No será posible la Paz Total si no hay participación de la sociedad civil. El tercer ciclo de negociación con el ELN en La Habana prevé discutir sobre su integración a los diálogos, no así el componente urbano, en ciudades como Medellín, con, por ejemplo, los once grupos del Valle de Aburrá.
“En Medellín y otras ciudades, la experiencia nos ha mostrado que se han hecho acuerdos, incluso pactos, que han sido casi que pactos entre élites gubernamentales, élites armadas, pero casi que a puertas cerradas, sin la participación de la ciudadanía”, dice Gloria Naranjo, profesora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.
Para ella, la participación de la ciudadanía en la Paz Total va a ser la diferencia con procesos anteriores con grupos guerrilleros y paramilitares. Sin embargo, y pese a que ya hay experiencias urbanas, aterrizar la paz en las ciudades es una de las discusiones que hoy se da en ciudades como Medellín y que fue abordada en el Encuentro de ciudades por la paz: Medellín, Cali, Bogotá, que se desarrolló en Medellín el 20 y 21 de abril.
Diego Herrera, coordinador en Antioquia de Viva la Ciudadanía, coincide con Naranjo en que es fundamental la participación de la sociedad civil y el reconocimiento de los procesos territoriales alrededor del desarme y la construcción de paz. Para él, un aprendizaje que dejan las experiencias en las tres principales ciudades del país es que es necesario que se hable sobre el ordenamiento territorial, con un enfoque de inclusión social de mujeres, jóvenes y sectores barriales y comunitarios.
Añade que la paz urbana implica un enfoque de inclusión, además de medidas que afecten las causas estructurales del conflicto y que generan las violencias en las ciudades; que se les dé relevancia a los consejos de paz; y que, además de la participación, deben existir mecanismos de seguimiento y verificación de organizaciones de la sociedad civil y comunitarias.
Preguntas sobre la paz urbana
El exmagistrado Rubén Darío Pinilla dice que este encuentro le confirma y le amplia que la negociación con los actores armados no puede hacerse sin las comunidades, porque “los problemas de violencia en la ciudad tienen que ver con ellos, pero también con las comunidades y cómo estas se transforman”.
Pinilla agrega que es necesario recoger las experiencias para construir paz en las comunidades y los territorios y las ciudades. “No es solamente un problema de desarmar, sino de transformar una sociedad y las causas que han generado estos fenómenos. Eso es un proceso muy largo”, insiste.
Ahora, en lo urbano, Medellín tiene experiencias de desarme con milicias en los años noventa. Para él, a la luz de hoy, fue un proceso mal planteado, “porque fue pasar de una organización ilegal a una legal. Ellos dejaron de ser milicias y de controlar militarmente, a ser una cooperativa legal, pero armada, que seguía controlando el barrio.” Fueron desarmados, pero no se transformaron los actores sociales, los liderazgos y las situaciones donde tenían incidencia.
Pero también genera dudas lo que va a suceder con quienes hoy son miembros de las bandas y combos. La profesora Naranjo dice que estas personas volverían a sus territorios. Más que darles dinero para proyectos productivos, es fundamental generar condiciones para la inserción social de estas personas.
En esa dirección es que la investigadora Natalia Maya plantea varias preguntas: ¿cómo se organizará la vida en las comunidades sin la intermediación ilegal? ¿Qué va a suceder con las dominaciones ampliadas, es decir, la regulación de la vida social, económica y política que hoy ejercen estos grupos? ¿Qué se va a hacer para que no reincidan los integrantes de las bandas que operan en los barrios?
Para ella la negociación en lo urbano no debe centrarse solo con los líderes de las bandas y combos, sino también en los integrantes que están en la cotidianidad de las comunidades, además, considera que la Paz Total debe fortalecer a los sectores civiles y democráticos, y no puede ser que estos grupos armados hagan las transformaciones sociales en las comunidades.
Manifiesto de ciudades por la paz
Al final del evento se leyó un manifiesto que recoge las expectativas, propuestas y aprendizajes para construir la Paz Total en su componente urbano.
- Esta es la mejor oportunidad para integrar a la ciudad como actor protagónico en la idea de construir paz. Esto requiere una metodología que facilite la discusión pública y los diálogos urbanos.
- Reconocer los procesos territoriales e iniciativas civiles de paz y reconciliación en lo urbano.
- Deben desarrollarse planes, programas y proyectos que aporten a la consolidación del tejido social y comunitario.
- Debe consolidarse un sistema de justicia restaurativa, reparación territorial y reincorporación.
- El gobierno debe impulsar la movilización social e institucional por la paz y el Proceso de Ciudades en Paz.
- Sin paz en las ciudades no habrá paz en el país.
- Adecuar los diseños institucionales de la Paz Total para que recoja las dinámicas urbanas de conflictos y la construcción de paz en las ciudades.