Inicio Derechos Humanos Buscar a los desaparecidos: una tarea de todos y todas

Buscar a los desaparecidos: una tarea de todos y todas

En el proceso de búsqueda de las personas desaparecidas en el marco del conflicto armado, no sólo confluyen las familias, también aquellas personas que desde sus liderazgos, saberes y profesiones aportan a construir relatos de búsqueda que permitan dar pistas sobre el paradero de quienes hoy no están.

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Veinticinco personas se reúnen en el auditorio del municipio de Caucasia. Con los ojos cerrados y tomadas de las manos, cada una empieza a rezarle a su dios y a agradecerle a la madre naturaleza por su presencia en aquel lugar.

Nely* abre los ojos y algunas de las lágrimas dejan en evidencia que el dolor aún está. Mira a su padre, que la acompaña a su lado izquierdo, y lo abraza por la espalda, ambos lloran. Ambos extrañan la presencia Milton*, hermano de Nely desaparecido el 4 de febrero de 2001.

A su lado derecho está José*, no llora, pero comparte la angustia y el sentimiento de dolor de quienes están allí. José no ha perdido a nadie, tiene la fortuna de decir que ninguno de sus familiares hace parte de los 1.930 casos de personas desaparecidas que reporta la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en la región de Bajo Cauca, entre 1948 y 2016, según su mandato de búsqueda. 

José es de Nechí y a través de su consejo comunitario ha vinculado a varias familias para que se reconozcan como víctimas del conflicto y puedan iniciar los procesos de reconocimiento de sus derechos y sobre todo aquellos que no han iniciado los procesos de búsqueda de sus familiares desaparecidos.

“Comenzamos en el 2014 a identificar aquellas familias que fueron afectadas por el conflicto de varios grupos armados, un conflicto que en nuestro territorio de Nechí empezó hace más de 40 años y en el que vivimos una gran tragedia el 16 de agosto de 1987 cuando hubo una masacre por parte de las FARC. También hubo desapariciones forzadas porque estos grupos mataban, tiraban al río y nadie podía ir a buscarlo porque también era objetivo militar”, comenta José.

En ese proceso de identificar a las familias afectadas, José comenzó a sentir que la lucha de sus vecinos y vecinas también era una reivindicación propia: “vimos la oportunidad de que a través de nuestra organización se podía dar a conocer que muchas personas habían sido víctimas de desaparición, muerte o desplazamiento, y que la gente tenía mucho miedo de hablar. Entonces en el consejo comunitario empezamos a mirar la posibilidad de que se hiciera una jornada en territorio y que todo el mundo fuera sin miedos y se sintiera seguro”.

La búsqueda de los desaparecidos ha implicado un nuevo desafío: la unión de muchas fuerzas y de diferentes áreas del conocimiento

José se vinculó de inmediato a los procesos que desarrolla el Instituto Popular de Capacitación – IPC y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, en el marco de un convenio que tiene por objetivo apoyar y crear redes de familias buscadoras en toda la subregión. Sin embargo, este proyecto tiene un asunto particular: mapear sitios de interés forense desde la óptica de la antropología y en compañía de las diferentes organizaciones territoriales, instituciones y comunidades.

“El IPC tiene una apuesta política por apoyar el Sistema Integral para la Paz y en el último tiempo ha desarrollado una línea de justicia transicional que apuesta por apoyar la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas. Es de resaltar que en la actualidad son tres las subregiones en las cuales se desarrolla el proyecto y ello implica un reto importante en la elaboración de los contextos de desaparición”, agrega Yolima Bedoya, coordinadora del proyecto por parte del IPC.

Para Nely, estos encuentros son la posibilidad de mantener vivo el recuerdo de su hermano. Dice que lo lleva siempre en su cabeza, “él fue muy especial para mí y por eso él siempre, siempre, día y noche, aunque pase el tiempo y aunque la gente no lo crea, él siempre está en mi mente”.

