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Jóvenes de la primera línea sueñan con tener su biblioteca en el norte de Medellín

El 11 de mayo estos jóvenes se reunirán con el Parque Explora y la Alcaldía de Medellín con la esperanza de que les permitan dar vida a la Biblioteca Popular Betsabé Espinal.

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Las letras violetas son un grito, una denuncia, un desahogo: “EL ESMAD VIOLÓ AQUÍ”. Desde el 30 de abril, en la antigua estación El Bosque del Ferrocarril de Antioquia, al lado del Parque Explora, las letras violetas recuerdan lo que habría sucedido el 28 de junio de 2021, durante el Paro Nacional: una joven de 15 años fue violada por un miembro del Esmad.

La concejala Dora Saldarriaga la acompañó durante la ruta de atención, luego del hecho. Arribó a las siete de la noche al Hospital General de Medellín y comprobó que no fue activado el código fucsia porque no estaba ni la madre de la joven ni un promotor de familia, que llegó al lugar en la madrugada.

“Me enteré de que no tenemos defensores de familia. Si pasa algo en la noche, las víctimas tienen que esperar hasta el día siguiente”, dice Saldarriaga.

La concejala quiso indagar por lo que sucedió ese día. Pidió las grabaciones de las cámaras de Parque Norte y Parque Explora, a cargo de Metroparques. La respuesta que le dieron es que estas no existían porque, supuestamente, las cámaras habían sido vandalizadas.

A la par de que este lugar hoy representa la posible violación de una menor de edad por parte de un miembro de la fuerza pública, también ha sido resignificado por jóvenes de Medellín que convirtieron a la antigua estación en una biblioteca. 

Tatiana López dice que lo que llaman Estación El Bosque es la Biblioteca Popular Betsabé Espinal, en honor a la mujer bellanita que lideró la primera huelga de obreras en la Fábrica de Tejidos de Bello, en 1920.

¿Por qué una biblioteca?

A la par que el Paro avanzaba, un grupo de jóvenes creó una biblioteca móvil con libros que muchas personas les fueron regalando. “La biblioteca inició a los veinte días del paro. No había pasado lo de la violación. Vi que en Cali se tomaron un CAI e hicieron allí una biblioteca”, dice Tatiana, “la biblioteca inició con la intención de formar”.

Entonces hubo un momento en el que los jóvenes (algunos de ellos no sabían leer), tomaron la antigua estación del ferrocarril, instalaron un estante y ubicaron los libros, y el espacio dio paso a la imaginación, a la enseñanza, al aprendizaje. Hasta que apareció el Esmad. Dice Tatiana que uno de ellos fue hacia ella apuntándole con su arma. “¿Me va a matar?”, le gritaba. “Mirá, ¿estos libros son el peligro?” Entonces empezó a lanzarles los libros, uno a uno, como pudo. Y hoy dice que perdió el libro sobre Betsabé Espinal, esa mujer rebelde y con carácter de hace un siglo.

Cuando llegó el momento de pensar en cómo llamar a la biblioteca, los jóvenes no dudaron en que fuera Biblioteca Popular Betsabé Espinal. 

Luego volvió el Esmad. Dice Tatiana que removieron todo menos el estante de la biblioteca. Y eso es simbólico para ellos. 

Han pasado casi dos años y estos jóvenes aún se reúnen. Miércoles, sábado y domingo dictan talleres de fotografía, macramé y grafiti. No tienen sede, porque la Biblioteca hoy está en remodelación. Aún así, se reúnen en un prado ubicado atrás de su Biblioteca y esperan que ese lugar, que dicen es suyo, les sea entregado para instalar de nuevo los libros y hacer sus activaciones culturales.

La antigua estación El Bosque es patrimonio cultural de la Nación y el Parque Explora lo tiene en comodato. Desde hace dos años los jóvenes, Parque Explora y Alcaldía se reúnen para decidir qué hacer con los jóvenes. Pero ellos, al final, dicen que quieren tener su biblioteca y por ello el próximo 11 de mayo se reunirán de nuevo para hablar de esa posibilidad. Dice Tatiana que para esas instituciones los jóvenes son un presupuesto, mientras que para ellos esa antigua estación “es nuestra vida”. 

Les dicen que deben crear una cooperativa y llenar un montón de requisitos. Tatiana lo resume de manera sencilla: “nosotros tenemos el público para la biblioteca, ellos tienen todo lo que necesitamos para aprender”.

Juan Camilo Gallego Castro
Periodista de la Universidad de Antioquia. Autor de los libros "Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor" (Sílaba Editores, 2016) y "Con el miedo esculpido en la piel" (Hombre Nuevo Editores, 2013). Algunas de sus crónicas han sido publicadas en Frontera D (España), El Espectador, Verdad Abierta, Pacifista!, Universo Centro y Hacemos Memoria.