La intención del acto, que tendrá lugar en el Hotel Ambassador desde las 8:00 de la mañana, es que los aspirantes al primer cargo de elección popular del país conozcan los planteamientos de la sociedad civil, congregada en torno a estos procesos, frente a los temas de aguas y tierra; subsidios y desarrollo; transferencias y salida negociada al conflicto armado.
“Creemos que estos son temas muy sensibles para el país, sobre todo el país rural, porque marcan la agenda de lo qué es el desarrollo y hasta ahora no hemos visto ninguna propuesta al respecto por ninguno de los candidatos”, aseguró Nelson Restrepo, integrante de la organización Conciudadania.
¿Y cuáles son los planteamientos de las Asambleas Constituyentes sobre estos temas? Sin duda una de los mayores reclamos generados a lo largo de las discusiones fue el respeto por la autonomía de las regiones y la falta de reconocimiento de los procesos constituyentes como espacios de participación ciudadana.
A juicio de expertos en planeación participativa y gestión pública como Fabio Velázquez, presente en el Encuentro, el país ha visto con ojos indiferentes cómo en los últimos ocho años se ha concentrado el poder en el Ejecutivo, que desde Bogotá decide e impone, a veces “a como de lugar”, el modelo de desarrollo económico, político y social que cree conveniente para Colombia.
Según Velázquez, las recientes reformas a
Su opinión es compartida por Germán Bula, ex ministro de Educación del Gobierno de Andrés Pastrana, quien agregó al ejemplo anterior el caso de los consejos comunales del presidente Álvaro Uribe. “Uno observa que los consejos comunales del Presidente Uribe son una extraña muestra de micro-gerencia pública e incluso, desde el Gobierno se cree que esta es la mejor forma de administración, desconociendo los textos de gestión pública”.
Por ello, comparte el planteamiento de los asistentes de fortalecer el movimiento asambleario en todo el territorio nacional para que ayude a corregir las falencias que ha tenido el modelo de descentralización, especialmente en lo que se refiere a la corrupción y el desgreño administrativo que se presenta en diversas alcaldías locales y gobernaciones.
“Este tipo de situaciones ha puesto a pensar a varios dirigentes nacionales, que incluso han planteado la opción de que los mandatarios locales y regionales sean elegidos nuevamente por orden presidencial, pero esto sería un gran retroceso. Por otro lado están las Constituyentes, que si bien ellas solas no van a resolver el problema, si son unos escenarios positivos en los que se forman nuevos liderazgos regionales y que están interesadas en dar ese salto político, de incidir en la elección de buenos gobernantes”, señaló Bula.
Nuevos modelos
Y es que si hay algo que caracterice a estos procesos, principalmente aquellos que han logrado fortalecerse durante los últimos años, es que se inscriben en territorios pequeños, con altos niveles de pobreza, pero con un gran potencial agroecológico y minero.
Un caso particular es el Oriente antioqueño. Las proyecciones macroeconómicas del país señalan que, en el mediano y largo plazo, los principales ingresos por concepto de exportaciones estarán representados en el petróleo, la generación de energía hídrica y la explotación minera.
En este sentido, la subregión antioqueña es de vital importancia toda vez que allí se tiene pensada la construcción de 22 micro-centrales eléctricas, aprovechando el potencial hídrico y pluvial de la zona. La preocupación de las comunidades organizadas a través de procesos asamblearios y presupuestos participativos es que, en nombre del progreso, se violenten los derechos de los ciudadanos, en especial el derecho a habitar el territorio y el de participar activamente en las decisiones que inciden directamente en el desarrollo.
“El modelo del Gobierno nacional es de brindar todas las garantías a las multinacionales para que exploten esos recursos. Pero no estamos hablando sólo de garantías de seguridad, sino también en materia legislativa y laboral. En ese escenario, los ciudadanos quedan relegados. Esa es la gran pregunta que tienen las Constituyentes, sobre si seguirá este modelo”, manifestó Nelson Restrepo.
Quienes ya están viviendo esta situación son los integrantes de
De hecho, versiones de integrantes de este proceso, presentes en el IX Encuentro, manifestaron que debido a la presencia de las multinacionales se han incrementado los señalamientos a los campesinos por parte del Ejército de ser colaboradores de la guerrilla así como las amenazas de grupos armados integrados por desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), que prestan servicios de seguridad a las empresas mineras.
Además de sentir que está en riesgo la defensa del derecho a la vida de los constituyentes, principio que motivó la conformación de
“En el Sur de Bolívar, el 80% de los habitantes no tenemos el derecho de la tierra, porque estamos ubicados en zona de reserva forestal. Para nosotros, la tierra es fundamental para generar desarrollo y así como resistimos a los actores armados, vamos a resistir pacíficamente a las multinacionales, que es el principal problema que tenemos ahora”, señaló Pablo Santiago, integrante de
Por último, las Asambleas Constituyentes dejaron claro que procesos como el de Micoahumado son la prueba de que en Colombia sí se puede hablar de iniciativas de paz y en ese sentido, proponen volver a agitar en el escenario público el tema de la salida negociada al conflicto armado.
“Estamos en un contexto donde sólo se concibe la salida militar al conflicto. Pero las Asambleas han sido unas experiencias de resistencia y por eso es necesario que los procesos interlocuten con los candidatos a