Inicio Paz El exconcejal de Briceño que alcanzó una curul de paz en Antioquia

El exconcejal de Briceño que alcanzó una curul de paz en Antioquia

A pesar de su trayectoria como líder social en el municipio de Briceño y en la región del Norte, Jhon Jairo González, electo para la curul de paz, es señalado por recibir presuntamente respaldo de maquinarias y políticos de renombre en su campaña. Esta es la historia.

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González es oriundo de Briceño, en donde obtuvo el 76% del total de la votación en su municipio. Hasta el año pasado fue el presidente de la mesa de víctimas de este lugar, en donde también es reconocido por su liderazgo dentro del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) y el Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). Además participó del programa piloto de desminado en 2015 en la vereda El Orejón, lugar en el que vive actualmente, cuando se adelantaban los diálogos entre el Gobierno Nacional y la antigua guerrilla de las Farc.

Con el 13,42% de la votación, la Asociación de Desplazados de Briceño, a la que pertenece González, obtuvo la mayor votación en la Circunscripción #3, de la cual hacen parte municipios de las regiones Bajo Cauca, Norte y Nordeste.

Fue concejal por el Partido Conservador para el periodo 2008-2011 y aspiró nuevamente a este cargo para las elecciones de 2011 donde no obtuvo una curul. Fue por esta razón que el 07 de febrero de 2022, el señor Heither Oswaldo Noriega Hernández, a quien González dice no conocer, interpuso una queja ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) con el objetivo de que verificaran la candidatura de González.

Sin embargo, el 16 de febrero de 2022, mediante la resolución No.1401 de 2022, el CNE se abstuvo de abrir investigación en contra de González pues no había participado como candidato a elecciones populares durante los últimos cinco años, tal y como lo señala el Acto Legislativo 02 del 25 de agosto de 2021, en el que se dan las disposiciones para la creación y participación en las Circunscripciones Especiales para las Paz.

Al respecto, la Agencia de Prensa del IPC conversó con Jhon Jairo González, quien afirmó que durante toda la campaña electoral, varios candidatos y candidatas montaron una persecución en su contra, que inició con la interposición de esta queja de la cual, afirma, sólo se enteró al recibir el comunicado de absolución por parte del CNE.

“Me buscan la inhabilidad y sacan copia de la resolución de la Registraduría donde resaltan que no podrán ser candidatos quienes han sido candidatos en otros procesos electorales. Le leían a la gente la primera parte del texto, pero el texto sigue, y al final dice que durante los últimos cinco años. Pero eso la tumbaron, porque era anticonstitucional”, expresa González.

Conversamos también con tres candidatos y candidatas que participaron en esta circunscripción y quienes quieren mantener su nombre en reserva por la inseguridad que aún pervive en la zona y porque sus esquemas de seguridad serán retirados durante los próximos días.

Ellos afirman que van a recurrir nuevamente a las instancias legales para que estudien e investiguen la campaña de González, pues además de argumentar que fue candidato al Concejo de Briceño, afirman que usó maquinarias políticas y tuvo el apoyo del senador Julián Bedoya.

“Me parece que como exconcejal logró armar otras cosas, fue parte del Partido Conservador y a nosotros nos decían que no nos podíamos arrimar a ningún partido. Creímos y respetamos el acto y otros muy orondos y libres con sus amigos, que todos sabemos, no lo van a dejar botado. Ahí hay amistades, afectos e intereses”, señala uno de los candidatos.

Otra de las candidatas consultadas afirma que durante los días de re conteo de votos en Caucasia, el 15 y 16 de marzo, a Jhon Jairo le aparecieron 100 votos nuevos. Esto nos dijo el 17 de marzo: “nos parece muy raro y eso que solo, hasta este momento, hemos recibido el escrutinio de los municipios de Briceño, Caucasia, Valdivia y Zaragoza. En todo ha habido muchas irregularidades”.

Y se amparan en que González fue de los pocos candidatos que pudo visitar casi todas las zonas rurales de los 13 municipios del Bajo Cauca, Norte y Nordeste que conforman la Circunscripción #3, y que lo hizo, además, sin haber recibido el anticipo que el Gobierno Nacional debía darles para hacer su campaña. Este solo llegó un día después de las elecciones.

Al respecto, le preguntamos a González sobre la financiación de su campaña, su relación con las maquinarias políticas de la región y con Julián Bedoya, el senador del Partido Liberal.

Sobre lo primero, González afirma que muchos de los recursos utilizados fueron donaciones de su familia y de la comunidad, tanto en dinero como en alimentación, alojamiento y transporte rural. Y que, en general, fueron alrededor de 4 millones de pesos invertidos en publicidad.

Sobre lo segundo y su relación con partidos tradicionales, admite que sí sostuvo diálogos y reuniones con varios alcaldes de la región porque “ellos son la primera autoridad de cada municipio y yo quería exponerles la curul y contarles de qué se trataba” para trabajar en conjunto, si llegaba a quedar electo.

