
Ocho días encerrado en una mina, como una forma pacífica de resistir las amenazas del grupo armado “Héroes del Nordeste”, ajustó el presidente de SINTRAMINERGÉTICA[i], seccional Segovia, Dairo Rúa. El líder sindical, actual presidente del Concejo Municipal, reveló que toda la junta directiva de su agremiación está amenazada y señaló que la problemática tendría dos orígenes: la negativa de pagarles extorsiones a las bandas criminales y los pleitos jurídicos tras la liquidación de la Frontino Gold Mines.
Las amenazas contra los obreros de la sociedad minera La Roca, donde permanece Dairo Rúa, se dieron a conocer hace 15 días cuando presuntos integrantes de los “Héroes del Nordeste” advirtieron que nadie podía seguir trabajando en esa mina; que genera 120 empleos directos y 150 indirectos.
Dairo Rúa relató que al conocer las intimidaciones todos los mineros se fueron, sin embargo, “nosotros empezamos a hacer presencia ese día con el acompañamiento de la Policía Nacional y los trabajadores siguieron viniendo. Pero entonces ya empezaron a esperarlos a la salida e, inclusive, a seguirlos hasta las casas, donde les decían que la orden era que no podían seguir trabajando acá y que el que siguiera haciéndolo fuera comprando el cajón porque lo iban a matar los ‘Héroes del Nordeste‘.” Escuché aquí el relato de Dairo
Sobre esta organización ilegal, el comandante encargado de la Policía de Antioquia, coronel Gustavo Chavarro, explicó que las autoridades investigan si se trata de un grupo disidente de la banda “Los Rastrojos”, que sostiene una disputa en la zona con “Los Urabeños”.
“Nosotros precisamente estamos investigando. Al parecer hay un problema allá de subversión y de bandas criminales, los integrantes de una BACRIM se cambiaron de nombre y se hacen llamar “Héroes del Nordeste” (…) Ciertos indicios nos dicen que hay un grupo disidente de Los Rastrojos que ha intentado disimular su accionar delictivo tratando de cambiar su nombre. Pero nosotros no tenemos conocimiento de que haya un nuevo grupo, fuera de los que ya existen en ese sector”, explicó el oficial.
El coronel Chavarro agregó que las autoridades están investigando el origen de las amenazas que viene sufriendo Dairo Rúa desde tiempo atrás. Además expresó que al dirigente sindical se le ofreció la posibilidad de permanecer en las instalaciones de la Policía de Segovia, pero él no lo aceptó.
La mina La Roca, donde se encuentra Dairo, está ubicada en el barrio 20 de Julio, zona semirural de Segovia. Allí permanece el líder obrero acompañado de un administrador y con la protección de su esquema de seguridad. “Yo estoy acá resistiendo pacíficamente, hace ocho días estamos acuartelados, gracias a Dios hemos tenido presencia y apoyo de la policía de Antioquia y de Segovia, pero la situación está bastante preocupante. Imagínese, los mineros ya no pueden ni trabajar en las minas donde se consiguen el sustento para ellos y sus familias.”
Dairo Rúa aseguró que la situación de los mineros sindicalizados es crítica y especialmente en el caso de la sociedad La Roca, ya que el 20 de diciembre de 2011 en un paraje rural conocido como Alto de Los Muertos, vía Segovia – Remedios, fueron asesinaron cuatro socios de esta mina, entre ellos tres miembros de la familia Taborda Jiménez.
El dirigente sindical aseguró que estos mineros fueron asesinados por la misma razón que hoy tiene semiparalizada a la mina La Roca: la negativa de pagarles dinero a las bandas criminales. “Todo fue porque no quisieron acceder a pagar el chantaje y la extorsión de los grupos al margen de la ley, que estaban pidiendo más de mil millones de pesos o un porcentaje de la producción cada 15 días”.
Sin embargo el 21 de diciembre de 2011, un día después de la masacre, el comandante de la Policía de Antioquia, coronel Gerardo Acevedo, afirmó ante los medios que una de las hipótesis de este crimen apuntaba a “divergencias por la explotación de una mina en Segovia”. El uniformado relató que los cuatro mineros fueron contactados por presuntos miembros de la banda “Los Rastrojos”, que los citaron a una finca de la vereda Chorrolindo para luego asesinarlos.
Pero aparte de la situación con la mina La Roca, Dairo Rúa advirtió que en Segovia se han presentado más agresiones contra los mineros sindicalizados y señaló que algunos de los casos estarían relacionados con los procesos jurídicos que tuvieron lugar tras la liquidación de la Frontino Gold Mines.
Esa sería la situación de Gustavo Adolfo Castrillón, integrante de SINTRAMINERGÉTICA, quien a través de una acción legal logró que la Corte ordenara su reintegro a una mina que le pertenecía a la Frontino Gold Mines y que ahora es propiedad de la compañía Zandor Capital. Pero tan pronto retomó sus actividades comenzaron las amenazas y por eso tuvo que abandonar su trabajo para refugiarse en otra región del país.
“Esas amenazas prácticamente han venido por el conflicto que vivimos nosotros con Frontino Gold Mines y Zandor Capital. A mí me vienen amenazando desde el primero de agosto de este año. En esas amenazas me dijeron que el patrón me mandaba a decir que si no desocupaba el pueblo me mataban, que me daban tres días para desocupar”, denunció Gustavo Castrillón.
