Inicio Desarrollo “Nuestra apuesta es defender el Suroeste del extractivismo”, Eliza Gallego

“Nuestra apuesta es defender el Suroeste del extractivismo”, Eliza Gallego

A pesar de que el archivo del proyecto minero Quebradona por parte de la ANLA es un paso importante para las comunidades del Suroeste antioqueño, para la lideresa e integrante del COA es solo una oportunidad para seguir fortaleciendo los procesos comunitarios de apropiación y defensa del territorio.

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El hashtag #ANLAniegueQuebradona fue tendencia en redes sociales luego de que el 16 de septiembre, la Gobernación de Antioquia diera luz verde al Programa de Trabajos y Obras (PTO) de Quebradona, un proyecto minero de la multinacional AngloGold Ashanti en el Suroeste antioqueño, que intervendría 471 hectáreas de un título minero y que corresponden al 2,4% del total del área del municipio de Jericó. Allí se esperaba hacer extracción minera de cobre, oro, plata, molibdeno y sus concentrados.

Líderes ambientales y comunitarios, habitantes de los municipios de Jericó y Támesis, organizaciones sociales, ambientales y defensoras de Derechos Humanos, y la sociedad civil, usaron las redes sociales para pedirle a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), la negación de este proyecto que traería graves impactos ambientales y sociales, como contaminación de los afluentes hídricos y el desplazamiento de las comunidades de sus territorios. 

Sin embargo, el pasado 25 de octubre, la Anla emitió un comunicado en el que anunció el archivo del trámite de licenciamiento ambiental para el proyecto de minería de cobre Quebradona, afirmando que “las principales consideraciones técnicas que llevaron a ordenar el archivo de la actuación por parte de la Autoridad, se relacionan con: la definición del área de influencia, la caracterización de los componentes hidrogeológico, hidrológico, de geotecnia y biótico, consideraciones frente al depósito de relaves (residuos de la actividad minera) y a la subsidencia, entre otros”.

La Agencia de Prensa del IPC conversó con Eliza Gallego, integrante del Cinturón Occidental Ambiental – COA, una articulación y coordinación de organizaciones campesinas, indígenas, ambientales y sociales, que trabajan por la defensa y protección del territorio,en el Suroeste antioqueño.

IPC: ¿Cómo recibieron la noticia sobre el archivo de la Anla?

Eliza Gallego: Es una noticia que nos da un respiro. Nos la tomamos con mucha alegría, porque archivar el estudio de impacto ambiental o el proceso de licenciamiento ambiental no quiere decir que el proyecto no se va a realizar, sino que es otra oportunidad que tiene Anglogold Ashanti de hacer nuevos estudios y de ver en qué falló en los requerimientos que le exige la Anla.

Entonces, lo tomamos con mucha precaución. Sabemos que es un tiempo de unos años para volver a realizar los estudios y presentarlos, y que a nosotros, como organización del Suroeste, nos permite fortalecernos para seguir construyendo lo que llamamos “territorios sagrados para la vida”; seguirle apostando a los planes de vida comunitaria y fortalecer todas esas herramientas y mecanismos de participación que hemos venido implementando. 

Ha sido también una oportunidad para pensar qué hay detrás del archivo de esa licencia, porque sabemos también que eso podría obedecer a la coyuntura política, que estamos ad portas de las elecciones y que eso puede influir. 

Entonces estamos a la expectativa. Más que celebrarlo como un logro y darlo por hecho, el extractivismo minero es una amenaza lejana del Suroeste. 

IPC: En entrevista con el diario La República, Ana María Gómez, gerente de la empresa AngloGold Ashanti, afirmó que hay una aprobación de la empresa del 75% por parte de los habitantes de Jericó. Sin embargo, existe otra parte de la comunidad que ha salido a marchar masivamente contra la presencia de la empresa, ¿qué está pasando en la comunidad?

EG: Esas cifras que da AngloGold Ashanti no corresponden a la realidad de lo que está pasando en el Suroeste de Antioquia. 