Frente a su relación con Julián Bedoya, González dice que el senador y el alcalde de Briceño son de la misma corriente política, y agrega: “¿Por qué no puedo tener de aliado al alcalde de mi pueblo? Si lo puedo tener, no tengo ningún problema con eso. Que él tenga alianzas con sus casas políticas, eso es cosa de él, pero yo no tengo que rendirle cuentas a nadie, a ningún político. Yo solo pedí que nos apoyara con votos en su familia y sus conocidos, y ya”.

Sin embargo, una investigación publicada el 29 de abril de 2021 por el medio de comunicación Vorágine señala que la esposa de Julián Bedoya, María del Pilar Rodríguez, habría sacado “provecho de los contactos de su esposo”, para beneficiarse de al menos 16 contratos en municipios de Antioquia, en donde los alcaldes fueron elegidos con el apoyo de Bedoya y el Partido Liberal, para el periodo 2020-2023.

Cuatro de esos 16 contratos pertenecen a la Alcaldía de Briceño, que en total suman $182.074.000, para el fortalecimiento y acompañamiento de diferentes instituciones, así: un contrato del 6 de mayo de 2020, por un valor de 36 millones para mejorar la imagen municipal; un contrato del 1° de febrero de 2021, por 12.500 mil pesos, para mejorar la imagen de la ESE Hospital El Sagrado Corazón; un contrato del 8 de febrero de 2021, por 110 millones de pesos, para mejorar la imagen de la administración municipal; y un último contrato del 1° de marzo de 2021, por un valor de 23.574.000 de pesos, para el diseño de publicidad que “mejore la imagen corporativa del municipio”.

La contratación de 110 de millones de pesos, en Briceño, es la de mayor valor celebrado por María del Pilar Rodríguez, quien también celebró contratos con los alcaldes de los municipios de Carepa, Entrerríos, Briceño, Guadalupe, Cañasgordas y Medellín.

Jornada electoral en la ruralidad del Bajo Cauca

A pesar de que las elecciones del 13 de marzo se llevaron con normalidad en las diferentes mesas rurales, algunos candidatos y votantes afirmaron que en El Bagre, Nechí, Cáceres y Caucasia hubo compra de votos por 20 mil y 30 mil pesos, tanto en las cabeceras como en las mesas de votación rurales, antes y durante las elecciones; cooptación del transporte hacia las veredas y en algunas mesas se entregaron tarjetones marcados. 

Por otra parte, la candidata indígena Marledys Ciprian, fórmula del candidato Frank David Mejía Jiménez, por la Asociación Comité de Desplazados Mano de Dios Nuevo Amanecer (Asocodeman) hizo pública su renuncia a la candidatura a través de un comunicado en su perfil de Facebook.

En la carta afirma que, “el hostigamiento bajo la violencia, la deslealtad, la maldad y las amenazas no hacen de este proceso un escenario transparente garante de la democracia. (…) no es menos importante resaltar la falta de acompañamiento en materia de seguridad para tener la garantía como candidata a no ser vulnerados mis derechos en el ejercicio de mi campaña”. 

Al respecto, conversamos con Mareldys, quien añadió que sintió que su participación como dupla del candidato Frank Mejía, también de Cáceres, se debió sólo para obtener votos de las comunidades indígenas en las que ella tenía injerencia y para cumplir la cuota femenina que la reglamentación exigía. 

“Cuando vio que yo empecé a tener mucha fuerza en los resguardos, ahí sí pasó a desafiarme. Él me decía que yo tenía que sacar 5.000 votos, que debía dar parte de mi anticipo a la asociación por la que estábamos inscritos, mientras él no aportaría ni un peso, y además le decía a los compañeros de los resguardos indígenas que debían votar por él y no por mí”, relata Marledys.

Y relata la candidata indígena que al no ceder ante estas pretensiones, Frank decidió amenazarla con interponer una denuncia ante el CNE, argumentando que ella sostenía una relación sentimental con Richar Nelson Sierra Alquerque, Gerente Indígena de la Gobernación de Antioquia y, por ende, ella quedaría inhabilitada. 

“Lo que Frank no sabe es que yo no estoy casada con Richard. Él y yo tenemos una hija juntos pero no convivimos ni tenemos ningún papel firmado que nos una como pareja. Yo me asesoré con un abogado y lo que hice fue dejar por escrito esto, que no tengo ninguna relación con el Gerente Indígena”, señala Marledys. 

Después de estas elecciones, los mismos candidatos que hoy quieren mantener su nombre en reserva afirman que la tensión en las regiones del Bajo Cauca, Norte y Nordeste es más fuerte, no solo por la presencia de grupos armados que ha sido un factor de vulnerabilidad, sino por todos las maniobras que quedaron de las elecciones y crearon discordia entre organizaciones y líderes. Temen hacer declaraciones públicas que pongan en riesgo su liderazgo y permanencia en los territorios. 

Daniela Sánchez Romero
Periodista de la Universidad de Antioquia. Me interesan los tema de cultura, memoria, paz y derechos humanos.