
En su intervención en la cátedra abierta: “Las relaciones internacionales y retos para la paz en Colombia”, la asesora de Derechos Humanos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Mariana Puerto, expresó algunas de las siguientes ideas: ver video
Un aspecto positivo del proceso es la voluntad política de negociar. De parte el Gobierno se destaca el reconocimiento del conflicto armado y el reconocimiento de las víctimas. De la negociación se destaca que haya una mesa de diálogos y una agenda de construcción de paz.
De este proceso hay que destacar que tiene un enfoque de derechos humanos y víctimas y un enfoque territorial. Y se resalta que ya se hayan logrado unos acuerdos que, aun con debilidades, son importantes por sus contenidos.
Pero hay preocupaciones y retos, por ejemplo, cómo el Gobierno Nacional tiene que armonizar normatividades que existen y que son transicionales como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, el mismo Plan Nacional de Desarrollo, entre otras. Por ello ser requeriría construir medidas y políticas pos negociación.
Sin embargo, las mayores incertidumbres están en lo local y en los territorios, sobre todo en aquellos donde es más fuerte el conflicto, porque es allí donde persiste la incertidumbre entre la población civil, donde hay poca seguridad jurídica, donde el Estado es más débil y donde hay deficiencias en la atención de servicios estatales.
Otra incertidumbre de la posnegociación es ¿qué va a pasar con los combatientes que no se desmovilicen y que pasen a las filas de los grupos posdesmovilización paramilitar ––que el Gobierno llamó bandas criminales––, los cuales tendrían presencia en 337 municipios de Colombia y estarían generando el 70% de las vulneraciones a los derechos humanos.
Expectativas del proceso
Una primera expectativa es si finalmente podrá haber la posibilidad de constituir un estado moderno, que sea colectivo y tenga como prioridad el goce efectivo de los derechos humanos.
La segunda, es si después de años de conflicto y victimización podremos construir escenarios de NO repetición, y escenarios de verdad, justicia y reparación. Para esto se necesita que haya condiciones desde las políticas locales.
En tercer lugar, la expectativa es si los dividendos de la paz sí lograrán llegar a las comunidades y poblaciones más victimizadas. Y esto es muy importante porque en algunos procesos de paz los beneficiarios no son las víctimas sino los desmovilizados y los dividendos de la paz no llegan a los territorios más afectados.
Considerando que el proceso de paz en Colombia tiene enfoque territorial, esos dividendos deberían llegar a las regiones.
Y la cuarta expectativa, es si en realidad las políticas transicionales se instalarán de manera inmediata en las regiones, porque el fortalecimiento de la institucionalidad requiere medidas de urgencia.
Retos de la comunidad internacional
En este campo hay que tener en cuenta que en Colombia la cooperación internacional ha tenido varios roles: desde una perspectiva de derechos humanos verificando cómo el Estado asume los DDHH, cómo mira a los defensores y defensoras de DDHH, y cómo se construye una política pública; en algunos territorios reemplazando incluso las funciones del Estado; y fortaleciendo al a sociedad civil y a las instituciones nacionales en mecanismos y procesos de defensa y promoción de derechos humanos.
En un escenario de paz, este apoyo de la comunidad internacional podría ser de garante, es decir, teniendo un rol de observancia, seguimiento y acompañamiento a la comunidad frente a problemas como violencias residuales y violencia en los territorios, pero también en procesos de retorno.
Pero sobre todo, el rol de la comunidad internacional estaría enfocado en apoyar el fortalecimiento institucional, principalmente en lo local, para que pueda haber implementación de los acuerdos de paz.
En esa perspectiva, es necesario construir agendas locales de paz desde la sociedad civil, para desde allí decidir cuál es el municipio que la población civil quiere construir y cuáles son las entidades que requieren construirse para la sociedad, porque de resto no habrá posibilidades de construir institucionalidad en Colombia.
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