AngloGold Ashanti está en Jericó hace más de 10 años y ese asistencialismo que ellos han creado, generó una división de la población. Y claro, las multinacionales llegan a suplir los vacíos del Estado, a invertir en lo que llaman responsabilidad social empresarial, y se ha creado una perspectiva diferente respecto a ese proyecto en la comunidad jericoana de la zona urbana, en donde hay muchas personas de acuerdo con el proyecto por toda la inversión que AngloGold ha hecho, como una forma de buscar aprobación de las comunidades. Sin embargo, en la zona rural, en el área de influencia directa del proyecto, vemos lo contrario, porque son los mismos campesinos quienes se oponen a la entrada de la empresa a sus veredas.

Un elemento para resaltar, y que es uno de los criterios por los cuales fue archivado el proceso de licenciamiento, fue por una lucha que la comunidad de Támesis dio para ampliar el área de influencia directa del proyecto, porque solo estaba delimitado para el territorio de Jericó.  Y sabemos que el área de incidencia donde se va a formar el cráter por la explotación de la montaña queda muy cerca de Támesis. Entonces ahí también hay que considerar a esa comunidad como parte del área de influencia directa y, en su mayoría, está en contra del proyecto minero. Se les debe preguntar si están de acuerdo o no. 

IPC: ¿Cuál fue el papel de las comunidades en este proceso?

EG: Desde hace 10 años el COA lo ha venido denunciando y manifestando, pero hace dos años  empezaron a surgir un montón de movimientos y actores en pro de la defensa del territorio y todo el foco de atención fue el proyecto minero, entonces la misma comunidad empezó a informarse, la misma comunidad empezó a indagar el estudio de impacto ambiental, a buscar cuáles eran los verdaderos impactos  del desarrollo del proyecto mega minero, a buscar profesionales o grupos de profesionales para realizar estudios alternos. 

En el caso de las comunidades de Támesis, ellas no se enteraron por la empresa de los impactos que podría generarse en su territorio, sino por la misma iniciativa de la comunidad y de las organizaciones sociales. Entonces, si la comunidad no se organiza, si la comunidad no se pronuncia y no da su punto de vista frente a la Anla,  la opinión pública y los medios de comunicación, yo creo que AngloGold Ashanti ya tendría aprobado el proceso de licenciamiento ambiental.

IPC: ¿Qué elementos ustedes ya habían identificado y señalado sobre los impactos que tendría Quebradona en el territorio y la comunidad? 

EG: Cuando tuvimos el “monstruo respirándonos en el cuello”, nos pusimos a investigar con la comunidad todo el tema de impactos ambientales y sociales que generan el desarrollo del megaproyecto minero en el territorio y teníamos evidencia de muchos municipios en el país que son mineros y que sus índices de necesidades insatisfechas son muy altos, como los problemas en salud, seguridad, transporte y educación. 

Entonces esto da fe de que el “desarrollo” que las multinacionales mineras dicen que van a llevar al territorio, no es tan cierto. 

Investigamos sobre el impacto a perpetuidad, que son los que no se pueden dimensionar ni en tiempo ni en espacio, como los drenajes ácidos que deja el abrir un cráter en la montaña y exponer todos estos metales a la intemperie y cómo se va filtrando el agua  y va poniendo esos metales pesados en cuerpos de agua como el río Cauca.  

Y muchas otras cosas, como el componente hidrogeológico que ellos dicen que no van a afectar al acuífero, que al extraer minerales de la montaña no se van a ver afectados todos los complejos hidrogeológicos de la montaña. Y eso también fue una razón por la que archivaron el proceso de licenciamiento, y creo que eso fue un logro de la organización social y de la comunidad. 

IPC: ¿Creen que ese recurso de reposición pueda prosperar?

EG: No lo hemos hablado como COA, pero creo que esto va por el lado político. Estamos en un momento de mucha incertidumbre política en el país, creo que eso le va a dar tiempo a AngloGold de presentar otro estudio de impacto ambiental.  El COA no está centrado únicamente en AngloGold. Tenemos que seguir trabajando por los planes de vida en los territorios. 

Daniela Sánchez Romero
Periodista de la Universidad de Antioquia. Me interesan los tema de cultura, memoria, paz y derechos humanos.