Cada tanto se lo imagina caminando por las calles de la vereda con su pantalón azul, su camisa roja de manga larga y sus botas negras. Cada tanto siente que está en la cocina buscando qué preparar para atenderla y atender al resto de la familia. A pesar de que han pasado 22 años mantiene la fe intacta.

“Yo le digo a esas personas que no pierdan la fe. Yo sé que son dolorosos porque uno tener que estar recordando ese episodio cada día, pero ver la historia de las demás personas lo conmueve a uno también. Entonces es muy bonito venir a estos espacios porque aprende muchas cosas, se lleva muchas enseñanzas, conoce personas, se familiariza con los demás y se lleva una información diferente que transmite en otras partes”, agrega Nely.

Durante el evento en el que se reunieron comunidades indígenas, campesinas, afrodescendientes y organizaciones de la sociedad civil, se realizó la toma de muestras de ADN y la oportunidad de que se crearan vínculos entre diferentes organizaciones que permita la creación de una red de familias buscadoras para avanzar en los relatos y procesos de búsqueda de las personas dadas por desaparecidas.

En Colombia reposan aproximadamente 30.000 cuerpos sin identificar en los laboratorios de Medicina Legal

“Si bien existen diferentes métodos para identificación de personas dadas por desaparecidas, el aportar la muestra de ADN es fundamental en el camino de la búsqueda porque permite la identificación gracias a su composición genética única que solo comparten con sus familiares más cercanos. Además, en Colombia reposan aproximadamente 30.000 cuerpos sin identificar en los laboratorios de Medicina Legal y otros lugares de inhumación, por lo cual se debe alimentar el banco de perfiles genéticos de desaparecidos con las muestras de todas las personas que estén buscando un familiar, pues cada cruce positivo representa el alivio del sufrimiento para esa familia”, expresa Jessica Sánchez, coordinadora técnica y territorial de la sede Montería, encargada de la jurisdicción del Bajo Cauca

Para Yolima Bedoya, “la toma de muestras biológicas es una acción que busca promover la identificación de cuerpos que posiblemente ya estén en el Instituto y que, a su vez, es un avance necesario para el proceso de identificación de posibles cuerpos que la UBPD y otras instituciones puedan recuperar en el marco del Sistema Integral”.

La búsqueda de los desaparecidos ha implicado un nuevo desafío: la unión de muchas fuerzas, de diferentes áreas del conocimiento y de diferentes personas en pro de encontrar aquellos que fueron víctimas del conflicto armado. Es por eso que, en el marco de convenios de este tipo, es necesario que conversen personas del área de la antropología, medicina o derecho, con campesinos, pescadores, mineros y líderes de las comunidades del territorio.

Desde la Unidad de Búsqueda se reconoce la importancia de la participación ciudadana y comunitaria en los procesos de búsqueda, pues garantiza, reconoce y valora los aportes que desde la sociedad se hacen: “es necesario que la sociedad se vincule a través del reconocimiento y la difusión del derecho a buscar que tienen los familiares de personas desaparecidas, así como del derecho que tienen estas personas a ser buscadas; además pueden sumarse a la búsqueda aportando información sobre lugares de disposición de cuerpos y dinámicas de la desaparición en el contexto del conflicto armado, la cual puede ser aportada de forma anónima, dado el carácter extrajudicial y humanitario de la labor de la UBPD”, puntualiza Jessica.

Personas como José trabajan día a día por darle fuerza a las familias que sienten desfallecer, que sienten sus esperanzas perdidas. A ellos, solo puede abrazarles y acompañarles, decirles que el miedo es menor a las ganas de encontrar a sus seres queridos: “así que tenemos que empezar, hay muchos que también están ahí prestos a tender la mano y yo creo que son muchas las personas que anhelan encontrar a sus seres queridos en la condición que estén. Sería muy bueno que estén vivos, pero si los encuentran fallecidos, pues espero que haya unos restos donde ellos digan, aquí están mis familiares y aclarar mi situación”

Daniela Sánchez Romero
Periodista de la Universidad de Antioquia. Me interesan los tema de cultura, memoria, paz y derechos humanos.