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Los protagonistas silenciosos de la Operación Jaque

El periodista y profesor Gonzalo Medina Pérez presentará hoy "Las voces de lo imposible. Los protagonistas de la Operación Jaque" en la Feria del Libro de Bogotá. Allí está la historia de los suboficiales que planearon la operación, la importancia de esta en la guerra contra las Farc y el por qué utilizaron distintivos de la Cruz Roja, a pesar de que era una infracción al DIH.

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El 2 de julio de 2008 una tripulación del Ejército rescató a 15 secuestrados que estaban en manos de la antigua guerrilla de las Farc. Ingrid Betancourt era la más conocida, pero allí también estaban el capitán Juan Carlos Bermeo, los cabos Julio César Buitrago, José Arteaga, Amaón Flórez, John Durán y William Pérez, los subintendentes Armando Castellanos y Raimundo Malagón, los sargentos José Marulanda y Erasmo Romero, el teniente Vianey Rodríguez y los contratistas Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell.

El periodista Gonzalo Medina Pérez escribió el libro Las voces de lo imposible. Los protagonistas de la Operación Jaque (editorial Planeta). Allí ocho suboficiales del Ejército, quienes prefieren continuar en el anonimato, describen cómo planearon esta operación que duró 22 minutos, pero que tuvo su génesis más de una década antes.

Gonzalo también es autor de libros como Una gambeta a la muerte (1994); Andrés Escobar: la sonrisa que partió de madrugada (2004); e Historia del deporte en Antioquia (2007). En esta entrevista habla de su último libro y de algunos de los detalles que habían permanecido inéditos hasta ahora.

IPC. ¿Quiénes son los protagonistas silenciosos de la Operación Jaque?

Gonzalo Medina Pérez. Los protagonistas son los suboficiales que, realmente, fueron los artífices de esa operación. Es un grupo de unos ocho sargentos que desde el año 1997 empezaron a hacer experimentos de suplantación de voces, no solo de intervención de comunicaciones, en este caso de las Farc, sino de atreverse a engañar con la voz a radioperadoras de las Farc. Y particularmente, hay un sargento que en el fondo es el protagonista de todo, que se hace llamar HH, que en 1997, por ejemplo, empezó a comunicarse con la radioperadora Jazmín, del Mono Jojoy, y se hacía pasar como otro radioperador. Se ganó la amistad hasta que logró tener el manual de comunicaciones internas de las Farc. Eso fue once años atrás de la Operación Jaque. Esos sargentos son los artífices, los protagonistas silenciosos.

Cuando HH y otros suboficiales se atrevieron a presentar la propuesta, de hacer una operación de rescate a través del engaño con la voz, se burlaron de ellos, que estaban viendo mucha televisión, mucho cine, que se olvidaran de eso. Pero el general Mario Montoya le dio más importancia a la idea y habló con un coronel ahora retirado, fue el que se reunió con los suboficiales y le dio importancia a esa iniciativa, hasta que esa opción se consideró a niveles superiores. Se hizo el entrenamiento de las voces femeninas, porque había que suplantar a dos radioperadoras: una, del Mono Jojoy, de nombre Andrea, y otra del Frente primero de las Farc.

Todo gira alrededor de la imaginación y la iniciativa de ese grupo de suboficiales.  

IPC. La ejecución de la operación duró 22 minutos, ¿pero cuánto tiempo tomó planearla?

G.M.P. La decisión institucional se toma en abril de 2008. Ahí se desarrolla de manera dinámica una serie de hechos que desembocaron en el rescate. Eso lo que muestra es que el manejo del tiempo es muy relativo. Decir que se hizo entre abril y julio es sesgado, porque tiene una historia. Por ejemplo, en marzo de 2008, con la mediación de Chávez y de Correa, las Farc empezó a liberar secuestrados. En una de esas liberaciones, que transmitían por televisión, este sargento HH mira todo y observa los colores del helicóptero, rojo y blanco, y hace la pregunta en voz alta: “¿nosotros por qué no hacemos esto mismo?” Y es lo que terminaron haciendo: pintaron un helicóptero del Ejército con esos colores, que fue lo que generó luego el problema internacional con la Cruz Roja.

IPC. En la operación el Ejército utilizó los colores y distintivos de la Cruz Roja, lo que fue una infracción al DIH, ¿hay autocrítica al respecto? ¿Cuál fue la percepción de los militares?

G.M.P. Ellos aceptaron la responsabilidad por usar el emblema de la Cruz Roja. En algún momento dijeron que no sabían, pero ahí había una decisión de que ellos se estaban enfrentando a una situación muy riesgosa, porque eran los colores de una organización humanitaria internacional como es la Cruz Roja. Lo que uno observa, igual que en la Operación Fénix de ese año (en el que murió Raúl Reyes), es que hay una línea muy sutil en la cual ellos se mueven, digamos que la superan, pero tratan de mostrar que no fue a propósito. En Fénix el Ejército se metió a territorio ecuatoriano. Luego piden excusas y demás, pero es una situación muy problemática porque el objetivo puede justificar ese tipo de actuaciones. En este caso de Jaque, lo mismo, en principio decían que no sabían, pero no es fácil aceptar esa explicación.

Uribe tuvo que intervenir para disminuir el impacto de la reacción de la Cruz Roja y dijo que eso fue obra de uno de los integrantes del grupo de rescate que se había puesto un chaleco con distintivos humanitarios. Pero en realidad, ahí se tomaron decisiones conscientes de que se estaba cruzando una frontera problemática.

IPC. ¿En cuál momento se define que el nombre de la operación es “Jaque”?

G.M.P. Surge cuando se define la fecha de rescate de la operación. El General Mario Montoya me contaba que le daba el nombre a una operación según la fecha en la que se iba a ejecutar. La operación Orión, por ser en octubre, y “Jaque”, por ser en julio. Utilizaba la primera letra del mes para elegir el nombre.

IPC. La operación ha sido considerada como un punto de inflexión en la guerra contra las Farc. ¿Los protagonistas del libro lo leen así?

G.M.P. Es definitivo. Yo voy planteando en el libro de que no es difícil establecer una relación entre la Operación Jaque y los Diálogos de Paz. Es decir, las Farc llegaron a la conclusión, sobre todo con esa operación, de que tenían que buscar una salida política negociada y decorosa. Durante mucho tiempo traté de entrevistar a personas de las Farc para saber qué fue para ellos la Operación Jaque, pero nadie me quiso colaborar. Va a pasar mucho tiempo para que ellos se animen a hablar de eso, porque es vergonzoso, porque los suplantaron y los siguieron engañando después de que liberaron los secuestrados. La suplantación de voces continuó hasta septiembre de 2008. Tocó hacer esa salvedad en el libro para que no se piense que es una versión militar.

Juan Camilo Gallego Castro
Periodista de la Universidad de Antioquia. Autor de los libros "Aquitania. Siempre se vuelve al primer amor" (Sílaba Editores, 2016) y "Con el miedo esculpido en la piel" (Hombre Nuevo Editores, 2013). Algunas de sus crónicas han sido publicadas en Frontera D (España), El Espectador, Verdad Abierta, Pacifista!, Universo Centro y Hacemos Memoria.