Inicio Derechos Humanos Plataforma Nuestramericana: una propuesta contrahegemónica para entender los derechos humanos 

Plataforma Nuestramericana: una propuesta contrahegemónica para entender los derechos humanos 

Esta iniciativa regional pretende abrir un lugar en las agendas de defensa de derechos humanos de América Latina alrededor de una perspectiva que rescate el carácter político de los mismos y que, desde allí, contribuya a la transformación de las condiciones estructurales que impiden su pleno disfrute.

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Alrededor de 23 organizaciones de derechos humanos, del campo popular y de la izquierda de países de Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela, se reunieron en Colombia para plantear nuevas agendas de articulación y discusión sobre los enfoques contrahegemónicos de los derechos humanos que propendan por su plena garantía en nuestro contexto lationamericano y que trascienden las posturas liberales históricas de los mismos. 

Este espacio fue convocado por el Instituto Joaquín Herrera Flores de Brasil, la Oficina Andina de la Fundación Rosa Luxemburgo y el Colectivo de derechos humanos Surgentes, de Venezuela. Martha Lía Grajales, integrante de esta organización venezolana, explica que posicionarse desde la izquierda y plantearse un enfoque contrahegemónico de los derechos humanos es abrir la oportunidad al debate sobre el discurso histórico liberal de los derechos y visibilizar cuáles son los sistemas estructurales de opresión que posibilitan la violación sistemática.

“Creemos que el campo liberal resulta insuficiente para la lucha de los derechos humanos. Sin embargo, el enfoque contrahegemónico incorporó avances en el campo liberal. Es por eso que no desconocemos todos estos avances normativos y de reconocimiento de derechos, pero sí consideramos que esa consagración normativa (liberal) resulta insuficiente para el ejercicio efectivo de los derechos”, explica Martha.

Para la Plataforma, el pensamiento contrahegemónico de los derechos humanos bebe de planteamientos liberales como el entendimiento de los derechos como límite al poder del Gobierno y el Estado, la comprensión integral de los derechos y su reconocimiento. Sin embargo, plantea diferencias en el sentido de que el planteamiento contrahegemónico no reconoce jerarquías entre derechos civiles y políticos, no pretende falsas neutralidades y no centra en casos puntuales sino que pone el foco en procesos de lucha. 

Colectivos e instituciones colombianas como Semillas de Dignidad, Nomadesc, Equipo Jurídico Pueblos, Corporación Jurídica Libertad, Fundación Bakia Defensores de la dignidad de los pueblos, la Plataforma de DDHH de Bogotá y Cundinamarca – Teo Aldana Vive, COSPACC y el Instituto Popular de Capacitación IPC, hacen parte de esta plataforma como una oportunidad para concebir  los derechos humanos desde los sectores populares, las luchas y el pensamiento crítico de los mismo. 

Xiomara Mendoza, investigadora del Observatorio de Derechos Humanos y Paz del IPC comenta que la creación y participación en la Plataforma Nuestramericana es una oportunidad para fortalecer las alianzas regionales y el reconocimiento de nuestros contextos y luchas históricas. 

“Reconocernos como organizaciones del campo popular, que no somos neutrales, implica entender los derechos humanos en un contexto de asimetrías de poder y enormes conflictos que requieren ser visibilizados y transformados; implica entrever las estructuras de poder que facilitan y vulneran los derechos humanos, desafiarlas desde una perspectiva crítica, desde la reflexión y la acción, desde la investigación, la denuncia, la acción jurídica y política, en red”, explica Xiomara. 

Así mismo, desde el IPC, Xiomara plantea la necesidad de reconocer que, en la actualidad, América Latina y Colombia enfrentan una gran crisis social en la cual los relatos conservadores cobran fuerza, apropiándose de los sentidos y repertorios construidos desde los sectores populares y por eso se hace urgente que la lucha en defensa de estos “trasciende la ‘atención’ para apostarle a la transformación de las situaciones de subordinación y exclusión”.

Para lograr esto, la Plataforma Nuestramericana propuso seis objetivos o líneas de acción iniciales que permitan confirmar y reafirmar esta alianza latinoamericana que apunten a los principios generales de transformación estructural de la concepción de derechos humanos: acciones de solidaridad entre las organizaciones, procesos de formación e intercambio de experiencias, producción de conocimiento desde un enfoque contrahegemónico, exigibilidad e incidencia a nivel nacional e internacional, comunicación de acciones e ideas, y fortalecimiento institucional para la consolidación de la plataforma. 

Para Martha Lía, de Surgentes, “esos primeros compromisos, en esta primera fase, están orientados principalmente a la formación, porque creemos que es importante generar procesos de reflexión teórico-política en torno a qué entendemos por enfoque contrahegemónico de derechos humanos, conversar un poco sobre lo que ha sido la izquierda tradicionalmente y qué nos demanda en un momento como el que vive América Latina posicionarnos desde la izquierda”.

Así mismo, para Xiomara, del IPC, pensarse estas líneas y este enfoque contrahegemónico en el momento histórico que atraviesa nuestro país implica la posibilidad del diálogo interregional, pero también desafiar las condiciones estructurales de exclusión que persisten y se agudizan en Colombia. 

“La perspectiva contrahegemónica hoy se expresa y se hace imperiosa en la lucha de campesinos y campesinas por la redistribución de las tierras, la permanencia en condiciones de dignidad en los territorios; las luchas por el agua y la protección del medio ambiente frente a voraces proyectos extractivos de grandes capitales nacionales e internacionales; la apuesta radical por el respeto a la vida de mujeres, diversidades sexuales y población migrante -comenta Xiomara-. Este tipo de enfoques trasciende la atención de fenómenos de vulneración de derechos para pensar en la transformación, de ahí que la acción y las luchas sean a largo plazo y que sean de toda índole”.

Con estas seis líneas de acción, las 23 organizaciones esperan consolidar un proceso de base en defensa de la vida, la naturaleza y el territorio, en el que se enfoque el trabajo colectivo y se asuma una perspectiva e identidad latinoamericana, anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial y antirracista. 

*Fotografía: Billy Navarrete