Con el propósito de contribuir a la gestión pública, la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín, integrada por 13 organizaciones sociales de la ciudad[i], hizo su segundo pronunciamiento sobre el plan de desarrollo 2012 – 2015 “Medellín un hogar para la vida.” Nuevamente una de las principales críticas consistió en la falencia de indicadores, lo que dificulta medir avances en algunos aspectos.
El pronunciamiento fue hecho en el auditorio del Parque de la Vida, donde hubo una importante presencia de funcionarios de la administración municipal, entre ellos el director de Planeación, Jorge Pérez Jaramillo, y la vicealcaldesa de Educación, Claudia Restrepo. De igual forma estuvieron presentes miembros de las organizaciones que integran la veeduría y personas de la sociedad civil en general.
El nuevo director de la organización, Luciano Sanín Vásquez, fue el encargado de presentar el balance conformado por 7 capítulos. Al comenzar, Sanín destacó que luego del pronunciamiento habrá un segundo momento, aproximadamente en un mes, en el que la administración municipal dará respuesta a las inquietudes planteadas.
Indicadores y retrasos en la entrega de información
El primer capítulo del pronunciamiento es la consolidación metodológica. Al respecto, Luciano Sanín planteó la preocupación de la veeduría porque, a la fecha, la ciudad no tiene calculado el Índice de Desarrollo Humano, lo cual es vital para medir mejor los avances del plan de desarrollo.
Sobre esta situación, se señaló que los tres últimos planes de desarrollo mantuvieron actualizado el Índice de Desarrollo Humano. Además, las administraciones anteriores siempre entregaron a tiempo toda la información a la veeduría para que hiciera su labor de seguimiento.
En esta ocasión, indicó Luciano Sanín, la información entregada tiene fecha de corte a diciembre de 2012, es decir aún no hay consolidados sobre los casi 9 meses que han corrido en 2013. A esto se suma un asunto que la veeduría consideró crítico, y es que, en el balance entregado por la administración, no se registran datos en cerca de la quinta parte de los indicadores. En varios de ellos se señala: no hay información.
Adicionalmente se llamó la atención porque “este plan es el que menos indicadores tiene, en comparación con los planes anteriores”, manifestó Luciano Sanín, quien citó como ejemplo el tema de la participación ciudadana que tendría indicadores insuficientes.
Estos retrasos en la entrega de información, la falta de datos y la carencia de indicadores, retrasan y debilitan el ejercicio de control que pretende hacer la veeduría sobre el plan de desarrollo de la ciudad, según dio a entender el nuevo director de esa organización.
Análisis presupuestal y financiero
En general, en el campo presupuestal y financiero, la actual Administración Municipal tuvo una evaluación favorable por parte de la veeduría, que destacó positivamente una buena ejecución del plan.
Pero aunque el organismo veedor señaló que esta es una de las mejores ejecuciones de los últimos años, hablando en términos históricos del primer año de ejecución, señaló que se ha quintuplicado el gasto de servicio a la deuda.
Adicionalmente hizo una pregunta por el impacto que podría tener la restructuración administrativa en los gastos de presupuesto. No obstante resaltó como positivos los acuerdos con el sindicato y la vinculación, en calidad de provisional, de más de 200 contratistas mediante proceso de selección.
Respecto al balance físico y financiero, también calificado favorablemente, la veeduría llamó la atención por las líneas 4 y 5 del plan de desarrollo, porque son las de menos avance físico y las de mayor avance financiero.
Participación ciudadana
Una de las principales preocupaciones, señaladas en el informe, estuvo relacionada con los bajos niveles de participación ciudadana en Medellín. En este punto, Luciano Sanín afirmó que la capital antioqueña atraviesa un déficit de participación.
“La ciudad asiste a un momento de agotamiento de los procesos de participación ciudadana, social y política. Se requiere revisar los mecanismos de participación, porque el plan tiene dificultades para reactivar los procesos de participación ciudadana”, expresó el director de la veeduría.
En el informe se presentó una inquietud por la manera cómo las Jornadas de Vida y Equidad, que viene desarrollando la Alcaldía, podrían afectar la planeación local. Igualmente se cuestionó la metodología utilizada en dichas jornadas.
Nuevamente el problema de los indicadores mereció un llamado de atención porque, de acuerdo con el organismo veedor, los indicadores contenidos en el plan, para el tema de participación, no son suficientes.
Inclusión y equidad
El empleo y la pobreza fueron dos de los asuntos sobresalientes, dentro del eje correspondiente a la inclusión y la equidad, en el informe de la veeduría. En relación con el empleo, se criticó la preponderancia del trabajo informal que sería del 45%.
Sobre este tema, el organismo veedor criticó que Medellín continúe presentando unos niveles de desempleo superiores a la media nacional y a la tasa de las principales áreas metropolitanas del país.
En las metas del plan de desarrollo de Medellín, indicó Luciano Sanín, se propuso la creación de 100 mil empleos formales, pero “la administración municipal aún no ha dado a conocer la cifra de cuántos empleos se han creado.”
Aunque en materia de empleo, el informe de la veeduría miró con buenos ojos el esfuerzo la estrategia de los clúster de ciudad, hubo un llamado para realizar un diálogo que permita evaluar cuántos empleos formales se generan desde los clúster y cuánto le cuestan en inversión a la ciudad.
Sobre el segundo asunto de este eje, Luciano Sanín expresó que en materia de pobreza e indigencia la ciudad se acerca a las metas del milenio, pero no ocurre lo mismo con el problema de la pobreza extrema, en el que la ciudad también está por debajo de la media nacional y de las principales áreas metropolitanas del país.
Seguridad alimentaria, salud y educación
Otro de los problemas que llamó la atención dentro de este análisis, está relacionados con la seguridad alimentaria. Aquí la veeduría mostró preocupación porque en Medellín 13 de cada 100 personas tienen dificultades para adquirir sus alimentos.
Luciano Sanín explicó que, de acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida, el 13% de las personas encuestadas en la ciudad señalaron que siempre les falta dinero para comparar sus alimentos, mientras que el 18% señalaron que esa carencia les ocurre a veces.
En materia de salud, se reconocieron los avances en la afiliación de personas al sistema subsidiado, pero se criticó el decrecimiento en la cobertura de vacunación, por lo que se demandaron mayores esfuerzos.
Dos de las principales preocupaciones en este ámbito, según la veeduría, tienen que ver con el incremento de la mortalidad de mujeres en estado de maternidad y con el aumento, en 1.4%, de las muertes por enfermedad diarreica aguda en menores de 4 años.
En educación, se celebró el aumento en la cobertura que presenta una línea ascendente en los últimos años. No obstante, aquí se indicó que materia de educación superior aún hay dificultades para garantizar una mejor cobertura.
A parte de estos temas, aquí señalados, el informe recoge otros análisis a asuntos como la vivienda, la gobernabilidad, la economía solidaria, y el espacio y el territorio. Sobre todos estas cuestiones se espera un pronunciamiento de la Alcaldía de Medellín que dará algunas explicaciones a las observaciones realizadas por la Veeduría al Plan de Desarrollo de Medellín.
Ver pronunciamiento base de la Veeduría:
[i] La Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo de Medellín está integrada por: Federación Antioqueña de ONG´s, Coperativa Confiar, Escuela Nacional Sindical (ENS), Corporación para la Vida Mujeres que Crean, Fundación Social, Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Sinpro, Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, Instituto Popular de Capacitación (IPC), Fundación Bienestar Humano, Viva la Ciudadanía, Asencultura, Corporación Región y Conciudadanía.