Editorial por María Soledad Betancur
Directora del Observatorio de Derechos Humanos del IPC
El asesinato del periodista Luís Cervantes activó de nuevo desde la prensa una mirada a lo que viene ocurriendo en el Bajo Cauca Antioqueño.
De acuerdo con el informe periodístico entregado por la revista Semana el 13 de septiembre de 2014, titulado “Terror en el Bajo Cauca”[1], se “encontró sitios de tortura, extorsiones, homicidios y sobre todo la ley del silencio impuesta por alias Darío y las nuevas Bacrim”.
Este controla las tierras del hoy extraditado jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, ex comandante del bloque Central Bolívar, en un territorio donde se encuentran más de 80 de las fincas que supuestamente Macaco despojó, según las solicitudes de reclamación presentadas a
Dice el informe de la revista Semana que “Alias Darío ha intentado incluso influir en las decisiones políticas en la región. El 21 de julio pasado citó a los concejales de Cáceres a una reunión en la isla
Miedo, muerte y silencio parecen ser la triada que regula la dinámica del la conflictiva realidad del Bajo Cauca, según se afirma bajo un control dominante de “Los Urabeños”, que a través de diferentes alianzas parecen haber “Consolidado” el territorio; saliéndole adelante al propósito de la política nacional y regional de Consolidación Territorial, que desde 2009 fue asumida directamente por el departamento de Antioquia en coordinación con el Gobierno nacional y cuyos objetivos se leen en la resolución 233 de septiembre de ese año en la cual se afirma que:
“una vez garantizadas las condiciones de seguridad por parte de la fuerza pública,
En el marco de esta estrategia se afirma que el ejército desplegó cuatro batallones de las brigadas Cuarta y Once. “En total, en el año 2010, se estimaba que había un total de 14.000 hombres de
En diferentes crónicas e informes entregados por la Agencia de Prensa del IPC entre los años 2008 y 2011 se evidencia la contracara de estas operaciones sobre los campesinos de la región con las operaciones de fumigación a los cultivos de coca que desencadenaron desplazamientos y movilizaciones masivas tanto en el Nordeste como el Bajo Cauca, al igual que la desaparición y muerte de lideres campesinos realizada por estructuras paramilitares, como se afirma en informe de la Agencia de Prensa en julio 6 de 2009[3]
Cinco años después, en agosto de 2014[4], el Gobierno nacional y el departamental anuncian en consejo de seguridad presidido por El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón,
Así mientras se anuncia una tendencia en la disminución de homicidios para el Bajo Cauca –en lo corrido del año han asesinado a 87 personas cuando en el 2013 las cifras llegaba a 126-[5], el miedo, no solo dejar ver un sub-registro importante en este indicador que parece evidenciar la realidad de una región donde las operaciones militares no estarían logrando los objetivos propuesto de retomar la presencia del Estado, pues cinco años después de haber anunciado el Plan de Consolidación, se afirma que “Los Urabeños” tienen un control casi monopólico del territorio, mientras disminuyen los cultivos de coca y se hacen crecientes los controles sobre los recursos generados por la minería.
Según Camilo González Posso:
“Los informes sobre la dinámica de guerra o de consolidación de la paz, en los últimos dos años muestran que la estrategia central del gobierno y de las fuerzas armadas tiene resultados decrecientes; la razón tiene que ver con el agotamiento del enfoque de focalización y por la secuencia de fases que impone, incluso contra algunas directrices oficiales, una militarización de todos los componentes del control territorial. La guerra contrainsurgente centrada en la búsqueda de la derrota total de las guerrillas no anuncia el fin del fin antes del 2014, como se esperaba en los diseños elaborados desde la administración pasada; así las cosas, los PNCT con sus CCAI se muestran ineficaces no solo en la desarticulación de la guerrilla sino en llegar más lejos en sus objetivos antidroga. En este aspecto de la lucha antidroga, es evidente que una reducción mayor de las exportaciones netas de cocaína no depende de las erradicaciones en las zonas de consolidación.
Por otro lado, la definición de los grupos herederos de los paramilitares y narco paramilitares desmovilizados como bandas de crimen organizado que no hacen parte del conflicto armado sino de agendas policiales, sigue pesando para subvalorar su incidencia en las estructuras de poder regional y local, sus conexiones con la política, los negocios de tierras y minería. También se subvalora el impacto de las actividades violentas de esos grupos en la violación de derechos de la población civil y la continuidad de entronques con autoridades y miembros de la fuerza pública.” (Camilo González Posso. Consolidación territorial y resurgimiento de paras y guerrilla)
Las mismas estructuras criminales se pelean hoy el control de las rentas mineras y, de nuevo, los pequeños mineros son el blanco de muchas de las operaciones militares (ver informes de agencia IPC) con la política de formalización, sin que las operaciones desarticulen los actores que se lucran de estas rentas de manera directa o través de la extorsión y las vacunas. En el 2009 se criminaliza a los campesinos que siembran Coca, en el 2013 y
Fuente: UNODC, (2014), Colombia, monitoreo de Cultivos de coca 2013. Pagina 74. Disponible en: http://www.unodc.org/colombia/es/press/censosimci2013.html
La realidad de esta subregión no puede ser la que narra el reporte de la revista Semana, en el sentido de que “El miedo a hablar es tanto que la madre de un joven desaparecido y asesinado en Guarumo ha preferido ocultarles lo ocurrido a algunos miembros de su familia. Cuando le preguntan simplemente dice que no ha vuelto. “Algún día la gente sabrá lo que hacen con los muchachos, los niños y los adultos allá. Los matan, los pican y los tiran al río. Eso es lo que hacen, dice”.
Por eso la situación del Bajo Cauca es un asunto de competencia de la sociedad Antioqueña y una revisión y retroalimentación de las estrategias que superen la simple intervención militar deberá ser discutida con
[2] Plan de Consolidación en el Bajo Cauca • septiembre de 2011 • 27. Pagina 16)
[3] http://www.ipc.org.co/agenciadeprensa/index.php?option=com_content&view=article&id=271:dolor-y-miedo-se-apodera-de-campesinos-del-bajo-cauca-antioqueno&catid=37:general&Itemid=150
[4 http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/G/gobierno_anuncio_la_operacion_troya_en_el_bajo_cauca/gobierno_anuncio_la_operacion_troya_en_el_bajo_cauca.asp
[5] ADN, Junio 11 de 2014. http://diarioadn.co/medell%C3%ADn/mi-ciudad/homicidios-en-antioquia-en-2014-1.112078