Entre la gran y la pequeña minería de Antioquia se produce alrededor del 47% del oro del país. En regiones como el Bajo Cauca, más del 80% de la población subsiste con esa actividad. Dentro de las dificultades que enfrentan los mineros pequeños y artesanales se encuentran la obtención de títulos, pues el 80% son informales, además de la gran huella minera que ha dejado años de extracción y los problemas sociales en las regiones.
En esta entrevista, el Secretario de Minas argumenta que es a través de la innovación, la tecnificación y la educación de los pequeños mineros que se podrá reparar los territorios, titular predios y “desarrollar capacidades productivas que nos lleven a que el territorio sea sustentable en el largo plazo”.
Además habla sobre los proyectos de recuperación de los territorios como la eco-minería y sobre la participación de las comunidades en esta tecnificación. Frente al tema de la formalización de los mineros, Jaramillo asegura que apenas se están iniciando los censos en las regiones para identificar las necesidades y las regiones que se deben priorizar.
I.P.C. ¿Cómo recibe la Secretaría de Minas?
J.J.P. La Secretaría tenía un enfoque más legal y lo que hemos tratado es buscar que tenga un carácter muy técnico. Como secretario asumí la posición de ingeniero, el asesor es un jurídico, la dirección de titulación está a cargo de una abogada y las direcciones de promoción y fomento minero y fiscalización, quedaron en manos de ingenieros de minas especializados en estos temas tan específicos. Lo que hicimos fue una reestructuración en las posiciones.
I.P.C. ¿Cómo entran las comunidades en este proceso técnico?
J.J.P. Primero hay que mirar cuál es la estructura productiva del Departamento para el caso del oro. Antioquia produce casi el 50% del oro de Colombia y Colombia produce 36 toneladas, significa que de Antioquia son 18. De esas, siete toneladas provienen de la gran minería: Mineros S.A. y Gran Colombia Gold; cuatro toneladas provienen de minería a pequeña escala, que son las plantas de beneficio, y las otras siete toneladas, provienen de 30 mil barequeros.
En ese orden de ideas, el bloque grueso es innovar a través de procesos de formalización con asistencia técnica, producción más limpia, sello social, desarrollo de proveedores. Lo que nos lleva a un desarrollo integral de la minería en términos sociales, empresariales, técnicos, ambientales y legales.
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I.P.C. ¿Qué subregiones o municipios se han pensado priorizar por parte de la Secretaría de Minas?
J.J.P. Nuestras acciones están muy enfocadas en los territorios tradicionales como Nordeste y Bajo Cauca, que producen el 90% del oro del Antioquia. En primera instancia está priorizado el Bajo Cauca, en donde hay una Zona Futuro decretada por el Gobierno Nacional y a donde se espera que va a llegar mucha institucionalidad. ¿Qué hemos dicho nosotros?, que ahí hay empresas como Mineros S.A. que lleva más de cien años, están ahí en un territorio complicado y están activos, o entidades como USAID, con oro legal y que está desde hace diez años con minería sustentable.
I.P.C. Usted menciona el Bajo Cauca, que particularmente ha sido una de las regiones históricamente más golpeadas por la violencia de diferentes actores armados. Una de esas conflictividades está relacionada con el uso del suelo, ¿cómo hacer para que este territorio deje de ser una disputa entre las grandes mineras, los mineros ilegales y los grupos armados, mientras la comunidad queda en el medio del conflicto y de la posesión de la tierra?
J.J.P. Es que el problema ahí no es ni siquiera de minería sino que es un problema de gobernanza, hay unos corredores por el tráfico ilegal de cultivos ilícitos y claro que también hay actores que se han metido en la extracción ilícita de minerales. Entonces es un problema de gobernanza que no depende de la Secretaría de Minas ni de una sola institución. Yo creo que Gobierno Nacional, departamental, los gobiernos locales y todas las instituciones deben trabajar de manera organizada para construir la base de desarrollo o la apuesta de región integral de ese territorio.
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I.P.C. Pero aunque usted diga que no es problema de la minería, se ha demostrado que los territorios en los que hay extracción minera también hay una coexistencia de muchos grupos armados ilegales que ejercen controlen esos territorios. Entonces, ¿cómo hacer para que desde la Secretaría de Minas haya un orden en ese sentido?
J.J.P. Por eso acá es muy importante el tema de la formalización. Nosotros hemos sido una sociedad excluyente. Uno se pone a ver y en las grandes ciudades existen grandes cadenas de almacenes pero también está la tiendita de barrio. Estamos impulsando mucho el tema de la formalización, donde todos coexistan, los pequeños mineros y los grandes mineros.
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I.P.C. ¿Para dónde va hoy la minería en Antioquia?
J.J.P. Nos pusimos a estudiar cuáles son las causas que han generado ese rechazo y encontramos que la primera de ellas son las malas prácticas sociales y ambientales, y muy relacionada con la extracción ilícita de minerales. La segunda es que se desconoce que los pequeños mineros han hecho cosas muy buenas para recuperar los territorios, que han tenido huella minera como las eco parcelas del Bajo Cauca en el río Rayo. Y tercero, es la deficiente innovación, el mercurio se utiliza hace más de dos mil años y todavía seguimos usándolo, pero hay otras alternativas.
I.P.C. Dentro de esas otras alternativas, usted mencionaba la eco-minería como proyecto de innovación, ¿en qué consiste?
J.J.P. A partir de ese panorama, de esas causas que han generado mala imagen, la pregunta es: ¿cuál es la apuesta de valor que tiene la Secretaría de Minas? Nuestra propuesta de valor es la eco-minería. Una minería ecológica en la que tenemos tres grandes acciones: buenas prácticas -sociales, ambientales-, huella mineral mínima, explotaciones integrales, minería baja en carbono; segundo, el tema educativo, donde podamos formar sociedad, indicar la responsabilidad de hacer las cosas bien y para eso hemos planteado unos eco parques mineros; y el tercer componente es la innovación, uno de ellos es el papel en piedra y la creación de productos biodegradables. No es que no se pueda hacer actividades constructivas o extractivas, lo que hay que hacer es unas actividades que tengan una compensación ambiental, que sea mayor al efecto que genera la actividad productiva.
I.P.C. Además de la eco-minería, ¿cómo más se piensan recuperar los territorios que ya han sido afectados por la minería?
J.J.P. Hay zonas especiales como el Bajo Cauca en donde hay 42 mil hectáreas degradadas por minería, ahí lo que estamos haciendo es una alianza integral, sobre todo con la Secretaría de Medio Ambiente para la recuperación de terrenos. Pero no solamente va a ser reforestación, porque tú haces reforestación pero eso es una actividad que se vuelve improductiva en dos o quince años, ahí en el territorio hay humanos. Entonces, ¿cómo hacemos otras actividades para proyectarlo y que sea sostenible?, entonces el tema de las abejas para producción de miel y de los cultivos de achiote o brevas; en fin, coexistir con otras actividades.