El día que lo amenazaron, Gustavo recibió una llamada de un presunto integrante de la banda “Los Urabeños”, quien se identificó como Alex. “Cuando él me comenzó a hablar sobre eso –que pertenecía a una BACRIM- yo le colgué. Inmediatamente volvió y me marcó pero yo no le quise contestar y ahí fue cuando me llegó el mensaje de texto diciendo que tenía que desocupar el pueblo.”
Gustavo Castrillón también llamó la atención por el asesinato de Adrián Amaya y Nelson Cadavid, quienes lideraban una protesta pacífica contra contratistas de Zandor Capital en la mina Providencia. Este crimen ocurrió el 27 de julio del presente año, dos días después de que los líderes mineros denunciaran su situación a través del canal regional Teleantioquia.
El paro en la mina Providencia, de cual participaban 70 empleados, se originó por inconformidades salariales. “Estos muchachos, como les pagaban por destajo, empezaron a protestar porque no estaban recibiendo el pago justo. Comenzaron a reclamar sus derechos y a pedir que los dejaran formar o pertenecer a una asociación sindical. Pero en medio de su protesta fueron asesinados cuando iban para el puesto de trabajo donde hacían su manifestación pacífica”, explicó Dairo Rúa.
Ante este panorama, el presidente de SINTRAMINERGÉTICA, expresó su preocupación porque en Segovia, y también en Remedios, las agresiones contra los mineros sindicalizados datan de varios años atrás. “El 5 de junio de 2010 le hicieron un atentado al compañero John Jairo Zapata Marulanda, quien todavía está convaleciente por las heridas que recibió. Esta semana le hicieron otra cirugía.”
Al atentado contra John Jairo, quien trabajó durante 15 años en la Frontino Gold Mines, se sumaría el asesinato de Rafael Tobón, uno de los principales líderes de los pequeños mineros, ocurrido el 26 de julio de 2011.
“Aquí no se puede negar que, en el conflicto o los intereses que hay por el oro, hay más de un grupo disputándose el control de la zona. Pero el problema no es sólo ese, el problema es que en Segovia están asesinando a compañeros trabajadores de bien y están coartando el derecho al trabajo”, concluyó Dairo Rúa.
Es crítica la situación de orden público en Segovia
“Para un municipio de 45 mil habitantes una cifra de 84 muertes violentas, en lo corrido del 2012, representa una tasa muy alta.” Así lo afirmó el alcalde encargado de Segovia, Adonis Cadavid, al expresar que en esa población la situación de orden público continúa siendo delicada, pese al continuo apoyo de la Policía, el Ejército y la Gobernación de Antioquia.
Según el funcionario, en los últimos años este municipio se ha visto afectada por el recrudecimiento de la violencia originada por las guerrillas de las FARC y el ELN; así como por el enfrentamiento entre las bandas de “Los Urabeños” y “Los Rastrojos”, que actualmente se harían llamar “Héroes del Nordeste”.
“Ellos –“Los Rastrojos”- tenían el control territorial de esta zona, pero ahora vienen entrando “Los Urabeños”, provenientes del Bajo Cauca, para disputarles la región minera del distrito Segovia – Remedios en el nordeste”, explicó Adonis Cadavid.
Durante las últimas semanas se habrían intensificado los enfrentamientos porque al parecer la banda “Los Urabeños” llegó al corregimiento de Fraguas y a la vereda Campo Alegre. “Este sábado hace ocho días, policías del EMCAR se enfrentaron con “Los Urabeños” en el corregimiento de Fraguas y el mismo día, pero por la noche, la policía se trasladó a la vereda Campo Alegre donde también hubo hostigamientos”, relató el alcalde encargado.
Según Adonis Cadavid esta situación ha originado desplazamientos como ocurrió en la vereda El Cristo, del corregimiento de Fraguas, “donde había 80 familias y ahora hay menos de seis, porque las otras se desplazaron para Medellín y el Bajo Cauca.”
Pero el casco urbano también ha sido escenario de tiroteos, el último ocurrió el pasado 15 de mayo cuando presuntos integrantes de bandas criminales se enfrentaron a la policía, “dejando como saldo dos delincuentes heridos, que están en este momento capturados. Pero uno de los bandidos que se enfrentó a la policía logró huir”, reveló Adonis Cadavid.
El funcionario agregó que para contener la avanzada de estos grupos la policía ha enviado 80 uniformados del Escuadrón Móvil de Carabineros (EMCAR), de los cuales 40 llegaron al corregimiento de Machuca donde se vive una de las situaciones más críticas.
En esa zona la mayoría de las agresiones provienen de las agrupaciones guerrilleras que el pasado 8 de julio emboscaron una patrulla del EMCAR, causándoles la muerte a cuatro uniformados: el teniente Fredy Leonardo Puentes Blanco, y los patrulleros Yeison Uriel Bermeo Herrera, Yeison Andrés Cruz Soto y Fabián Ricardo Morales.
De acuerdo con la información de la policía, el ataque, en el que resultaron heridos otros cuatro agentes, fue realizado en conjunto por un bloque guerrillero del ELN y otro de las FARC.
El alcalde encargado de Segovia afirmó que la situación que se vive en el Nordeste es similar a la problemática que sufrió el Bajo Cauca, a causa de la guerra entre “Urabeños” y “Rastrojos”, que también afectó fuertemente a los mineros y que, al parecer, se solucionó a finales de 2011 cuando ambas organizaciones hicieron un pacto para dividirse el territorio.
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[i] Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minera, Petroquímica, Agrocombustibles y Energética, SINTRAMINERGETICA,