Con esta convicción acudió Jorge al recinto del Concejo de Medellín, donde este miércoles 28 de abril se debatió sobre las acciones realizadas por
Sin embargo, el momento no llegó y tuvo que conformarse con el minuto y algo más de tiempo que le cedió, de su propia intervención, el personero de Medellín, Jairo Herrán Vargas. Pese a la brevedad, las palabras de Jorge fueron contundentes.
“En el centro de Medellín, los llamados ‘convivir’ agreden constantemente a los jóvenes habitantes de calle y algunos agentes de
Ya en las afueras del recinto, Jorge le narró a
“Desde el 15 de enero no tenemos noticia de un joven, amigo mío entre otras cosas, llamado Fredy Córdoba, de 15 años de edad. Los ‘convivir’ lo capturaron en Prado Centro, porque supuestamente estaba robando. En la calle se dice que ‘lo enmaletaron’. ¿Qué significa eso? Que lo desaparecen o lo asesinan y dejan su cuerpo por ahí abandonado”, señaló.
Si bien ahora su vida ha dado un giro radical gracias a su proceso re-educativo, este joven no se olvida de los amigos que aún permanecen deambulando por las calles. Prueba de ello es que familiares y personas cercanas a estos menores de edad lo consultan constantemente sobre el paradero de algunos jóvenes de quienes hoy no se sabe nada.
“La semana pasada, la madre de un joven habitante de calle me llamó para que le ayudara a encontrar a su hijo. Yo lo conocía, sé que le decían ‘El Zarco’ y está desaparecido desde hace dos meses. Estuve indagando y lo que me dicen en la calle es que a él lo montaron en un Twingo negro por el sector de los Puentes (Avenida Oriental) y que lo más seguro es que no aparezca vivo”, agregó.
Razones de peso tiene para creer dicha versión: “En abril pasado el cuerpo de una amiga mía, llamada Jesica, fue encontrado degollado en el Río Medellín, por los lados de
En este punto del relato, Jorge toma un segundo aliento, pues recordar a este personaje no le trae gratos recuerdos: “Hay un hombre al que le apodan ‘El Carnicero’. Es uno de los ‘convivir’ de Prado Centro, y se moviliza en un Twingo negro. Yo lo conozco, porque en diciembre de 2008, cuando yo todavía vivía en las calles, me atacó. Me pegó dos puñaladas simplemente porque estaba caminando por los lados de
Lo que más le sorprende a este joven es que pese a que han pasado más de 18 meses desde aquel incidente que por poco lo cuesta la vida, los hombres que lo atacaron continúan con sus prácticas y en los mismos sectores, no obstante las denuncias que los mismos habitantes de calle han formulado ante efectivos de
“Lo que pasa es que los comerciantes del centro los legitiman, por así decirlo, porque le pagan a esta gente. Ellos cobran cada semana y todos pagan. Se mantienen armados. Usted los ve en todos los parques del centro: Bolívar, Berrío, Botero; por
Gracias a los nuevos aprendizajes que le ha dado la vida, Jorge no se quiere quedar sólo en el recuento de los hechos. Es consciente que la colaboración con las autoridades judiciales y de Policía será fundamental para detener esta situación que viene agudizándose en los últimos meses, pero que ha sido recurrente en los últimos dos años.
“Yo estoy dispuesto a denunciar ante las autoridades, porque no es justo que se haga esto con los niños que están en las calles, como tampoco es justo que algunos agentes de Policía hagan caso omiso a estas situaciones. A mí me tocó ver a agentes de Policía que le decían a los ‘convivir’ que ‘bien pueda haga lo quiera’ o que nos decían a nosotros cuando denunciábamos: ‘resuelvan ustedes ese problema’. Yo sé que todos los Policías no son así, pero los niños y jóvenes habitantes de calle también tienen derechos y hay que hacerlos respetar”, sentenció.
*Nombre omitido por solicitud de la fuente