reemplazarse en 15 años el parque automotor. ¿No es muy poco tiempo?

A.P. No, eso lo hizo y lo está haciendo Hong Kong en quince años. Hong Kong sacó hace tres años una norma que dice que al mercado no sale ningún carro que no sea eléctrico. Lograron que, en quince años, que es el periodo de chatarrización, la gente cambie por un carro eléctrico. Lo hacen de la manera más democrática, pacífica y con respeto al medio ambiente en el mundo.

Pero aquí cuando el presidente dijo que iba a poner pico y placa a las motos, fueron los empresarios a la Casa de Nariño a decir que se iban a salir del país y a sacar la inversión extranjera. Aquí se acostumbraron las empresas a extorsionar a los gobiernos.

IPC. Si usted dice que hay que hacer el cambio del parque automotor, significa que necesitamos generar más energía. ¿Cómo puede darse esa transición con una energía más amigable con el medio ambiente y que sea menos depredadora?

A.P. No necesitamos generar más energía, porque en la medida que los gobiernos puedan avanzar en sistemas de transporte público vamos a necesitar menos carros. Segundo punto, vamos a necesitar energía para esos carros, cierto. En el año 2023 y 2024 van a entrar en operación varios proyectos de generación de energía limpia en el país. Esos van a permitir en dos años reemplazar la generación de energía con carbón y gas en Colombia. El carbón no lo va a sacar de Colombia los grupos ambientalistas sino el mismo mercado

Juan Camilo Gallego Castro
Periodista de la Universidad de Antioquia. Autor de los libros "Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor" (Sílaba Editores, 2016) y "Con el miedo esculpido en la piel" (Hombre Nuevo Editores, 2013). Algunas de sus crónicas han sido publicadas en Frontera D (España), El Espectador, Verdad Abierta, Pacifista!, Universo Centro y Hacemos Memoria.