La violencia urbana que azota actualmente al barrio Nuevo Amanecer, corregimiento Altavista, le está quitando a los líderes comunitarios la posibilidad de disfrutar lo que la justicia ya le está reconociendo: su derecho a una vivienda digna.
En las últimas dos semanas cuatro integrantes de la junta de acción comunal han tenido que abandonar sus viviendas debido a las amenazas proferidas contra sus vidas por parte de un grupo delincuencial que opera en el sector. Los hechos se dan justo cuando el Juzgado 17 Administrativo del Circuito falló a favor de los habitantes de Nuevo Amanecer una Acción Popular interpuesta contra el Municipio de Medellín por su responsabilidad en las dificultades surgidas en la construcción de este barrio.
Esta situación ha generado entre los dirigentes barriales una suerte de sentimientos encontrados pues la violencia se atravesó justo cuando comenzaban a ver los frutos de una lucha que iniciaron en nombre de la comunidad desde hace ya más de cinco años y que no fue otra que reclamarle a
Pero todo parece indicar que los resultados de su gestión tendrán que verla a la distancia. “En estos momentos mi casa está abandonada. No he encontrado donde vivir y no puedo volver al barrio. Eso es muy triste, sobre todo porque estamos luchando por el derecho a tener una vivienda digna”, señala Daniel Mosquera, presidente de
Más que una retaliación por el proceso de reclamación que vienen adelantando contra el Municipio de Medellín, los líderes comunitarios sienten que las intimidaciones son producto de su rechazo público hacia las acciones delictivas que viene ejerciendo la banda denominada “Los Chivos” en este barrio.
Por lo menos así lo observa Israel Blandón, otro de los líderes que debió abandonar Nuevo Amanecer: “A mí me tocó irme del barrio porque me dijeron que me estaban buscando para matarme. Cuando atentaron contra la vida de Daniel (Mosquera) vi que la cosa era en serio. ¿Por qué a nosotros? Debe ser porque nos hemos opuesto públicamente a lo que ellos hacen”.
No es la primera vez que este grupo, integrado por antiguos desmovilizados del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) y al servicio de alias Valenciano, atenta contra los líderes de Nuevo Amanecer.
Ya en noviembre del año anterior, Janeth Martínez y Jorge Murillo, miembros de
En el caso de Mosquera, la sentencia fue aún más cruenta: “Me dijeron que entregara la casa donde funciona
Recrudecimiento
Los dirigentes barriales no son las únicas víctimas de desplazamiento forzado que se han registrado en Nuevo Amanecer. De acuerdo con los reportes de
Pero Mosquera agrega que la cifra podría subir a un total de 15 familias, para un estimado de 70 personas si se tiene en cuenta que en promedio, cada grupo familiar está compuesto por mínimo cinco miembros. “Hay muchas más que se quieren ir del barrio porque la cosa está muy delicada. La gente tiene miedo y sienten que así no pueden vivir”, manifiesta el líder barrial.
Los relatos de la comunidad señalan que desde mediados del año pasado “Los Chivos” comenzaron a cobrar vacunas a las tiendas y a expender drogas en varias casas del barrio, habitado en su inmensa mayoría por población desplazada afrocolombiana que a su vez fueron víctimas del incendio en “Mano de Dios”, en abril de 2003.
Los pobladores también señalan a esta banda de forzar a los comerciantes del barrio a vender licor que ellos mismos adulteran. “Ellos manejan el trago que se vende en el barrio y más de uno se ha enfermado con ese licor”, señala otro de los líderes desplazados que no quiso revelar su identidad.
De igual forma, informes de
“Las balaceras son permanentes entre ‘Los Chivos’ y los combos de (Belén) Zafra. Cuando ellos (los Chivos) están borrachos comienzan a disparar al aire; caminan por las calles con sus armas sin importarles los niños, las señoras, la hora del día y todo estas cosas tienen a la gente muy aburrida”, menciona Mosquera.
A las denuncias de Mosquera se suman las de una residente de Nuevo Amanecer que prefirió no revelar su identidad pues, según dice, “yo todavía vivo aquí y hasta que no me vaya, no denuncio con nombres propios”. Según la mujer,
“La misma gente de ‘Los Chivos’ llama a
Hechos como estos constituyen el reflejo del recrudecimiento de la situación de orden público que viene experimentando el corregimiento Altavista desde finales de
Si bien las autoridades municipales y de Policía tienen conocimiento de todas estas situaciones y han tomado cartas en el asunto, personas como Daniel Mosquera sienten que pasaran muchos días con sus noches antes de regresar a su vivienda en Nuevo Amanecer, entre otras razones, porque siente que no ha contado con el suficiente apoyo estatal.
“La gente ha denunciado, con nombres propios incluso, todo lo que está pasando en el barrio. Pero los delincuentes siguen ahí, con el poder de amenazar y desplazar a la gente. Para la muestra: mi situación. ¿Usted cree que voy a volver?”, asevera Mosquera, quien asegura que a pesar de las amenazas, continuará al frente del proceso de reclamación.
“Si